Aries

Imagen: John Bevis – Aries. 1750.

21 Marzo-19 Abril

El signo zodiacal de Aries gobierna la cabeza

En adición al centro intelectual, en nuestra cabeza encontramos dos chacras (o centros magnéticos) y tres átomos particulares.

Estos átomos no son de aquellos que aparecen en la Tabla Periódica, sino “partículas divinales, indivisibles” que se corresponden con las fuerzas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas tres fuerzas, de forma constante, hacen un esfuerzo por mantenernos en armonía con el Universo.

El átomo del Padre existe en el Hipotálamo, al centro de la cabeza. Esta es la glándula que conecta nuestro sistema nervioso con nuestro sistema endocrino y opera en la máquina humana como un “centro de control.” Este átomo se corresponde con el cerebro y el humanoide falla de percibir sus impulsos debido a la batalla de los opuestos que se manifiesta en la mente de forma constante.

Todas nuestras contradicciones son variadas formas psicológicas que se alimentan de nuestras teorías, deseos, dogmas, miedos, ideas fijas, resentimientos, incertidumbres, etc.

El átomo del Hijo existe en la glándula Pituitaria, localizada en la raíz de la nariz. Esta “glándula principal” está gobernada por el chacra del entrecejo (Ajna) y a nivel físico tiene influencia sobre el sistema inmunológico, los procesos del sistema reproductivo, y el comportamiento.

A nivel superior, Ajna nos confiere la videncia de los planos superiores del Universo. Desde la Pituitaria, el átomo del Hijo se corresponde con el corazón del hombre, pero el humanoide falla de percibir sus impulsos por la forma desmesurada en la que desgastamos nuestra fuerza creadora.

Cada vez que el Ego reacciona ante una impresión de orgullo, lujuria, codicia, pereza, etc., nuestra energía se pierde inútilmente en nuestros estados de excitación, preocupaciones, inseguridades, estrés, etc. Mientras estas reacciones existan, las facultades de Ajna no pueden manifestarse en todo su esplendor para servir el Ser.

Por último, el átomo del Espíritu Santo existe en la glándula Pineal, al tope de la cabeza, y se corresponde con nuestros órganos sexuales.

Su función a nivel físico es responsable de mantener un balance en los ciclos de sueño, la protección de las células, y nuestro sistema reproductivo.

Esta glándula es gobernada por el chacra de la coronilla (Sahasrara), centro magnético que confiere lo que el V.M. Samael llama “poderes extraños y el dominio sobre el tiempo y la muerte”.

Este chacra es “la morada de Shiva” (el Espíritu Santo) y René Descartes se refería a esta glándula como “el asiento del Alma”, pero el ser humano es incapaz de percibir sus impulsos, pues todo impulso es malinterpretado por el Ego buscando satisfacer deseos, apetencias, y antojos.

Aries influye la cabeza y en la cabeza existen de forma latente la facultad de ver los fenómenos en planos superiores del Universo, poderes inconmensurables y dominio sobre el tiempo y la muerte.

Aries es la casa del Guerrero de Marte

Las “casas” astrológicas no necesariamente indican un “lugar de albergue”. Se dice que Aries es la casa de Marte porque entre ambos existe cierto linaje, más bien según su desarrollo “vienen del mismo origen” a través de sucesivos días cósmicos o Mahanvantaras.

Este linaje lo vemos manifestado también aquí en el plano físico, pues conociendo el misterio de la Transmigración de las Almas, vemos que en el mundo mineral los procesos evolutivos llevan la chispa de consciencia, o Mónada de naturaleza del fuego, a alcanzar cierta maestría en su carácter individual como el metal del hierro (que significa “metal sagrado”) y posteriormente como el mineral precioso del Rubí (del latín rubeus o “rojo”).

En el reino vegetal experimenta su primera individualidad y tras varios ciclos evolutivos alcanza cierta maestría en el Departamento de los Claveles y más tarde, se gradúa del Departamento de los Robles.

En el reino animal alcanza su maestría y se simboliza con un Carnero, representando su capacidad de escalar las más altas montañas (símbolo de la iniciación).

Al recibir de su Madre Divina un cuerpo humano, estas mónadas han alcanzado el pico de su evolución y deberán entonces padecer de sacrificios voluntarios, revolucionar su consciencia y fabricar los vehículos solares para poder dar “El Gran Salto” a los reinos superiores.

Todos estos procesos se verifican a nivel físico bajo la influencia electromagnética del Planeta Marte y a nivel superior, por la influencia del Regente o Genio de Marte, el Arcángel Samael.

Los nativos de Aries son de naturaleza guerrera

En Grecia consideraban el Regente de Marte como el dios de la guerra y le llamaban Ares (Aries). Los antiguos romanos le llamaban Marte, pero para los Romanos en adición a verle como el dios de la Guerra, también le consideraban el “guardián de la agricultura”, encargado de proteger las labores de la [Tierra Filosofal] y los procesos de purificar las aguas (el misterio de la Magia del Amor) y el cultivo de las semillas (las facultades del Ser).

La influencia guerrera de Marte tiene como propósito energizar los tres factores de la Revolución de la Consciencia; por consiguiente, el tipo superior de Aries usa estas fuerzas para darle la batalla al Ego, para ser “centinela en tiempo de guerra”, para mantener el recuerdo de sí, emprender las prácticas e integrar la doctrina.

El tipo superior de Aries sabe, de forma consciente, que la batalla es contra sí mismo. Sin embargo, el tipo inferior de Aries falla en transformar las impresiones y le pasa estas fuerzas a su carácter reaccionario; se encolerizan fuertemente y como resultado les es difícil ser felices en el amor, pues la fácil irritabilidad que poseen los conduce a disgustos y separaciones conyugales.

…como quiera, que poseen una gran energía marciana, se sienten capaces de embarcarse en grandes empresas y de llevarlas a buen término.

Samael Aun Weor

Practica

Durante la regencia de la constelación de Aries, sea usted Ariano o no, hay ejercicios que se deben practicar para despertar las facultades latentes de la cabeza:

Primera Práctica:

- Siéntese el discípulo en un cómodo sillón, y durante cinco minutos, permanezca sin pensar en nada.

- Órele al Íntimo y pídale que se transporte al Templo Corazón de la Constelación de Aries, que haga los saludos de reverencia y que dé los siete pasos hacia el interior del Templo, para postrarse ante los pies del Genio Principal de Aries.

- Ruéguele al Genio Principal que le despierte los poderes ocultos de su cerebro y que inunde su cabeza con Luz.

- Cante al mantra Aom (AAAAA OOOOO MMMMM) cuatro veces.

- Póngase de pie (preferiblemente hacia el Este), extienda su mano derecha y mueva su cabeza 7 veces hacia adelante, 7 veces hacia atrás, 7 veces dándole vueltas hacia la derecha, y 7 veces dándole vueltas hacia la izquierda. Haga este ejercicio con la intención de que la Luz inunde y actúe dentro de todas las glándulas del cerebro.

Segunda Práctica

- Durante este signo, el discípulo deberá vocalizar diariamente, durante una hora, el mantra “I” así: IIIIIIIIIIIIIIIII, inhalando por la nariz y dedicando la exhalación completa al mantra. Esta vocal hará vibrar en armonía los chacras de la cabeza, despertando la clarividencia.

Durante estos ejercicios, el discípulo será asistido por las Jerarquías de Aries. Ellas les despertarán sus poderes y le sanarán su cerebro.

Detalles de Aries (21 Mar-19 Abr)

Elemento:           Fuego

Planeta:               Marte

Metal:   Hierro

Piedra: Preciosa: Rubí

Flor:       Clavel Rojo

Planta: Roble

Perfume:            Mirra

Regencia:            Cabeza

Color:    Rojo

Palabra:               Clave: Acción

Regente:             Samael

Día:        Martes

Genios Zodiacales:          Sataaran y Sarahiel

Que todos los seres sean felices.

Enviado por: Ricardo Santana: Instructor ICQ Arizona.

Imagen: John Bevis – Aries. 1750.

“No podemos negar que las influencias de los signos existen y nos manejan mientras no se haya hecho una revolución psicológica dentro de sí mismos” Samael Aun Weor

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