Los 10 mandamientos de la Era de Acuario

Moisés presenta las tablas de la Ley. Philippe de Champaigne, 1648.

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Para qué vivimos? ¿Por qué vivimos?

Son incógnitas que el ser humano no puede resolver o que ni siquiera sabe, porque no le interesa, porque piensa de sí mismo lo mejor, nos encontramos en una difícil situación porque ignoramos el secreto de nuestras tragedias, no nos conocemos a sí mismos como realmente somos, pero pensamos de sí mismos lo mejor.

Nosotros en este conocimiento buscamos, la paz, la felicidad, un cambio positivo, el amor entre los seres humanos, queremos el desarrollo de nuestras facultades que están en estado latente y para ello debemos cumplir con las leyes divinas, sus mandatos, mandamientos, anhelamos la autorrealización íntima del Ser: el desarrollo armonioso de todas las infinitas posibilidades humanas, el perfeccionamiento de las diversas partes del Ser.

Para lograr la autorrealización es necesario que se realice un trabajo consciente hecho con suma paciencia, súper esfuerzos y auto sacrificio. Conocerse a sí mismo es haber logrado la identificación con su propio ser divinal, lo opuesto es alejarse del Ser y continuar como ego.

No recordamos nuestras vidas pasadas porque tenemos la consciencia dormida, debemos de hacernos conscientes de lo que realizamos en esta existencia con el propósito de hacernos perfectos y esto sucede cuando llevamos a la práctica los tres factores de la revolución de la consciencia: Nacer: aprovechar nuestra energía creadora de manera positiva. Morir: dar muerte a los defectos previamente comprendidos. Sacrificarnos por la humanidad: servicio desinteresado y consciente a nuestros semejantes.

La muerte física es el principio del regreso a este mundo con la finalidad de irnos perfeccionando, regresamos a este mundo con solamente un tres por ciento de esencia libre y un 97% embotellada en los yoes o defectos psicológicos que deben ser comprendidos y eliminados, con el auxilio de nuestra divina madre interior particular.

Si en 3000 ciclos de 108 vidas cada uno no se lleva a cabo los tres factores de la revolución de la conciencia, toda puerta se cierra y la esencia se convierte en un elemental inocente que se sumerge luego en el espíritu universal de vida para siempre. Aclarando que después de éstos 3000 ciclos de existencia es imposible la Auto-Realización Intima del Ser.

Si pensamos, sentimos y obramos de manera correcta, si cumplimos con los diez mandamientos de la ley divina, renaceremos en hogares felices, hermosos, con abundancia, paz y prosperidad. Se nos ha dado libertad, libre albedrío para elegir y podemos hacer lo que queramos, pero es cierto que tenemos que responder ante la Ley por todos nuestros actos.

Enviado por: Instructora María Guadalupe Licea Rivera. San Luis Potosí, S.L.P.

Imagen: "Moisés presenta las tablas de la Ley". Philippe de Champaigne, 1648.

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