Ley de la Caída Universal

El Arcángel Gabriel en la pintura Anunciación (fragmento). 1472-1475. Leonardo da Vinci.

En esta ocasión estimados lectores, vamos a adentrarnos en la historia de las Naves Cósmicas. En los tiempos actuales la locomoción de estos navíos cósmicos se fundamenta en estudios de un gran maestro-ángel llamado Hariton, este gran ser iluminado resolvió el gran problema del combustible, basándose en lo que conocemos como el movimiento continuo, ya que obtienen la energía para el movimiento de las Naves cósmicas del éter, el quinto elemento de la naturaleza, la raíz del fuego, agua, aire y tierra.

Encontrándose este elemento en todo lo creado, en cada mundo y en el mismo espacio, el problema está resuelto. Claro, también basan su movimiento a través del uso de la Cuarta Dimensión. Por lo que estamos demasiado lejos como para siquiera pensar en que podemos igualar esas enseñanzas, pues el dominio de la cuarta vertical exige el desarrollo de los valores del corazón, como la oración científica, la meditación, la caridad consciente, la intuición, etc.

Pero, vale la pena que sepamos un poco de la historia de estos navíos. Indubitablemente no estamos hablando de unos cuantos miles de años, sino de periodos de tiempo que escapan a nuestra imaginación. Tan sólo pensemos en que un día cósmico tiene una duración de 311 billones 40 mil millones de años.

Hace mucho, mucho tiempo… los navíos cósmicos se fundamentaban en las investigaciones de otro maestro-ángel llamado San Venona.

Después de muchísimas investigaciones, los navíos cósmicos lograron surcar el espacio. Sólo seres humanos que han logrado eliminar totalmente el ego, son los que tanto en el pasado como en el presente tienen permitido viajar libremente entre los mundos. Por lo que el pensar en seres humanos de otros mundos “negativos” no es posible, ya bastante tenemos con la maldad humana, como para querer justificarla de una forma tan absurda y pensar que los extraterrestres vienen a invadirnos.

Estos primeros navíos se fundamentaban en la Ley de la Caída, vale la pena reflexionar en esta ley, pues tiene un sentido externo en el cual se basaba el movimiento de los navíos cósmicos del pasado, pero también de tipo espiritual en la cual se fundamenta el desarrollo o evolución de la esencia y si no trabaja por su auto realización su descenso o involución.

El propio maestro-ángel San Venona comenta respecto a esta ley: «Todas las cosas que existen en el mundo caen hacia el fondo (es la misma ley de gravedad que estudiamos en las escuelas) y el fondo para cualquier parte del Universo, es su Estabilidad más próxima (es el núcleo de nuestro mundo Tierra) y dicha Estabilidad es el lugar o punto sobre el cual convergen todas las líneas de fuerza provenientes de todas direcciones (cualquier objeto tiende a ir a ese punto de estabilidad cuando lo soltamos)».

No es nada difícil ver su comportamiento dentro de la Tierra; en el universo es algo muy similar, cuando un objeto se encuentra en el espacio, como una nave cósmica, tiende a dirigirse al punto de estabilidad más próximo. Esos puntos de estabilidad son el núcleo de una luna, planeta o Sol. Por ello este maestro-ángel nos dice: «Los centros de todos los soles y de todos los Planetas de nuestro universo son precisamente esos puntos de estabilidad».

Si uno deja un objeto cerca de la influencia de la luna, tiende a ir para la luna. A su vez las fuerzas de la luna, están sujetas a las del núcleo de la Tierra, las de la Tierra y de los demás planetas del sistema solar, van al Sol. Por lo que tenemos un juego maravilloso de fuerzas, que San Venona logró utilizar con mucha sabiduría para mover las Naves Cósmicas.

Arcángel San Rafael (aproximadamente 1628), de Bartolomé Román.

La Ley de la Caída es una particularidad que hace que el universo marche en forma equilibrada y manifiesta en cualquier parte del universo. Fueron maravillosas las naves de San Venona, una revolución total para esos momentos cósmicos, desplazaron otros sistemas, pero había un problema cuando pasaban cerca de las órbitas de los mundos y se requieran de pilotos sumamente diestros para manejarlas.

Todo eso fue abandonado con las investigaciones del maestro-ángel Hariton, ahora se fundamental en el uso del quinto elemento (el éter) y el manejo de la cuarta dimensión, cosas sólo posibles de utilizarlas en la medida que dejemos tantos vicios y defectos psicológicos.

Los viajes en el universo están reservados para seres humanos que han dejado atrás la ira, la ambición, el orgullo, la envidia, la lujuria, etc. La conquista del universo tiene su fundamento en la conquista de sí mismos.

Bibliografía: Naves Cósmicas. Samael Aun Weor.

Enviado por: Jenaro Ismael Reyes Tovar, Comisión de Cursos por internet

Imagen 1: El Arcángel Gabriel en la pintura “Anunciación” (fragmento). 1472-1475. Leonardo da Vinci.

Imagen 2: Arcángel San Rafael (aproximadamente 1628), de Bartolomé Román.

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