Noveno Mandamiento

Practicaréis el arcano A.Z.F. con tu Mujer

La tempestad. Pierre August Cot, 1880

Los planetas de nuestro sistema solar se alinearon en armoniosa danza cósmica bajo la constelación de Acuario, el 4 de febrero de 1962, bajo la regencia de Urano.

Este planeta en particular gobierna las gónadas y la sexualidad.

La biología del ser humano, de las plantas, los ciclos de las mareas, las estaciones; pero con especial potencia la sociedad y la psique del hombre, se ven influenciados por energías y radiaciones provenientes de los astros.

Esta era, definiría para la humanidad dos rumbos radicalmente opuestos que apenas empezamos a vivir en su magnitud.

Atrás quedó la Era de Piscis y nos adentramos, hace 60 años bajo la influencia de la radiación estelar llamada “Onda de Dionisio” que tiene dos polaridades estrechamente relacionadas con la sexualidad, que representan, ambas, terribles trasformaciones para la raza humana, en irreconciliable contradicción.

La onda positiva de la Onda Dionisíaca impulsa al hombre hacia la realización íntima del SER, la sexualidad trascendente, el amor y su reconciliación con Dios.

La onda negativa impulsa hacia el dinero, el intelectualismo, la negación de Dios; pero en forma poderosa, hacia la decadencia sexual.

Al inicio de esta Era, bajo la polaridad negativa de Dionisio, lo peor que se veía en la sociedad de aquellos días eran los hippies y el uso de drogas psicodélicas.

Sin embargo, se revelaba al mismo tiempo a la humanidad el mensaje de la nueva Era de Acuario por el maestro Samael Aun Weor, mostrando el camino de la sexualidad trascendente, el amor a la mujer, el valor primordial del matrimonio en la revolución de la conciencia.

Eran los primeros años en los cuales la pasada era de Piscis se traslapaba con la de Acuario. Pero mucho tiempo ha pasado desde entonces.

La humanidad decadente de nuestros días presentes, pasionaria, violenta, plagada de ego, solamente recibe las vibraciones de la onda negativa.

Se erige en esta modernidad bárbara, la rabiosa quimera anticristo de la “teoría de género” en feroz campaña por confundir la masculinidad y la feminidad; desplegando un esfuerzo diabólico muy bien articulado por los grandes poderes económicos del mundo para destruir a la familia; para feminizar al varón y masculinizar a la mujer; para declarar que todo lo abyecto no solo debe ser objeto de una natural y comprensible compasión, sino, de mostrarse como normal y además elevarse como estándar a un trono, y promulgarse entre los niños.

"Venus y Cupido". Peter Paul Rubens. 1606 - 1611.

Vivimos el extremo negativo de la onda de Dionisio. Las escuelas de auténtica espiritualidad escasean en número, desaparecen.

La familia se halla en crisis, la juventud se libera a sus apetitos y desviaciones, lo perverso se predica como normal y altivo.

Pero donde las tinieblas son más espesas, la luz brilla más, Mateo 10: 27 “Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas”.

La sexualidad trascendente, el amor por la mujer, el matrimonio como la suprema forma de adoración a Dios, se puede encontrar en todas las culturas y épocas de la humanidad.

El noveno mandamiento de la era de Acuario que el apóstol Pablo, el gran iniciado gnóstico proclamara en Hebreos 13:4 “Honroso sea en todos, el matrimonio, y el lecho sin mancilla”.

Es aquel imperio, aquella orden que en tiempos antiguos se enseñaba de boca a oídos en las escuelas y templos de misterios, en los monasterios budistas, en las escuelas iniciáticas de Egipto, en los colegios iniciáticos de los pueblos precolombinos.

Ese secreto cuya pena por develarlo era la muerte, pero que ahora se grita desde las azoteas: transmutación de la energía creadora dentro de un matrimonio legitimo hombre – mujer.

Versículo 64 Evangelio de Felipe 64: “Así es, cuando alguien existe en un misterio— el sacramento del matrimonio es grandioso. Pues el mundo es complejo, se basa en la humanidad, pero la humanidad se basa en el matrimonio. Por eso contemplad el apareamiento puro pues tiene gran poder”.

Versículo 131 Evangelio de Felipe: “Pues el matrimonio mundano es un misterio para quienes han tomado esposa. Si el matrimonio de impureza es escondido, ¡cuánto más es un sacramento verdadero el matrimonio inmaculado!” (Regido bajo el Arcano AZF).

La energía sexual sublimada, asciende por los cordones medulares de la columna vertebral desde las gónadas sexuales, formando el santo 8, el caduceo de Mercurio. Al tiempo que despierta los discos magnéticos, las siete iglesias del Apocalipsis, las ocultas y resplandecientes flores de los chacras de la anatomía oculta del hombre, que le confieren su trono sobre la creación.

Es aquella serpiente que subió por la espalda del Buda abriendo su cresta sobre su cabeza protegiéndolo de la tormenta cuando iniciaba su peregrinación.

Es el ascenso de la energía sexual hasta el cerebro, el bautismo de agua y fuego posible como redención en un matrimonio legítimo, presente como un símbolo en todas las religiones.

Boda campesina. Jan Havicksz. Steen. 1649 - 1655.

Absurdo pensar en el gran arcano fuera del matrimonio o con más de una pareja. Insensato hacer del lecho sin mancha, mera lujuria disfrazada de anhelo espiritual. Sin rumbo sería llegar al lecho nupcial sin eliminar de nuestra psique todos los defectos que caracterizan a nuestro yo: deseo, ira, envidia, lujuria, pereza…

El sexo es la suprema adoración a Dios.

Números 21:9 “Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.

El Arcano AZF es la clave regia, el secreto de los siglos, la sublimación de la energía creadora dentro de un matrimonio legítimo. El agua fecundada por el fuego despierta la conciencia mediante la destrucción del ego y el nacimiento de nuevos cuerpos en el hombre.

Tal es el mandato, he aquí el lecho sin mancilla que encierra el misterio del bautismo.

El bautismo solo es posible dentro de un matrimonio legítimo

Evangelio de Felipe vers. 82: “…El bautismo es la antesala santa, la expiación es la santa de la santidad, la Alcoba Nupcial es la santa de las santidades. El bautismo conlleva la resurrección con la expiación entrando en la Alcoba Nupcial. Pero la Alcoba Nupcial es más exaltada que ésos”

El noveno mandamiento de esta era oscura, es el descenso a la novena esfera, el sexo. Solo sublimando la energía sexual el hombre vuelve a su trono sobre la creación.

En el matrimonio se encuentra la tabla de salvación.

Enviado por: Rafael Merazo.

Imagen 1: "La tempestad". Pierre August Cot. 1880. Imagen 2: "Venus y Cupido". Peter Paul Rubens. 1606 - 1611. Imagen 3: "Boda campesina". Jan Havicksz. Steen. 1649 - 1655.

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