Gentes de Otros Mundos

Imagen del libro: Matrimonio Perfecto de Kínder del maestro Samael Aun Weor. 1950.

La consciencia es la puerta de la sabiduría, la consciencia va más allá de la mente; tal como se cita en el tema de las tres mentes, sólo con la mente interior es posible acceder al conocimiento verdadero. Cuando se habla de seres de otros mundos, la mente sensual pide pruebas, testimonios físicos; la mente intermedia se apresura a aceptarlo como dogma o rechazarlo y la mente interior busca conocer la realidad y experimentar. El intelecto por sí mismo no es suficiente para experimentar la verdad, así como el océano no puede introducirse en un agujero de la playa.

Es imprescindible abrir la mente interior para comprender que los cinco sentidos no son idóneos para descubrir la existencia de seres de otros mundos, porque la mente sensual, aun teniendo evidencias físicas, como las que poseen la NASA y países como Inglaterra, rechaza la vida en otros planetas y sus viajes estelares, probablemente porque no puede aceptar que haya vida inteligente y que además tengan la capacidad de viajar libremente por el espacio. La mente sensual es egoísta y considera que solamente en la Tierra puede haber vida, aunque sepa que en el Universo existe una cantidad infinita de constelaciones, soles, planetas…, tantos, como el número de granos de arena en las costas del mar.

Es absurdo siquiera suponer que la humanidad terrestre es única en el Universo, negando la posibilidad de vida en otros mundos. Desconocer algo no implica que no exista, implica que hace falta investigar con instrumentos y herramientas adecuados, y no se puede afirmar que los medios que se han utilizado para conocer el espacio hayan llegado a su límite.

Si el promedio de consciencia de la humanidad es del 3% y lo demás es considerado inconsciente y subconsciente, se puede inferir que se conoce al Universo en ese mismo porcentaje. Es claro que habitantes de la Tierra han tenido contacto con seres de otros mundos desde tiempos inmemoriales, pero la ciencia oficial no lo va a declarar públicamente porque sería un golpe al orgullo de creer que se tiene el dominio del conocimiento.

El hecho de que la mente intermedia acepte o no la vida inteligente en otros mundos no afecta su existencia. Sería más considerable concebir al ser humano como una semilla capaz de germinar, trabajar por el despertar de la consciencia para poder acercarse a la ciencia pura; descubrir que además del cuerpo físico que vive en este mundo tridimensional, el ser humano posee otros seis cuerpos de manifestación: el cuerpo vital, astral, mental, causal, del alma y del Ser, los cuales se expresan en dimensiones, planos o universos paralelos.

Einstein declaró la existencia de universos paralelos y la posibilidad de acceder a ellos una vez que se rebasa la velocidad de la luz. Conforme a las leyes de la física actual, los viajes interestelares se complican debido principalmente al tema del combustible:

“Purcell, eminente hombre de ciencia, analizó seriamente la cantidad de energía indispensable para realizar un hipotético viaje sideral de ida y regreso a una rutilante estrella cualquiera que se encontrara ubicada a unos 12 años luz, con la particularidad especifica de alcanzar a medio camino, tanto en el ir como en el venir, una velocidad máxima del 99 por ciento de la luz. Viene ahora la cuestión del combustible. No hay duda de que la fusión de la bomba de hidrógeno en la que los isótopos de este elemento, tales como Tritio y Deuterio, se combinan sabiamente para formar Helio, es ciertamente la fuente más apropiada de energía disponible en la actualidad.

Es evidente, cierto, patente, que este tipo especial de energía liberada, es imponente, terrible, tremenda, ya que, según la ecuación famosa de Einstein, E/M = C2 (Energía dividida, por masa es igual al cuadrado de la velocidad de la luz) El valor E, es claro que resulta de gigantescas proporciones. Purcell supone en forma por cierto bien acertada, que con este tipo solar de fusión se necesitaría nada menos que 16.000 millones de toneladas de Hidrógeno para mover su navío sideral en el hipotético viaje. Es claro que para tal viaje a 12 años luz, ese vehículo cósmico tendría un peso apropiado de 100 toneladas.

Nos quedaría todavía el recurso de obtener energía combinando inteligentemente la materia con la antimateria. Está ya demostrado hasta la saciedad, que si dos de estas sustancias contrarias hacen contacto directo, se destruyen mutuamente liberando energía en forma de rayos gamma”. Mi regreso al Tíbet, Samael Aun Weor.

El V. M. Samael Aun Weor, afirma que las gentes de otros mundos viajan en naves impulsadas por energía solar a velocidades que rebasan la barrera de la velocidad de la luz (300 000 km/s), al hacerlo, entran a la cuarta dimensión donde el tiempo deja de ser parámetro o medida. Dentro del ser humano existe la clave para comunicarse directamente con los seres de otros planetas, así como para acceder a la ciencia que utilizan las naves cósmicas y para conocer esas claves es indispensable revolucionar la consciencia para despertarla.

Ciertamente la tecnología se está acercando al descubrimiento de los universos paralelos, y una vez que la ciencia los reconozca, de cualquier manera, será inevitable hacer vibrar al cuerpo físico y los cuerpos internos en octavas superiores de consciencia para poder entrar y salir de las diversas dimensiones a voluntad. La revolución de la consciencia consiste en tres factores: morir en sí mismo, crear los cuerpos internos mediante el conocimiento de la supra sexualidad y sacrificio por la humanidad.

También es cierto que abundan charlatanes, falsos profetas y dudosos testimonios; las ideas cinematográficas y los medios de comunicación desconocen la realidad, confunden el entendimiento y provocan miedo y psicosis, distraen la atención a lo ilusorio y pasajero; pero la manera de conocer la verdad sin temor a ser engañado está en el despertar de la consciencia. Así, es posible descubrir que la intención de los seres de otros mundos es compasiva y de salvación, buscan rescatar a la Tierra y redimir el alma humana. Es indispensable aprovechar el presente para cambiar la psicología interior, eliminar los elementos inhumanos, actuar con consciencia y experimentar pos sí mismos la realidad de los universos paralelos y de los habitantes de otros mundos.

Enviado por: Susana M. Rodríguez Licea. Comisión de Eventos. San Luis Potosí, S.L.P.

Imagen del libro: “Matrimonio Perfecto de Kínder” del maestro Samael Aun Weor. 1950.

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