Café

Esta notable y benéfica Planta (Coffea arábica) es un Arbusto de hojas opuestas oblongo – aovadas, acuminadas y lampiñas, de flores dispuestas en pedúnculos axilares cortos a agregados y de semillas duras, ovales, convexas por un lado, planas por el otro y marcadas con un surco longitudinal, de color ceniciento y sabor amargo y aromático.

Un Pastor de Etiopía observó cierta noche, que sus Cabras y Camellos no habían dormido como de costumbre por haber encontrado una Planta cuyas hojas, frutos y tallos, comían ansiosamente pretendiendo cada vez comer más... Tal fue la sorpresa del Pastor, que decidió consultar con los Frailes de un Convento que había en las cercanías para exponerles un caso tan extraordinario. Así lo hizo. Pero al terminar sus explicaciones, fueron los mismos Religiosos a observar la Planta, invadidos del deseo de estudiar el prodigio. Cual no sería su extrañeza, al ver que se trataba de una Planta conocida que les hizo exclamar con júbilo: Esta planta es nuestra y lleva nuestro nombre... Hay que advertir que Cafea era el pueblecito donde radicaba el Convento.

Luego informaron al pastor, que se servían de este arbusto, cuya infusión tomaban frecuentemente, para estar siempre despiertos y con cierta excitación grata a Dios. Esta Planta la habían considerado con un obsequio de la Divinidad exclusivamente para ellos y por eso habían reservado su divulgación. Pero ya que él la había descubierto, era ésta una señal de que debiera ser para todos. A partir de ese instante, fue dada a conocer...

Examinada esta Planta, se han podido extraer de su simiente muchos principios inmediatos. Entre ellos un alcaloide curioso llamado la Cafeína y una gran parte de ácido fórmico.

Así como para el Mundo comercial el descubrimiento de América por colón trajo una nueva época, así la introducción del Café influyó de una manera acentuada sobre la mentalidad del hombre por la acción que ejerce en los órganos del pensamiento. Tomada en infusión excita el sistema nervioso singularmente, priva del sueño y da una gran lucidez a las ideas. Delille, el poeta francés, después de hacer la apología del vino, exclama entusiasmado: “Hay un líquido predilecto del Poeta, del que careció Virgilio y que adoraba Voltaire. Ese líquido eres tú, divino Café, que sin perturbar el cerebro, ensanchas dulcemente el corazón”...

El Café, marca época y procedente de Etiopía, se ha adueñado del Mundo entero siendo uno de sus principales factores comerciales.

Como remedio, lo consideramos grandioso. Hace muchos años que un indio del Estado de Vera Cruz, en México, nos enseñó un modo raro de curar la Malaria. Es empirismo, si se quiere, sin base científica, pero nosotros por la curiosidad lo aplicamos en miles de casos con un resultado sorprendente. A esto fuimos, por nuestra aversión constante hacia la Quinina que como único remedio es recetado contra el Paludismo. Sean honrados los Médicos y declaren que si bien es estimable como preventivo, no lo es así como curativo.

El remedio del Indio consiste, en tomar un puñado de Café crudo y echarlo a hervir hasta lograr una buena infusión de este modo. Luego, se deja enfriar durante varias horas después de colarlo cuidadosamente. Ya colado y en frío, se añade a un vaso de esta infusión el zumo de tres a cuatro Limones, con una cucharada de Alquitrán de Gougeot; esta mezcla, de no muy buen sabor, se toma en ayunas durante una semana. Es segura la curación del Paludismo. Invitamos pues a hacer la prueba, ya que por todas partes y muy principalmente en los Países cálidos, azota esa enfermedad. Nosotros hicimos los análisis correspondientes y hemos comprobado que el remedio tiene base científica, aunque nunca lo quisimos explotar, para ofrecerlo ahora abiertamente en beneficio de todos.

Generalmente queda algo de malestar en la convalecencia de esta enfermedad y para ello tenemos un extracto de Rosas que acaba con todo.

En un Hospital de Dresden han recetado con gran éxito Café hecho carbón. Así que se quema el café, se tuesta más allá de lo acostumbrado, llegando a ser carbón. Pulverizado se da contra inflamación de la garganta, anginas y sobre toda la apendicitis puede ser curada en un día, evitando así la operación, que nunca está exenta de peligro.

Intro | Capítulo: I | II | III | IV | V | VI | VII | VIII | IX | X | XI | Algarrobo | Áloe | Apio | Beleño | Café | Ajo | Farigola | Apio | Cebolla | Vid | Mandrágora | Muérdago | Miel | Naranjo | Nogal y Avellano | Conclusión | Descarga: Word | Texto | Pdf | Zip |