Las Joyas del Dragón Amarillo

Estampa japonesa de un dragón.

La meditación es la base fundamental de la filosofía buddhista. La meditación es esa introversión, ese ejercicio trascendental de verse hacia adentro para conocer la actividad mental, estudiar lo que interiormente somos, lo que llevamos dentro de positivo y negativo con el propósito de auto conocernos y así poder transformarnos. Amar y hacer este ejercicio es amar a la humanidad.

Y, para poder meditar es esencial el silencio y la quietud de la mente, ese es el principal objetivo en la filosofía buddhista.

Existen muchos testimonios de que, el hombre, desde hace siglos, ha buscado el silencio y la quietud de la mente:

El Dzendveokh fue un instrumento de música formidable, con el cual dos hermanos iniciados chinos especializados en medicina oculta y, primeros investigadores del opio, descubrieron que la Sagrada Ley del Siete, en lenguaje oculto, Ley de Heptaparaparchinock, gobierna las siete cristalizaciones básicas de ésta sustancia.

El opio es maravilloso porque capta las potentes vibraciones del cosmos. Debemos saber que a las siete cristalizaciones del opio le corresponden otras siete y así sucesivamente hasta dar un total de 49 plasmaciones que se corresponden con 49 niveles subjetivos del subconsciente

Con el Dzendveokh, estos sabios hermanos pudieron verificar el poder de las notas musicales sobre el opio y en general sobre todo lo creado. Si la música puede actuar sobre las cristalizaciones septenarias del opio, es lógico pensar que también puede actuar sobre los ocultos niveles septenarios del ser humano.

Siglos después de la muerte de éstos ilustrados hermanos, hubo un Rey que fundamentándose en las mismas teorías de los iniciados mencionados, construyó un instrumento musical llamado Lav-Merz-Nokh.

Este maravilloso instrumento tenía 49 cuerdas y siete octavas musicales que se relacionaban con las siete veces siete formas de energía cósmica y la raza humana pudo conocer en aquellos remotos tiempos el sonido Nirioonossiano del mundo. Todos los sonidos producidos por el planeta Tierra, en última síntesis vienen a dar este sonido Nirioonosiano, esas 49 notas en su conjunto forman la nota síntesis de éste gran sonido del universo, sostenido por la música.

Es de hacer notar que en éste aparato de 49 cuerdas, se podían tocar 49 notas colocadas en siete octavas, fue formidable para los iniciados ya que con cada nota se introducían en cada uno de los 49 niveles del sub-consciente.

El Maestro Samael da testimonio de que, en la segunda sub-raza de nuestra quinta raza Aria, en la China antigua, volvió a surgir un nuevo instrumento musical, derivado de los anteriores, y se le denominó Ai-Ata-Fan, con el cual se podían reavivar muchas maravillas de la naturaleza, este instrumento tenía también 49 cuerdas; 7 son las notas de la escala musical que multiplicadas por 7 dan por resultado 49 notas colocadas en 7 octavas.

La finalidad era profundizar en cada uno de los 49 niveles del subconsciente con el objetivo de lograr la quietud y el silencio mental, así la Esencia, el alma, la conciencia se escapaba para experimentar lo Real y penetrar en el vacío iluminador, que debe ser el objetivo de todo estudiante gnóstico. Nuestro universo está constituido por siete dimensiones y cada una de éstas, tiene siete sub-planos o regiones; este instrumento musical construido por el Rey Too-Toz, hacía vibrar intensamente las siete dimensiones.

Así pues, después de acabar con el parloteo de la mente, los adeptos de la Orden del Dragón Amarillo, al tocar el artista en el Ai-Ata-Fan cada nota, se iban introduciendo de nivel en nivel hasta llegar al número 49, tratando de comprender los defectos escondidos en cada una de esas trincheras mentales, si lo lograban, la mente quedaba quieta y en profundo silencio y el alma, la Esencia, se escapaba para experimentar la verdad, lo real.

Es necesario vaciar la mente de toda clase de pensamientos, deseos, pasiones, apetencias, temores, etc., para que venga a nosotros la experiencia de lo real.

Fue grandioso este período de nuestra raza aria porque floreció la sabiduría, todo era armonía y belleza, podían los adeptos lograr la auto-realización íntima del Ser, sentirse plenos. Actualmente ya no hay la posibilidad de usar los 49 sonidos del Ai-Ata-Fan, sin embargo, a nivel de principiantes, en la Gnosis tenemos un sistema práctico y sencillo para lograr la auto-exploración de los 49 niveles del subconsciente, con el fin de lograr el auto-conocimiento o conocimiento de sí mismo.

A través de la meditación podremos conocer la actividad de los cinco centros de la máquina humana en niveles cada vez más profundos de la mente.

Por medio de la meditación podemos detectar nuestros defectos, comprenderlos y eliminarlos. Por medio de la meditación podemos alcanzar la quietud y el silencio de la mente. ¿Quieren saber meditar estimados amigos?..., pues los invitamos a tomar el curso de meditación en nuestro portal.

La primera joya del dragón amarillo consiste en observar detenidamente la mente:

1. Ponemos música clásica en volumen suave.

2. Nos sentamos cómodamente en una silla o sillón y cerramos nuestros ojos, colocamos nuestras manos sobre los muslos.

3. Relajamos nuestro cuerpo escuchando atentamente la música clásica de Beethoven o Mozart.

4. Relajamos nuestra mente con una frece enigmática o Koan, para el cual la mente no tiene una respuesta: “Que magnifica montaña”, “Quién es ese cadáver que acaba de entrar”, etc. Con cualquiera de estos dos koanes, podemos relajar la mente, la cual, al no tener la respuesta, no le queda más remedio que quedar en silencio.

5. Pedimos ayuda a nuestros padres internos.

6. Observamos detenidamente la mente en toda su actividad, sin poner objeciones y sin identificarse con las escenas e imágenes que vayan surgiendo, estudiamos detenidamente cada pensamiento, cada imagen, cada acontecimiento, los sometemos a la comprensión, descubrimos que no tienen razón de ser, que no son importantes y finalmente nos imaginamos un abismo y los lanzamos en él como lo que son: cosas sin importancia, recordemos que el noventa por ciento de todo lo que pensamos no sirve para nada.

7. Amansar la mente: La segunda joya del dragón amarillo consiste en aquietar la mente, amansarla, someterla terminar con su cotorreo, con su palabrería ambigua que para nada sirve, para que así surja la iluminación. Todas las tempestades de nuestra existencia se gestan en la mente.

De modo que hay que enfrentarla una y otra vez, decirle con firmeza: ¿Qué es lo que tú quieres mente? ¿Qué es lo que pretendes?... ¡Déjame en paz!... ¡Te ordeno que me dejes de importunar, tú eres mi esclava hasta el final de los siglos!... ¡permanece quieta!… ¡obedece, acata, respeta!

Recalcamos que para poder meditar es esencial el silencio y la quietud de la mente, y así alcanzar el vacío iluminador, esa experiencia inefable en que nos sentimos parte de todo, nos sentimos siendo el río que corre sobre su lecho de rocas, la cascada impresionante, nos sentimos siendo el ave que vuela, la montaña, el volcán, el inmenso mar, el cielo inconmensurable, el lago quieto y apacible, el batracio que da saltitos, etc., etc. finalmente, damos gracias a nuestros padres internos… Hay que realizar diario esta práctica amigos.

La Mente Universal:

Conocemos muy poco sobre la mente. Es bueno saber que nuestra mente es parte de La Mente Universal, pero debido a nuestra degeneración ya no está a tono con La Mente Universal.

Debemos preocuparnos por cultivar una mente saludable pues existen las:

Epidemias Mentales

Si un hombre piensa tanto en sentido bueno como malo, las ondas que emanan de su mente llegarán al cuerpo mental de cada individuo. Las ondas mentales se propagan por todas partes. Cuando las ondas son de sabiduría y amor, benefician a todos aquellos que las reciben. Cuando las ondas están impregnadas con la devoción y veneración hacia Dios, llevan paz y consuelo a todos aquellos que están en sufrimiento.

Las ondas mentales venenosas dañan la mente ajena. Las ondas mentales de odios, crimen, vicio, envidia, codicia, lujuria, orgullo, pereza, gula, etc., producen epidemias mentales.

Las ondas mentales perversas envenenan con su radio-actividad a muchas mentes débiles. El caso de "los jóvenes rebeldes" es un buen ejemplo de lo que son las epidemias mentales. Los "revoltosos sin causa" se han convertido en una plaga mala y dañina.

Es necesario procurarnos una rica Higiene Mental:

Se necesita practicar higiene mental. Es urgente una medicina preventiva. Cultivemos la sabiduría y el amor. Hagamos mucha oración diariamente. Seleccionemos las obras de arte: les aconsejamos la buena música, la música clásica, la buena pintura, las obras de un Miguel Ángel, las Grandes Óperas, etc. Evitemos los espectáculos dañinos para la mente: los espectáculos sangrientos como el boxeo, la lucha libre, los toros, etc. Esta clase de espectáculos produce epidemias, mentales. Cuidemos nuestra mente, no permitamos que dentro del templo de nuestra mente penetren los malos pensamientos. Seamos puros en pensamiento, palabra y obra. Hay que Enseñar a los hijos todo lo bueno, lo verdadero y lo bello. Con todo esto, nos estaremos preparando para poder recibir otras cinco joyas del Dragón Amarillo que se irán manifestando en nosotros conforme avancemos en el trabajo interior.

(Libro Introducción a la Gnosis y Revista 35)

Enviado por: Instructor José Isabel Mauricio Vargas. ICQ Loreto, Zac. y Rincón de romos Ags.

Imagen: Estampa japonesa de un dragón.

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