CAPITULO XI.- LOS SEPHIROTH SUBJETIVOS

Como arriba es abajo: el hombre es una miniatura del Macrocosmos. Todos los factores que integran el Universo Manifestado están presentes en la naturaleza del ser humano. De ahí que, en su perfección, se diga que es superior a los ángeles. Sin embargo, actualmente, los ángeles están completamente evolucionados, mientras que el ser humano no lo está. Y es así como se encuentra en una situación muy inferior a la de los ángeles, de la misma manera que un niño de tres años está menos desarrollado que un perrito de tres años.

Hasta ahora, hemos considerado el Arbol de la Vida como un epítome del Macrocosmo, el Universo, de manera que, utilizando sus símbolos adecuadamente, podríamos ponernos en contacto con las diferentes esferas de la Naturaleza objetiva. Ahora consideraremos su relación con la esfera subjetiva de la naturaleza individual.

Las correspondencias aceptadas dadas por Crowley  quien, desgraciadamente, no dice nunca de qué autoridad proceden, de manera que no se puede saber cuándo emplea el sistema MacGregor Mathers y cuándo el propio  están basadas parcialmente en las atribuciones astrológicas de los planetas asignados a los distintos Sephiroth, y, parcialmente, sobre un esquema sucinto de la forma humana de pie, dando la espalda al Arbol. Esto es demasiado crudo para nuestros fines, y probablemente representa la labor de las últimas generaciones de escribas. Durante la Edad Media, la Cábala fue redescubierta por los filósofos europeos, quienes le injertaron el simbolismo alquímico y el astrológico. Además, los rabbis mismos usaban un sistema extremadamente detallado de metáforas anatómicas, discutiendo en detalle el significado de cada cabello de la cabeza de Dios, y hasta de las partes más íntimas de Su anatomía. Esas referencias, aplicándoselas al cuerpo humano, no pueden tomarse literalmente.

Los Sephiroth, tanto individualmente como en sus vinculaciones y asociaciones, representan, en relación con el Microcosmo, factores del carácter. Que estos niveles de conciencia tengan alguna relación con los centros psíquicos del cuerpo físico, es una presunción razonable, pero no debemos ser demasiado medievales en nuestras conclusiones. Tanto la anatomía como la filosofía ocultas han sido elaboradas en todos sus detalles por la Ciencia del Yoga Indostánica, y podemos aprender muchísimo de sus enseñanzas. Los últimos descubrimientos realizados en el campo de la Fisiología tienden a llegar a la conclusión de que el eslabón entre la mente y la materia, debe buscarse primeramente en el sistema de glándulas endógenas, y sólo secundariamente en el cerebro y el sistema nervioso central. Es mucho lo que podemos aprender de esta fuente de conocimiento, y si combinamos sistemáticamente todo lo que podemos recoger de distintas procedencias, por el razonamiento inductivo llegaremos a lo que los antiguos habían aprendido por medio de sistemas reductivos y de la intuición, los cuales llegaron a un elevado grado de perfección en sus Escuelas de Misterios.

Se acepta, generalmente, que los Chakras o centros psíquicos que se describen en la literatura Yoga no están situados dentro de los órganos con los que están asociados, sino en la envoltura áurica, y los puntos que aproximadamente corresponde con ellos. Por lo tanto, conviene que no asociemos los Sephiroth con los miembros del cuerpo de otras partes de nuestra anatomía, considerando simplemente estas analogías como metafóricas, y busquemos más bien los principios psíquicos que representan.

Antes de proceder a un estudio detallado de cada Sephirah desde este punto de vista, sería de gran ayuda echar una ojeada general al Arbol en conjunto, porque una gran parte de la dilucidación de sus simbolismos depende de las relaciones de un símbolo con otro en el esquema del Arbol. Este capítulo será necesariamente discursivo y no conclusivo, pero nos permitirá el estudio detallado de los Sephiroth individuales, con mucha mayor facilidad que si no procediéramos así.

La primera y más obvia división del Arbol es la de sus pilares, la que nos recuerda insensiblemente los tres canales del Prana descriptos por los yoguis: Ida, Píngala y Sushumna; y los dos principales de la filosofía china: el Yin y el Yang, y el Tao o Sendero, que constituye el equilibrio entre ambos. El testimonio concurrente de diversos testigos establece la verdad; y si encontramos que tres de los más grandes sistemas metafísicos del mundo están de acuerdo entre sí, podemos concluir que estamos en presencia de principios ya establecidos y que los podemos aceptar como tales.

El Pilar del Centro, en nuestra opinión debería tomarse como representación de la Conciencia, y los dos pilares laterales, como factores positivo y negativo de la Manifestación. Vale la pena recordar que, según el sistema de filosofía Yoga, la conciencia se expande cuando Kundalini asciende por el canal central de Sushumna, y que la operación mágica occidental de elevarse a través de los planos tiene lugar en el Pilar Central del Arbol. En otras palabras: el simbolismo que se emplea para inducir esta expansión de la conciencia no toma los Sephiroth en su orden numérico, empezando por Malkuth,sino que va de Malkuth a Yesod, y de Yesod a Tiphareth, siguiendo el así llamado "sendero de la Flecha".

Los ocultistas consideran a Malkuth, la Esfera de la Tierra, como la conciencia cerebral, tal como lo demuestra el echo de que después de una proyección astral la vuelta ceremonial se hace a Malkuth, estableciéndose en seguida la conciencia normal.

Yesod, la Esfera de Levanah, la Luna es la conciencia psíquica, así como es el centro reproductivo. Tiphareth tomado como el psiquismo superior, la verdadera visión iluminada, asociándose con el más elevado grado de la Iniciación de la personalidad, como lo demuestra el hecho de que se le asigne el primer grado del Adepto en el sistema de Crowley o Mathers.

Daath, el Sephirah misterioso e invisible que jamás se señala sobre el Arbol , en el sistema occidental está asociado con la nuca, el punto en que la espina dorsal se une al cráneo: el lugar en que comenzó a desarrollarse el cerebro de nuestros remotísimos antepasados. Generalmente se considera que Daath representa la conciencia de otra dimensión, o la conciencia de otro nivel o plano, y representa, esencialmente, la idea de cambio de clave.

Kether es denominado, "la corona". .Ahora bien: una corona es algo que está encima de la cabeza. Por lo que se dice que Kether representa una forma de conciencia que no se logra durante la encarnación. Está esencialmente fuera del esquema de las cosas en lo que respecta a los planos de la forma. La experiencia espiritual asociada con Kether, es la unión con Dios; y el que llega a obtenerla, penetra en la Luz y de allí no sale más.

Estos Sephiroth tienen indudablemente sus correlaciones con los chakras del sistema indostánico, pero las distintas autoridades en la materia dan esas correspondencias diferentemente. Como los métodos de clasificación son distintos, ya que en el Occidente se emplea un sistema cuaternario y en el Oriente uno septenario, no son fáciles de establecer esas correlaciones; y en nuestra opinión es mejor ocuparse de los primeros principos más bien que ajustar sobre el Arbol algo que violente dichas correspondencias.

Los únicos escritores que sepamos hayan tratado de establecer estas correlaciones son Crowley y el general J.F.C. Fuller. Este último dice que el Loto de Muladhara corresponde a Malkuth señalando que sus cuatro pétalos corresponden a los cuatro elementos. Es interesante hacer notar que en la Escala de Color de la Reina, daba por Crowley, se representa a la Esfera de Malkuth dividida en cuatro secciones, coloreadas respectivamente de: cetrino, oliva, bermejo y negro, representando los cuatro elementos y teniendo una extraordinaria semejanza en las representaciones usuales del Loto de Cuatro Pétalos. Este Loto se sitúa en el perineo, y está asociado con el ano y las funciones eliminatorias. En la columna XXI de la tabla de correspondencias dada por Crowley en "777", atribuye la región glútea y el ano del hombre perfecto, a Malkuth. Consideramos que, desde todo punto de vista la opinión de Fuller que asigna el Muladhara a Malkuth es preferible a la de Crowley, quien en la columna CXVIII, la refiere a Yesod, contradiciéndose a sí mismo. Según Freud, en la mente infantil, las funciones de reproducción y de la excreción se confunden. Sin embargo, no consideremos que este punto de vista deba aceptarse o perpetuarse en general.

Considerando a Malkuth desde el punto de vista del Loto Muladhara representaría, por así decir, el resultado final de los procesos vitales, su concreción terminal en forma y su misión a las influencias desintegradoras de la muerte, a fin de que su substancia pueda ser utilizada nuevamente. La forma en que han sido organizadas por el lento proceso de la Evolución ha servido a su propósito, y sus fuerzas deben quedar en libertad. Este es el significado espiritual de los procesos de excresión, putrefacción y descomposición.

El general Fuller atribuye a Yesod el chakra Svadhishthana, o Loto de Seis Pétalos. Esto concuerda perfectamente con la Tradición Occidental que asigna Yesod a los órganos reproductores del Ser Humano Divino, concordando su correspondencia astrológica con la Luna, Diana  Hécate. Aunque Crowley atribuye Yesod al falo, en la columna XXI de "777", asigna el Loto Svadhishthana a Hod, Mercurio. Es muy difícil comprender esto, tanto más cuanto no da la fuente de su autoridad. Consideramos mejor adherirnos al principio de referir los niveles de conciencia al Pilar Central.

Unánimemente se acepta que Tiphareth representa el plexo solar, el pecho, por lo que parece muy razonable que se atribuyan los Chakras Manipura y Yanahata, como lo hace Crowley. Fuller atribuye estos chakras a Gueburah y Kjesed; pero, como estos dos Sephiroth encuentran su equilibrio en Tiphareth, esta atribución no presenta dificiltades ni causa discrepancias.

De la misma manera, el chakra Vishuddha que en el sistema, que en sistema indostánico corresponde a la laringe y que Crowley atribuye a Binah, el chakra Aina (A, como "a"; j con "y" consonante o "j" francesa; n como "n"; a, como "a" corta) en la raíz de la nariz, que corresponde a la glándula pineal y se atribuye a Kjokmah, pueden considerarse como uniendo sus funciones en Daath, situado en la base del cráneo.

El chakra Sahasrara, o Loto de Mil Pétalos, situado sobre la cabeza, lo atribuye Crowley a Kether, y no hay motivo alguno para objetar esta correspondencia, porque como su propio nombre lo indica, el Primer Sendero, Kether, la Corona, descansa sobre la cabeza.

Los dos pilares de la Severidad y de la Misericordia pueden verse fácilmente como representantes de los principios positivo y negativo; y sus respectivos Sephiroth, como los modos de operación de estas fuerzas en los distintos niveles.

El Pilar de la Severidad contiene a Binah, Gueburah y Hod, o sea: Saturno, Marte y Mercurio. El Pilar de la Misericordia contiene a Kjokmah, Kjesed y Netzach (Netzaj), o sea: El Zodíaco, Júpiter y Venus. Kjokmah y Binah, en el simbolismo de la Cábala, se representan con figuras masculina y femenina, y son el Padre y la Madre Supremos, o, en lenguaje más filosófico, los principios positivo y negativo del Universo, el Yin y el Yang, de los cuales la masculinidad y la femeneidad son los aspectos especializados.

A Kjesed (Júpiter) y Gueburah (Marte) se los representa en el simbolismo cabalístico como Figuras Coronadas. La primera, es la del dador de las leyes, sentado en su trono, y la segunda, un rey guerrero montado en su carro. Estos son los principios constructivo y destructivo, respectivamente. Es interesante notar que Binah, la Madre Suprema, es también Saturno, el solidificador que está a la vez vinculado con su guadaña, con la guadaña, con la muerte, y con su reloj de arena, con el tiempo. En Binah residen las raíces de la forma. En el Sepher Yetzirah se dice que Malkuth está sentado en el trono de Binah, porque la materia tiene sus raíces en Binah, Saturno, la Muerte, siendo la forma destructora de la fuerza. Con este destructor pasivo va también el destructor activo, por lo que encontramos a Marte Gueburah inmediatamente debajo, en el Pilar de la Severidad. Así es como la fuerza encerrada en la forma es liberada por la influencia destructiva de Marte, o sea el aspecto Siva de la Divinidad Kjokmah, el Zodíaco, representa la fuerza Kinética, dinámica; Kjesed, Júpiter, el Rey benévolo, representa la energía organizada, y ambos quedan sintetizados en Tiphareth, el Centro Crístico, el Redentor, el Equilibrador.

La siguiente trinidad de Netzach, Hod y Yesod representa al lado mágico y astral de las cosas. Netzach (Venus representa los aspectos superiores de las fuerzas elementales, el Rayo Verde, y Hod (Mercurio) representa el lado mágico mental. El primero es el místico; y el segundo, el oculto, quedando ambos sintetizados por Yesod, Este par de Sephiroth no debe nunca ser considerado separadamente, como tampoco el par superior, compuesto por Gueburah y Gedulah, que son otros nombres de Kjesed. Esto queda indicado por el hecho de que la Cábala les atribuye, respectivamente, el brazo derecho y el izquierdo, y la pierna izquierda y la derecha.

Se verá, pues, que los tres Sephiroth de la Forma se encuentran en el Pilar de la Severidad, y los tres Sephiroth de la Energía, en el Pilar de la Misericordia y entre ellos, el Pilar de Equilibrio, están los distintos niveles de conciencia. El Pilar de la Severidad, con Binah a la cabeza, es el principio femenido, el Pingala de los indostánicos a la cabeza, es el Ida indostánico y el Yin chino; y el Pilar del Equilibrio es el Shushumna y el Tao.

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