El uso correcto de la palabra

“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios”, “Y el Verbo era Dios”. “Este era en el principio con Dios”. “Todas las cosas fueron hechas por Él”. “Sin Él nada de lo que existe, hubiera sido hecho”. Juan 1:1, 2, y 3.

Budha

Juan inicia su Evangelio con ésta  hermosa cita que nos invita a reflexionar la importancia del verbo como verdadero atributo divino.

Las palabras son consideradas  sagradas porque guardan relación con el alma, se dice esotéricamente que nuestra parte espiritual conecta con tres grandes aspectos que se relacionan con el lenguaje:

1.- La divina: Es Dios creando a través del Verbo.

2.- La mental: Genera pensamientos dentro de la naturaleza del hombre.

3.- La física: Que se hace tangible a través de nuestros  actos.

El V.M. Samael nos dice que los actos  se ligan al karma, por esta razón debemos utilizar correctamente la palabra.

¿Sabes tú lo que son las palabras mentirosas? Las palabras embusteras engendran monstruos. ¿Habéis visto alguna vez el nacimiento de algún niño monstruoso? Ese es el Karma de la palabra falsa pronunciada en vidas anteriores.

En toda Palabra existe un valor externo y otro interno. Es precisamente el valor interno la sustancia principal de la palabra. El elemento interno de la palabra no se encuentra comprendido dentro de nuestro espacio tridimensional. El elemento interno de la palabra hay que buscarlo en el espacio superior,  en Dimensiones Superiores a la nuestra. Nuestro espacio aparece ante nosotros únicamente como una parte del espacio Superior. Así es como llegamos a la conclusión de que nosotros no conocemos todo el espacio. Lo único que conocemos es esa pequeña parte que puede ser medida en términos de longitud, latitud y altura.

El Mundo y la y la Conciencia son realmente el resultado de la Palabra. El espacio tridimensional es una propiedad de nuestra percepción material. Cuando mejoramos la calidad de las representaciones mejora también la calidad de las percepciones y entramos en las dimensiones superiores del espacio donde el mundo tridimensional ya no existe y solo queda en nuestra memoria como un sueño. (Samael Aun Weor)

En tiempos antiguos se prohibía a los "Iniciados" hablar públicamente de los viejos cataclismos, por temor de traerlos nuevamente a la existencia. Los "Iniciados" sabían bien que la palabra tiene íntima relación con los cuatro elementos de la naturaleza, y que hablar de un cataclismo, es tanto como evocarlo y traerlo nuevamente a la existencia; y por ello se prohibía a los "Iniciados" hablar de las viejas catástrofes fuera del templo.

Toda palabra cristaliza mediante los Tatwas, y así es como la humanidad se ha creado su vida actual, (desastrosa y terrible), mediante el poder de la palabra. En la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, era imposible que faltara el "gallo". Este animal simboliza al "verbo"...

El Tercer Aspecto del Óctuple Sendero el RECTO HABLAR, incluye además, dos de los cinco preceptos:

1.- Abstenerse de no decir lo que es propio: Saber hablar cuando se debe hablar y callar cuando se debe callar, tan malo hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar.

2.- Abstenerse de mantener visiones equivocadas de la realidad: Debemos desintegrar el yo de la fantasía, por este defecto, falseamos la realidad, tanto de uno mismo como del entorno que nos rodea.

 Aquel que quiera entrar en la senda de la perfección tiene que cuidar de:

NO MENTIR: Debemos fomentar la verdad,  toda palabra debe ser sopesada antes de articularse, porque cada palabra produce utilidad o daño.

NO CALUMNIAR: Ésta causa desunión, rompiendo  la armonía en amigos, familia, trabajo, etc., tampoco debemos expresar lenguaje frívolo porque carece de sinceridad. Cada palabra debe ser una verdadera Sinfonía, cada frase debe estar llena de belleza espiritual.

NO UTILIZAR LENGUAJE ILÍCITO: Porque borra el sentimiento de amor del corazón, evitemos el lenguaje obsceno o de doble sentido porque éste crea efigies (imágenes) tanto en el que habla como en el que escucha.

El hombre perfecto habla palabras de perfección. El estudiante gnóstico que desee seguir el camino de la Revolución de la Dialéctica, debe habituarse a controlar el lenguaje, debe aprender a manejar la palabra.

Cuando la palabra surge de entre las entrañas del Ser proviene de la Esencia y está llena de plenitud, de belleza interior, más cuando surge de las entrañas de tal o cual agregado psíquico está condicionada por el mismo, por lo tanto no tiene elasticidad, no tiene ductibilidad, no es íntegra y produce en el ambiente, discordia y problemas de todo tipo… Samael Aun Weor.

Una palabra dura nos persigue y cae más tarde sobre el que la pronunció, como un rayo de venganza. No solamente se fornica con el acto sexual: Hay otro género de fornicación con la palabra. El mal uso de la palabra también es fornicación: La fornicación de la palabra crea larvas y desgracias. Duele ver cómo las gentes abusan de la palabra y llenan de dolor al mundo. La maledicencia es la peor de las blasfemias. Uno debe realizar, en sí mismo, la perfección de la palabra y del lenguaje. Uno debe comprender la responsabilidad de la palabra. Uno debe aprender a manejar el órgano Sexual del Verbo.

Pero, cuán  difícil es para el Animal Intelectual equivocadamente llamado “hombre” dominar lo  que habla; es más fácil domar bestias y seres de las aguas, de los aires etc., que dominar nuestra propia lengua, por eso, Santiago, en Hechos de los Apóstoles dedica el capítulo 3 a LOS PECADOS DE LA LENGUA: “Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana. Pero ningún hombre puede domar la lengua, es un látigo incansable lleno de mortal veneno…” Santiago 3, 5, 6, 7 y 8.

Los labios del necio provocan disputas, y su boca atrae los golpes. La boca del torpe es su ruina  y sus labios una trampa para su vida. Las palabras del chismoso son bocados apetitosos, que llegan hasta el fondo de las entrañas. La muerte y la vida están en poder de la lengua, los que la aman comerán de su fruto. Proverbios 18: Ver. 6, 7, 8, 21.

Los MANTRAMS (palabras de poder) son la combinación fonética hecha con sabiduría. Así,  un Mantram es una sabia combinación de las letras cuyos sonidos determinan efectos espirituales anímicos y también físicos. Antes de que se revelaran todos los idiomas de la Torre de Babel, sólo existía una  lengua única, un lenguaje de oro... un idioma universal. Ese idioma tiene su Gramática Cósmica perfecta. Las letras de esa lengua de oro, están escritas en toda la naturaleza. Quien haya estudiado las runas nórdicas, y los caracteres hebreos, chinos y tibetanos, podrán INTUIR ese "Lenguaje Cósmico" con sus letras enigmáticas. (Samael Aun Weor).

La Palabra es la mensajera del pasado, del presente y del futuro, la palabra articulada produce sonido y éste viaja a través del espacio, la palabra es la cómplice  del tiempo, la palabra es un arma de doble filo, que todo ser humano tiene la obligación de aprender a manejar; con ella podemos curar, pero también matar. La Palabra es la sinfonía que sale del corazón para entonar bellos versos, pero también es el vehículo capaz de fulminar al más fuerte. ¡Cuida tus pensamientos porque ellos generan lo que hablas!...

Enviado por Nelly López Villa. Estudiante del curso de Instructores. Hermosillo, Sonora. Fotografía de Martha Rodríguez Licea

“Habla para que yo te conozca”. Sócrates

Descargar en: Word | Zip | Pdf | Texto | Índice | 01 | 02 | 03 | 04 | 05 | 06 | 07 | 08 | 09 | 10 | 11 | Papel Tapiz
Suscribirme