RAPHAEL

Arcángel Rafael, Bartolomé Román Siglo XVI

Arcángel Rafael, Bartolomé Román Siglo XVI

 La tradición esotérica crística, narra sobre los siete cosmocratores, o los 7 Elohim que son emanaciones primarias del Dios único, de Jehová. Elohim es una palabra hebrea que se traduce como “el nombre de Dios”. Son los seres divinales más cercanos al señor, quienes, según la biblia, están sentados en el trono al lado de Dios.

El vocablo Elohim, también implica una traducción y connotación plural (dioses y diosas), lo que nos recuerda los principios masculino y femenino de la creación, la sexualidad trascendente y a la Divina Madre.

Ellos son los 7 creadores del universo, rigiendo cada uno, una respectiva ronda de manifestación de todo lo creado: desde que el universo se manifestó en el plano mental de la mente cósmica, pasando luego a la manifestación en el plano astral, siguiendo al etérico, hasta nuestra actual cuarta ronda de manifestación en el plano físico. Es decir, nuestro presente universo de la geometría, de la química, de la física, del espacio - tiempo, de la infinita sucesión de causas y efectos mecánicos. Faltarán por venir, las rondas etérica, astral y la ronda mental, cada una en una octava superior, para que venga luego la gran noche cósmica.

Ellos lo rigen todo, los 7 Elohim, los 7 arcángeles: Gabriel, Raphael, Uriel, Michael, Samael, Zachariel y Orifiel, desde el espacio infinito, los átomos, los planetas y las casas zodiacales, hasta el microcosmos hombre, su cuerpo, sus ritmos vitales, gobernando por imperio de la ley del siete, que ordena toda la creación.

Rafael, cuyo nombre hebreo significa “Dios sana”, es el segundo de los siete Elohim. En la tradición islámica, es el encargado a tocar la trompeta el día del juicio final, el guardián de la ciencia, de la medicina, de las curaciones y la salud de la humanidad. También de todo lo relacionado con la mente; con los pleitos judiciales, asuntos intelectuales, etc.

Tobías y el ángel. Eduardo Rosales 1858-1863

Tobías y el ángel. Eduardo Rosales 1858-1863

Durante la segunda ronda de manifestación, cuando el universo se desarrolló en el plano astral, trajo el evangelio crístico a la humanidad para que aquéllos quienes realizaran la gran obra, lograrán el estado de hombres verdaderos, de ángeles y se liberarán del ciclo del eterno retorno, para servir a todas las criaturas sintientes en su liberación. Develó que sólo a través del sabio uso de la energía sexual, de la muerte del yo y del sacrificio desinteresado por la humanidad, es posible recuperar el estado de hombre verdadero.

Rafael es el regente del planeta mercurio. Gobierna el elemento viento, por lo mismo y como parte de nuestro propio Ser, auxilia a controlar nuestros pensamientos y a lograr tener un centro mental permanente. También, el viento es quien pone todo en movimiento, por ello dirige la vida del ser humano de los 7 a los 14 años, tiempo en el que se forma la personalidad, marcando la inquietud, la escuela y el afán por crecer y saber.

En el cuerpo humano gobierna las vías respiratorias, hombros y brazos, con un color azul marino intenso. Es el regente la casa de géminis, bajo la cual el metal es el azogue; la piedra el berilio oro; el perfume la almaciga; la planta la madreselva; la flor el crisantemo, y el día de la semana corresponde al miércoles.

Las jerarquías divinas de color amarillo de Mercurio bajo el regente Raphael, le dieron al hombre el cuerpo búdico o alma – espíritu y también están enseñando a la humanidad a viajar en cuerpo astral de forma consciente y voluntaria, las auténticas escuelas de misterios se encuentran en este plano astral, por ello es necesario que los estudiantes aprendamos a adentrarnos en esos recintos sagrados a recibir enseñanza directa de los Maestros. Los ángeles de Mercurio ayudan a toda persona que solicite ayuda.

Rafael se muestra como un anciano con larga barba, porta un tridente que representa a los átomos en su incesante cambio. Como cosmocrator, Raphael maneja la transformación del universo a través del proceso creación – destrucción, que en la antigua Roma era representado como el misterio de los hermanos Cástor y Pólux. Es la contradicción de opuestos para crear nuevos mundos, es el movimiento dialéctico del universo.

Por la misma naturaleza del pensamiento y del movimiento, las personas nacidas bajo esta casa son irritables y pretenden resolverlo todo a base de intelecto. Son duales y contradictorios en sus vidas, con tendencia a juzgar a los demás erróneamente. Pasan de ser los mejores amigos a acérrimos enemigos.

Sin embargo, ninguna influencia sobre nuestras vidas es absoluta. Nada hay que determine nuestro destino en forma rígida e inexorable, ni el mismo karma. Ningún sufrimiento, ninguna condición favorable o desfavorable, ninguna influencia astrológica debe ser impedimento en el despertar de la conciencia. Lo que se apega al sufrimiento, dijo el Buda, es el mí mismo, el yo, que busca placeres aquí y allá y se aferra al ciclo del infinito nacer y morir.

Lo que sí tenemos por cierto, por verdadero e inevitable es nuestro aquí y ahora, la vida cotidiana en cada uno de sus detalles. Nuestro diario vivir, el de cualquiera, en las asperezas del día a día, en el conjunto de relaciones personales, sentimentales, de trabajo, representa la única oportunidad para el despertar de la conciencia.

Es indispensable aprender a vivir de instante en instante, mediante el recuerdo de sí y la auto observación psicológica. Sólo eliminado a nuestro yo, que representa: el orgullo, la ira, lujuria, avaricia, pereza, vanidad, miedo, egoísmo y todo tipo de complejos de inferioridad e inseguridad, es como deviene lo nuevo dentro de nosotros.

No importa en qué lugar del mundo nos sorprenda la tempestuosa marea de nuestra mecánica realidad, si en la opulencia o en la pobreza; en la tragedia o en la bienaventuranza; en las duras tareas del campo bajo el ardiente sol o en una cómoda oficina, ya que todo se mueve por la ley del péndulo, va y viene. Por lo tanto, es nuestra transformación interior la razón, única y última, de nuestra existencia a cada instante. Facultades, magia y experiencias trascendentales… vendrán por añadidura.

Enviado por: Dr. Rafael Merazo. Colaborador avanzado, El Salvador.

Los Señores de Mercurio están ya enseñando a la humanidad a viajar en Cuerpo Astral. Al discípulo le toca inevitablemente aprender a viajar en Cuerpo Astral. Las auténticas Escuelas de Misterios se encuentran en el plano Astral, por ello es necesario que el discípulo aprenda a "Salir" en Cuerpo Astral. Hay necesidad de que el estudiante aprenda a entrarse en esos Santuarios de Instrucción Interna para recibir instrucción directa de los Maestros de la Gran Logia Blanca. Samael Aun Weor

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