Libro: Nacimiento de Colibrí Zurdo - Huitzilopochtli

Introducción

Si anhelamos con toda la fuerza de nuestra alma, descubrir la senda que pueda conducirnos a la verdad, solemos encontrar complejos laberintos, tal como fue en un remoto pasado cuando el aspirante buscaba el camino, sólo que ahora estos son las innumerables teorías existentes, contradictorias, más amargas que la hiel.

En estas condiciones, y sumando que nos encontramos en una edad donde abundan las tinieblas de la ignorancia espiritual, es muy difícil descubrir el camino a la luz de la sabiduría inmortal, es sumamente complicado dar con las claves que realmente puedan transformarnos y redimirnos.

Abundan como la mala hierba las escuelas, religiones y filosofías que nos prometen la verdad, y al paso del tiempo quedamos al final desilusionados, pues no encontramos lo que en el fondo del corazón siempre hemos anhelado.

Almena Caracol. Caracol partido a la mitad, símbolo de la estrella de la mañana, Venus, el amor (Museo de Antropología e Historia México)

Almena Caracol. (Museo de Antropología e Historia México). Caracol partido a la mitad, símbolo de la estrella de la mañana, Venus, el amor

Afortunadamente hay algo, de lo cual podemos aferrarnos, entre este intrincado mar tempestuoso de opiniones que sólo nos confunden.

Eso que en verdad nos puede señalar el camino correcto, es la enseñanza que los más sabios maestros encerraron en los códices, papiros, libros sagrados del mundo, pirámides, sepulcros milenarios, leyendas, cuentos y mitos ancestrales.

“Quien tenga ojos para ver, que vea”, nos dice el gran maestro Jesús, y eso es, en lo que tenemos que ocuparnos, para descubrir que el camino a la luz, está sabiamente descrito en cada enseñanza milenaria, como lo es el mito del nacimiento de “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli] de las viejas tradiciones de México y que afortunadamente encontramos en el Códice Florentino.

Este mito relata el origen milagroso de “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], concebido tan solo por una pluma que bajó del cielo y que guardó en su vientre su madre “La de Falda de Serpientes” [Coatlicue]; narra el peligro que se ven expuestos de muerte por parte de sus cuatrocientos hermanos, encabezados por la hermana mayor llamada “La Adornada de Cascabeles” [Coyolxauhqui] y por último la derrota y muerte de estos.

En un solo mito, podemos descubrir varias enseñanzas entremezcladas majestuosamente, ocultas bajo el velo del misterio, para que sólo el que tenga entendimiento –como dice el gran maestro Jesús–, entienda, pues aquí hay sabiduría.

“Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli] es el sol, “La adornada de cascabeles” [Coyolxauhqui] la luna y los cuatrocientos Surianos las estrellas, nos muestran a manera de delicioso relato la cosmogonía antigua.

Al mismo tiempo, nos relatan el trabajo que se podría llevar a cabo en el interior del ser humano para lograr la auto realización íntima del Ser, en este sentido, debemos buscar y encontrar a cada personaje, no en el pasado, sino en este preciso instante, pero en sí mismos.

Deberemos hacer esta historia carne y vida, para encontrar la felicidad verdadera, la libertad interior y obtener esa sustancia que emana de la misma divinidad llamada: paz; es decir, encontraremos una didáctica concreta para la muerte de nuestros defectos psicológicos.

El camino secreto está en el fondo de cada ser humano y en estas enseñanzas milenarias, nos muestra cómo encontrarlo; acompáñanos a desentrañar estos misterios sagrados y bebe de esta sabiduría iniciática que ha estado siempre en tu interior.

“La adornada de cascabeles” [Coyolxauhqui]. . (Museo del Templo Mayor, México)

“La adornada de cascabeles” [Coyolxauhqui]. (Museo del Templo Mayor, México)

-------- Nota: Se le llama: “Códice Florentino” al escrito titulado: “Historia general de las cosas de Nueva España” realizado por el monje franciscano español Bernardino de Sahagún, entre los años 1540 y 1585. La versión del “Mito del Nacimiento de Huitzilopochtli” que se interpreta en este libro es la traducción de Miguel León-Portilla de su obra: “México-Tenochtitlan: Su Espacio y Tiempo Sagrados. INAH. 1979”.