Una Visita al Planeta Marte

Imágenes: del libro Yo he estado en Marte de Narciso Genovese.

Narciso Genovese, profesor, escritor, doctor en leyes y miembro de la distinguida sociedad de escritores, científicos y discípulos de Guillermo Marconi, en los años 50 uno de sus libros titulado “Yo Estuve en Marte”, referente a las naves cósmicas y los viajes espaciales.

Es un mensaje también de alerta a la humanidad por la pérdida de valores internos o valores del Ser, como son la ayuda a nuestros semejantes de manera consciente, la buena voluntad, el perdón, la misericordia, tolerancia, etc. afortunadamente en este afligido mundo en el cual vivimos, existen seres conscientes que luchan por ayudarnos, que anhelan la paz y la unión entre los seres de este planeta.

Queremos informarles por otra parte que la conquista del espacio ya se logró en América Latina, como se menciona en este libro y el Maestro Samael, refiriéndose al mismo tema afirma que existe en un lugar de la selva del sureste americano dentro del corazón profundo, una sociedad científica con miembros eminentes de lugares provenientes de distintas naciones europeas.

Esta sociedad científica, siguiendo las huellas del gran sabio Guillermo Marconi, aprendió con suma maestría a usar la energía solar para propulsar sus naves, las cuales se construyen bajo la dirección de sabios marcianos y viajando en ellas han estudiado a fondo no solo nuestro territorio, sino han logrado viajar a la Luna y a Marte, los discípulos de Marconi continúan con sus investigaciones científicas en las selvas de amazonas.

Los habitantes de Marte desean relaciones amistosas con los terrícolas, quieren una alianza Marte-Tierra que sería muy beneficiosa para nosotros, sin embargo, esperan que pase la etapa destructiva de nuestro planeta, esta coalición será posible en un futuro, cuando surja una tierra nueva y una humanidad transformada.

Mientras tanto aquellos seres humanos que han despertado su consciencia y según el porcentaje libre, pueden dar fe de lo que han experimentado o vivenciado, porque la consciencia puede dar fe de la verdad, de la realidad de cada fenómeno de la naturaleza, la fe es percepción directa de la verdad, de lo real que está más allá del cuerpo, los afectos y la mente. Nuestro intelecto es razonamiento subjetivo, nada conoce sobre las leyes de la naturaleza y del cosmos, como el retorno, la recurrencia, la ley de acción y reacción, de la evolución universal, la ley de la caída, del movimiento continuo, de las analogías, de los contrarios, entre otras.

Todo en la naturaleza tiene su causa y sus leyes y a partir del principio de que todo efecto tiene su causa y de que todas las causas tienen un mismo fin que es la causa suprema o Dios.

Los habitantes del Cosmos son profundamente religiosos, saben que lo divinal se halla latente e inmanente en cada átomo del infinito. Mencionan los miembros de esta sociedad que la religión ha sido siempre la base de toda sociedad y piedra angular de toda civilización, solamente que nosotros habitantes de éste planeta Tierra, nos hemos desviado de esos principios cósmicos y universales y de ahí nuestros desvíos en delitos, errores, concupiscencias, violencias, guerras, crímenes, matanzas, etc. etc., para satisfacer a nuestro yo psicológico, ese conjunto de vicios, pasiones, maldades, están personificadas por pequeños yoes que en su conjunto constituyen el Yo o Ego psicológico.

Dios entre los habitantes de Marte, es la causa primaria de todo cuanto es o existe, es el principio y motivo de todas las cosas, esta causa suprema y para ellos es Sundi Dios, el culto y reconocimiento de Dios en Marte son absolutos.

Los científicos de nuestro planeta enviaron una sonda a Marte, para saber si había vida, afirmando que no existían las condiciones favorables para la vida humana, animal y vegetal; lo que sucedió, como cuentan algunos extraterrestres fue que los marcianos supieron orientar los aparatos fotográficos de los investigadores terrestres hacia la Luna.

No ignoran los extraterrestres nuestro carácter destructivo, ¿Qué pasaría si Marte fuera invadido por los terrícolas?, ya se ha visto cómo reaccionamos, recordemos la conquista por parte de España. ¿Acaso las naciones más poderosas de nuestro mundo no llevarían o lanzarían sus bombas atómicas para conquistar y destruir ciudades indefensas? Y si eso llegase a ocurrir, los marcianos se defenderían si alguien intenta invadirlos.

En el cosmos en el cual vivimos no estamos solos, sería absurdo afirmar que somos los únicos habitantes del universo, veamos un cielo salpicado de estrellas, nosotros solamente somos una de ellas, los mundos son muchos, existen unos astros más evolucionados que otros, algunos en una etapa intermedia y unos más, en franca degeneración, como el nuestro.

Los habitantes de Marte son profundamente religiosos, saben que lo divinal se halla latente e inmanente en cada átomo del infinito, la religión es la base de toda sociedad y piedra angular de toda civilización, nosotros habitantes de la Tierra nos hemos desviado de ese principio cósmico universal, de ahí nuestros desvíos en delitos, errores, concupiscencias, violencias, guerras, crímenes, matanzas, etc. etc., para satisfacer a nuestro yo psicológico, ese conjunto de vicios, pasiones, maldades, están personificadas por pequeños yoes que en su conjunto constituyen el Yo o Ego psicológico.

Ellos tratan de comunicarse con nosotros, de ayudarnos, sin embargo, nosotros no estamos preparados, no tenemos un canal adecuado para ese tipo de información, sin embargo, si nos recordamos de nuestros sueños o tenemos un poco de telepatía podremos lograr un acercamiento y recibir información.

Imágenes: del libro Yo he estado en Marte de Narciso Genovese.

El símbolo que representa a la Divinidad en Marte, es una circunferencia representando al Universo, con un núcleo central dorado. (Dios) De este centro emanan rayos luminosos hacia la circunferencia, (como efectos que emanan de la causa).

Este símbolo es un escudo, un talismán, que se coloca en los edificios públicos y privados del planeta Marte y en los núcleos más importantes se eleva un templo de forma esférica que culmina con éste emblema, si nosotros queremos también lo podemos pintar en nuestras casas, sea en un techo, una manta, una madera, etc., y así saludar a nuestros hermanos mayores, hacer alguna petición, pero ante todo, debemos luchar por despertar nuestra consciencia desintegrando los defectos, es imposible llevar a otros mundos altamente civilizados, nuestras codicia, envidia, lujuria, orgullo, gula, ira y pereza, que simbolizan la cabeza de legión.

Cuando la humanidad se burló de los dioses santos, cayó herida de muerte en el grosero materialismo de esta edad de hierro. Samael Aun Weor.

Enviado por: I.C.Q. Comisión de Secretaría. María Guadalupe Licea Rivera

Imágenes: del libro Yo he estado en Marte de Narciso Genovese.

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