Segundo Mandamiento

Estudiarás la doctrina secreta del Salvador del Mundo

Salvator mundi. Leonardo Da Vinci, 1490- 1500

El arcano número dos de la cábala es: ciencia oculta favorable. En el Árbol de la Vida al número dos le corresponde el Hijo, el Cristo Íntimo, el salvador del mundo. Sabiendo esto, encontraremos el significado esotérico de este mandamiento, ya que la gnosis es la doctrina secreta del Cristo Íntimo o ciencia oculta.

Para cumplir con este mandamiento, hace falta poner mucha atención en la enseñanza gnóstica, ya que generalmente sólo la recibimos en la parte intelectual, así no progresaremos. Además, hay que considerar que todo conocimiento almacenado en la memoria tarde o temprano se pierde, de hecho, al morir todo lo almacenado en la infiel memoria, desaparece.

Es indispensable pasarla a la conciencia para que se exprese en forma natural en nuestro diario vivir, aunque no es nada fácil. Conocimiento depositado en la conciencia continuará por siempre, no importa que dejemos el cuerpo físico, en nuestra próxima existencia se manifestará desde temprana edad de manera natural.

A varios de los estudiantes de gnosis, les ha pasado que desde chicos intuían cosas que, si bien no están manifiestas en la ciencia oficial, las descubren con asombro en la gnosis y lo curioso es que desde niños así las consideraban, sin que nadie se los hubiera dicho.

Estudiar la Doctrina Secreta es de vital importancia, pues de otra manera sólo perderemos el tiempo miserablemente, viviendo como meras marionetas controlados por los miles de Yoes que hemos creado.

Lo primero que tenemos que hacer es amar la enseñanza, querer ser parte de ella, tratar de beber el vino de la gnosis en todo lo que hacemos. La atención al estudiar un libro gnóstico o escuchar un tema de la gnosis debe ser en atención consciente, uniendo la mente, el corazón a la acción. En lo que llamamos el Recuerdo de sí.

Con entusiasmo místico, sin pereza mental, sin prisas, atendiendo cada palabra, cada párrafo, cada enseñanza como si fuera el último día de nuestra existencia y con el asombro místico como si fuera la primera vez que escucháramos estas enseñanzas.

San Juan Bautista predicando en el desierto. Pier Francesco Mola. 1650 – 1655.

Uno de los peligros más grandes es caer en un tipo de momificación mental, la gnosis es algo divinal y Dios no tiene límites ni orillas, por lo que el conocimiento gnóstico no tiene límites ni orillas jamás. Cuando uno cree que ya sabe, supone que tiene el concepto ya establecido, en ese momento deja de aprender, se momifica, se estanca y quien se estanca en la gnosis retrocede.

Todo el conocimiento debemos recibirlo en lo que llamamos en la gnosis “Cero radical”, es decir, como si nunca hubiésemos escuchado nada, sin comparaciones mentales, sin razonamientos; con mente espontánea y dúctil, libre. Cada conferencia debe estudiarse con detenimiento, sin prisas, sin leer a 500 km/h., tratando de capturar lo profundo que hay en cada enseñanza.

Una vez hecho esto, si verdaderamente queremos estudiar la Doctrina Secreta del Salvador del Mundo en forma correcta, entonces debemos ahondar y eso sólo es posible meditando. Por lo que procederemos a relajar el cuerpo y la mente, que quede en absoluto silencio, activando la conciencia. En ese estado hay que repasar el capítulo, la conferencia, la enseñanza que queremos aprender.

En la medida que nos afiancemos en este trabajo, poco a poco la enseñanza primero pasará a la parte emocional del centro intelectual (ya que cada centro tiene su parte intelectual, emocional y motriz). Cuando llegamos aquí, hemos dado un gran paso, sin embargo, no es suficiente.

Con mucho entusiasmo místico hay que seguir trabajando, sin que se apodere de nosotros el frío espiritual, bien nos recuerda el maestro Samael que:

“Para cambiar es necesario saber, para saber hay que aprender y para aprender hay que hacer grandes sacrificios”.

Si insistimos en el trabajo de meditar y estudiar la gnosis (la doctrina secreta del salvador del mundo) siempre con gran amor, viene entonces a depositarse poco a poco al mismísimo centro emocional. Una vez ahí el conocimiento ha pasado a un nivel superior, quien logre esto, ya nada ni nadie lo sacará de la enseñanza.

A pesar de este prodigio, no se ha terminado el trabajo, cada enseñanza hay que colocarla en la conciencia y eso es viviendo el conocimiento en forma muy intensa; así cada conocimiento quedará depositado en la conciencia y jamás se perderá por los siglos de los siglos.

Lo que es aún mejor, quien sitúe una enseñanza en la conciencia, se manifestará en su vida cotidiana de la manera más natural, sin esfuerzo alguno y al volver a la vida existencia tras existencia, aflorará desde la infancia como un conocimiento propio.

De esta manera cumplimos con el segundo mandamiento de la nueva era de acuario, mandamiento tan antiguo como el mismo mundo.

Enviado por: María Guadalupe Rodríguez Licea. Gnosis Internet.

Imagen 1: "Salvator mundi". Leonardo Da Vinci. 1490- 1500. Imagen 2: “San Juan Bautista predicando en el desierto”. Pier Francesco Mola. 1650 – 1655.

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