Géminis.

Géminis

La tradición Veda relata la historia de los Dioses Gemelos “Asvin”, aquellos cuyo “látigo sabe a miel” quienes mediante el suplicio limpian las inmundicias de los hombres. Histórica y arqueológicamente corresponden al culto Griego a los Dioses gemelos, los “Dioscuros” Cástor y Pólux,  retomado por los Romanos, que, asistidos en batalla por los gemelos misteriosos  se les llamó desde entonces “gemini”, expresando las dos fuerzas primordiales en el universo, la unidad de los opuestos, el movimiento dialéctico en esencia.

Narra la mitología, que Zeus, el padre de los Dioses, concedió la inmortalidad a los Dioses gemelos, luego de merecerlo por grandes hazañas y batallas, pero se las concedió en forma alterna: mientras uno vivía como mortal, el  otro regiría como Deidad inmortal.  Representados en Rómulo y Remo fundadores del sacro Imperio Romano, Anfión y Zeto en Tebas, Apucatequil y Piguero los Dioses gemelos de los Incas, Hunahpú e Ixbalanqué los Dioses Gemelos Mayas, el Eros – Ananké de los Helenos, Frey y Freya entre los Nórdicos, Caín y Abel en la tradición Hebrea.

Los hermanos gemelos del Tarot representan la alternancia de la entropía con el orden y la creación, de la construcción con la destrucción,  inseparables en todo lo manifestado, imposible de coexistir al mismo tiempo. Evolución e involución, la muerte y la vida, materia y energía, materialismo y espiritualidad, conocimiento e ignorancia,  el arcano 10 del Tarot.

La constelación de Géminis nombra como Cástor y Pólux a sus dos estrellas principales. El nativo de géminis es  de doble personalidad por esta naturaleza, cambiante de un extremo al otro, amigos de grandes empresas pero volubles al mismo tiempo, emprendedor y a la vez irritable. En él se expresan el más grande éxito y el fracaso más rotundo.

Géminis rige los procesos de la naturaleza, la condensación de nuevas galaxias del polvo proveniente de la muerte o explosión de un sol,  las sutiles e incesantes transformaciones de la materia y la energía, la alternancia de la vida y de la muerte.  De la misma forma, en el microcosmos hombre, los procesos interiores se encuentran incesantemente regidos por Géminis, llevándolos a la reflexión rigurosa sobre el sacrifico, sobre el “amado látigo” de los Dioses gemelos del Indostan. Sacrificio y Géminis son sinónimo, la clave de toda transformación.

Del sacrifico voluntario de una materia grosera, de los padecimientos voluntarios, el estudiante gnóstico trabaja en forma inteligente con el principio universal de Géminis, de la materia bruta, del carbón, del hollín, obtiene mediante el sacrificio por la humanidad, la transformación en valores del corazón, lo que el carbón significó para la locomotora, movimiento, energía.

Géminis no significa la atadura inexorable al riguroso yugo mecánico de la naturaleza, ni la alternancia entre lo supremo y lo degradante. Las personas se hallan fascinadas por el ego con los aspectos materialistas, mecánicos y extremos de Géminis. La humanidad se conduce fatalmente por el sendero mecánico de Géminis, produciendo en el batallar de las antítesis, más mecanicidad y aferramiento a la rueda existencial del Samsara. Los procesos universales de Géminis, son la fuente de donde nacen Dioses y bestias.

Géminis es casa de Mercurio, las jerarquías de Mercurio están enseñando a la humanidad a viajar en cuerpo astral, ayudan a todo aquel que lo solicite.
Los ejercicios de Géminis tienen por objeto enseñar el uso y manejo del cuerpo astral, las fuerzas del sub-conciente entran en actividad durante el sueño y son las que ayudan en este proceso.

La lección de Géminis también nos enseña a vivir de momento en momento, sin identificarse con los eventos de la vida diaria. Los estudiantes gnósticos deben aprender a dividir la atención en tres partes: SUJETO, OBJETO Y LUGAR.

SUJETO.- No caer en el olvido de sí mismo ante ninguna representación.

OBJETO.- Observar con detalle toda cosa, toda representación, todo hecho, todo suceso, por insignificante que parezca, sin el auto-olvido de sí mismo.
LUGAR.- Observar detenidamente el lugar donde nos encontremos  preguntándonos a sí mismos: ¿Qué lugar es éste? ¿Porqué estoy aquí?

Dentro del factor LUGAR debemos incluir la cuestión de las dimensiones, comprobar la dimensión en la cual nos encontramos en determinado momento, recordemos que la naturaleza tiene siete dimensiones fundamentales.

Géminis, es  signo de Aire y casa de Mercurio.

Los nativos de Géminis son de recia voluntad; poseen gran valor, son versátiles y gustan de viajar. Sus vidas son una mezcla de éxitos y fracasos. A veces viven con comodidad, y por tiempos tienen que soportar mucha miseria. Son muy inteligentes y se irritan fácilmente. El defecto de los nativos de Géminis es querer resolver todas las cosas con la cabeza. Quieren siempre acallar la sabia Voz del Corazón y entonces se crean problemas y dificultades de toda índole.

Géminis

En la parte central de este hermoso cuadro encontramos la pareja perfecta simbolizando el misterio de las almas gemelas y de la transmutación de la energía creadora, encontramos también otros símbolos esotéricos que el adepto debe conocer, como el signo astrológico de este signo encerrado  en dos cuadrados entrelazados y los tres colores primarios: azul, rojo y amarillo y formando los dos cuadrados la estrella de 8 puntas, el ocho internamente son pruebas, debemos tener mucha paciencia y actuar siempre con equilibrio, el mono cinocéfalo nos indica el instinto sexual en su aspecto neutro, pudiendo hacer buen uso de él o utilizarlo en forma negativa.

Los dos animales inferiores: el Unicornio representa el mercurio, el elemento agua y el león al elemento fuego y el azufre, así como las dos columnas una roja y otra blanca indican estos mismos elementos en un aspecto más elevado y coronadas con el Sol y la Luna que representan las fuerzas masculinas y femeninas, respectivamente.

Hacia el lado derecho el trabajador de la Gran Obra, el Arcano 21 indicando la auto-vigilancia constante para no abandonar el camino, Al lado izquierdo el Angel del Arcano 14 mezclando las aguas puras de vida para lograr la creación del verdadero y auténtico hombre o mujer.

Práctica:

Acuéstese el discípulo en su lecho horizontalmente; relaje su cuerpo y haga cinco inhalaciones de aire con la intención de que la Luz penetre ahora en sus bronquios y pulmones. Abrirá sus brazos y piernas con cada inhalación, y cerrará brazos y piernas con cada exhalación. Luego, sentado en un cómodo sillón, ruéguele a su Intimo que se traslade a la Constelación de Géminis para que traiga a los Dioses Siderales de esos Templos, a fin de que preparen su organismo para la Magia Práctica.

Enviado por: Rafael Peralta, Salvador

“El Ser, el Íntimo, de cada uno de nosotros, tiene dos Almas Gemelas, la Espiritual y la Humana.” Samael Aun Weor.

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