Cáncer.

Cáncer

El signo zodiacal de Cáncer es casa de la Luna, el Angel que gobierna a este planeta es Gabriel.

La luna influye en la glándula timo que regula el crecimiento humano. Por ser del elemento agua interviene en todos los jugos lechosos de todas las especies vivientes. La luna influye sobre la sal y la sal es la base de todo lo viviente, dentro del organismo  humano existen las 12 sales de los 12 signos zodiacales.

Cáncer es el signo del Escarabajo Sagrado, animal emblemático de los egipcios que representa al alma reencarnante  pasando por la esfera de Cáncer  antes de tomar cuerpo físico.

Cáncer produce la enfermedad que lleva su nombre, una enfermedad karmática debida al mal uso  de la energía sexual.

La luna trae los egos a la matriz y la luna se los lleva, la concepción se realiza estando la luna en el signo de Cáncer, sin la luna la concepción es imposible.

Los primeros siete años de vida están gobernados por la luna, rige su crecimiento y desarrollo,  los segundos 7 años son mercurianos, es cuando el niño va a la escuela, está intranquilo, en incesante movimiento, el tercer septenio de vida, la tierna adolescencia comprendida entre los 14 y 21 años, están regidos por Venus, la estrella del amor, la edad del amor, época en que vemos la vida de color rosa, de los 21 hasta los 42 años estamos gobernados por el Sol, debemos definir nuestra vida, el septenio comprendido entre los 42 y los 49 años, es marciano, la vida se vuelve un verdadero campo de batalla, porque Marte simboliza la guerra.

El período comprendido entre los 49 y los 56 años es jupiteriano, lo cual significa que si tenemos a Júpiter bien aspectado es una persona respetada y si no tiene riquezas al menos tiene lo necesario para vivir muy bien, en cambio si Júpiter está mal situado en su horóscopo o no supimos vivir bien nuestra vida, sufrimos lo indecible, las personas carecen de pan, abrigo y refugio, son maltratados, etc.

El período comprendido entre los 56 y 63 años está regido por Saturno, el anciano de los cielos y la espada de la justicia,  pasando este período vuelve a regir la luna, ella trae al ego al nacimiento y se lo lleva.

El ego está vestido con cuerpos lunares, la luna se lleva a todos los egos, pero no a todos los trae nuevamente, por estos tiempos la mayor parte entran en los mundos infiernos, en las regiones sublunares, son pocos los desencarnados que pueden darse el lujo de unas vacaciones en los mundos moleculares y electrónicos antes de retornar a una nueva matriz por la puertas de la luna, son muchos los que retornan en forma mediata o inmediata.

Los extremos se tocan,  la muerte y la concepción se encuentran íntimamente unidas. La desintegración de todos los elementos que constituyen el cuerpo físico originan una vibración muy especial que pasa invisible a través del tiempo y del espacio, semejante a las ondas de la televisión que portan imágenes, son las ondas vibratorias de los fallecidos. Lo que es la pantalla a las ondas de las estaciones emisoras, es el embrión a las ondas de la muerte.

Las ondas vibratorias de la muerte portan la imagen del fallecido, esta imagen queda depositada en el huevo fecundado, así retorna el alma a tomar un nuevo vehículo físico.

Bajo la influencia lunar hay una atracción entre el zoospermo y el huevo fecundante, cuando existe la concepción ambos se funden en una sola unidad, los cromosomas inician su famosa  danza enredándose y volviéndose a enredar en un instante, así es como el diseño de alguien que agonizó y murió viene a cristalizar en el embrión. Cada célula ordinaria del organismo humano contiene 48 cromosomas, lo que recuerda las 48 leyes del mundo en que vivimos.

Toda forma humana, todo organismo es una máquina preciosa, cada cromosoma lleva en sí mismo el sello de alguna función, cualidad o característica especial, la combinación de las células reproductivas hacen que cada embrión sea único y diferente.

Los cromosomas en sí mismos están compuestos por genes y cada uno de éstos por unas pocas moléculas. Realmente los genes constituyen la frontera entre este mundo y el otro, entre la tercera y la cuarta dimensión, los factores de la herencia se encuentran en los genes, la herencia es el resultado del karma (Ley de Acción y Consecuencia), en la herencia llevamos el resultado de nuestras buenas y  malas acciones.

Las ondas de los moribundos, las ondas de la muerte actúan sobre los genes ordenándolos dentro del huevo fecundado, así se rehace el cuerpo físico perdido.

Práctica:

Se enseña en este signo zodiacal la práctica llamada Retrospección que debe practicarse antes de dormirse o en otro momento que la persona elija, debe hacer un ejercicio retrospectivo sobre su propia vida, como quien está viendo una película desde el final hasta el principio, o como quien lee un libro, de la última página a la primera, el objeto de esta práctica es auto-conocernos, auto-descubrirnos, reconocer las buenas y las malas acciones, estudiar nuestro propio ego lunar, hacer conciente el sub-conciente. Es necesario llegar hasta el propio nacimiento y recordarlo, un esfuerzo superior permitirá al estudiante conectar al nacimiento con la muerte de su pasado cuerpo físico, el sueño combinado con la meditación en el ejercicio retrospectivo nos permitirá recordar nuestra vida actual y las pasadas existencias.

En la lámina zodiacal correspondiente a este signo zodiacal encontramos el aspecto femenino representado en la Casta Diana, quien también simboliza las fuerzas lunares con las que el adepto debe trabajar en su propio laboratorio alquimista. La piedra característica de Cáncer es la perla, asociada  al mar y a las aguas puras de vida. En otro aspecto indica las virtudes del alma, cuando el adepto logra eliminar de su psiquis defectos que corresponden a la luna psicológica; la luna tiene dos caras: la visible y la oculta.

Cáncer

En la parte superior vemos varios objetos que más allá de su carácter simbólico son de fundamental importancia para el esoterista y alquimista. El Pentagrama Esotérico que simboliza al hombre auto realizado, el globo con la cruz (Imperator) expresa  el dominio de la mente, la espada la voluntad, el cáliz o copa el Santo Grial, el báculo: la espina dorsal donde se manifiestan los poderes del iniciado.

El cuarto signo zodiacal expresa la fecundación, el trabajo del adepto debe ser fecundo.

Como características predominantes, los nativos de éste signo tienen un carácter tan variable como las fases lunares, a veces llenos de fuerza, de emotividad y luego débiles emocionalmente, introvertidos, tienen disposición para las artes manuales y prácticas, disponen de una viva imaginación pero deben cuidarse de la imaginación mecánica llamada fantasía, son de naturaleza suave, retraída, encogida, poseen virtudes caseras, sin embargo encontramos algunos individuos demasiado perezosos, pasivos, flojos. Como el escarabajo, poseen fuerza de voluntad cuando se lo proponen, prefieren perder una pata a perder su presa.

Enviado por: José Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags. México

“La luna se lleva y se trae a los fallecidos. Los extremos se tocan. La muerte y la concepción se encuentran íntimamente unidas. La senda de la vida está formada con las huellas de los cascos del caballo de la muerte”. Samael Aun Weor.

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