Libro: Nacimiento de Colibrí Zurdo - Huitzilopochtli

Capítulo 10 El Culto a “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli]

Nos hemos alejado de lo divinal, ni siquiera ya, sospechamos que existe una chispa inmortal divina en las profundas reconditeces de sí mismos; dice Jesús en el evangelio gnóstico de Tomás: “Partid un leño y allí estaré Yo, levantad una piedra y allí me encontrareis”.

«Y este Huitzilopochtli, según se decía, era un portento, porque con sólo una pluma fina, que cayó en el vientre de su madre, Coatlicue, fue concebido. Nadie apareció jamás como su padre.» (Códice Florentino)


Origen Divino

Resulta asombroso descubrir que el origen de “Colibrí zurdo” [Huitzilopochtli] sea de forma muy similar al de Jesucristo y también el de los gemelos divinos del Popol Vuh; aludiendo a que el Cristo íntimo tiene sus raíces en lo divinal y atemporal.

En las tradiciones de la India milenaria, encontramos muchas referencias al carácter divino y eterno del Cristo interno, por ello es que nadie apareció jamás como su padre, buscando con esto el sentido de que el Cristo interior debe ser una sola cosa, con aquello que no tiene nombre, ni orillas, ni tiempo…

El Cristo íntimo, “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], es un fragmento, una chispa de la gran hoguera universal, es por ello que nadie apareció jamás como su padre.

¿Habéis oído hablar de Anupadaka? El sentido estricto y riguroso de esta palabra significa: "Sin padres, sin progenitores". Osiris es el padre que está en secreto, la Mónada particular de cada cual. Isis es la duada; el aspecto femenino; la divina Madre Kundalini. Horus es el íntimo, nuestro Espíritu divino; La Tríada. Resulta fácil entender que cuando Horus sale victorioso en las batallas contra los demonios, rojos. (Yoes Diablos), entonces se da el lujo de tragarse su propia alma. Después del banquete viene lo mejor; padre, madre e hijo; Osiris, Isis, y Horus, tres divinos fuegos con alma diamante se mezclan, fusionan, e integran, para formar una sola llama; un Anupadaka. El Señor oculto, el sumido en el Absoluto dentro de la inagotable e inconcebible felicidad, el anupadaka, no puede tener padres, puesto que es existente por sí mismo y Uno con el Espíritu universal de vida. (Samael Aun Weor, Mi Regreso al Tíbet)

Señora de la tierra [Tlaltecuhtli] 
origen y fin de todo lo que es, ha sido y será 
(Museo del Templo Mayor, México)

Señora de la tierra [Tlaltecuhtli]. (Museo del Templo Mayor, México). Origen y fin de todo lo que es, ha sido y será

 


Veneración

«A él lo veneraban los mexicas, Le hacían sacrificios, lo honraban y servían. Y Huitzilopochtli recompensaba a quien así obraba.» (Códice Florentino)

La veneración a la divinidad está representada en muchas culturas de las más diversas formas, pero coincide en algunas de ellas el encender el fuego sagrado y el quemar resinas olorosas, como el copal en braseros, representación de la trasmutación alquímica de las fuerzas creadoras, fácilmente confundimos el símbolo con lo que representa, es necesario aplicar la enseñanza en el diario vivir.

Los trabajadores de la Gran Obra tienen como fundamento la veneración al Cristo íntimo, que debe reflejarse en acciones concretas en la vida práctica, siendo el Cristo el amor, se demuestra en el respeto a la vida de todo lo creado, manifestado en los animales, flores, plantas de la gran madre natura, en la veneración que debe tenerse a las enseñanzas sagradas de los grandes maestros, en el mismo cariño que debe tenerse a los padres, hijos, pareja, la humanidad entera, y en sí todo lo existente.

“Los maestros de escuelas, colegios y universidades, las maestras, los padres de familia, deben enseñar a las nuevas generaciones a respetar y venerar a los ancianos. Aquello que no tiene nombre, Eso que es divinal, Eso que es lo real, tiene tres aspectos: Sabiduría, amor, verbo. Lo divinal como padre es la sabiduría cósmica, como madre es el amor infinito, como hijo es el verbo. En el Padre de familia se halla el símbolo de la sabiduría. En la Madre de hogar se halla el amor, los hijos simbolizan la palabra.” (Samael Aun Weor. (Educación Fundamental)

Adoratorio con braseros (Museo de Antropología e Historia México)

 


Sacrificios

Punzones para el auto sacrificio]
(Museo de Antropología e Historia México)

Punzones para el auto sacrificio] (Museo de Antropología e Historia México)

Los sacrificios que deben realizarse a nuestro señor “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], en modo alguno son como nuestra mente en estado decrépita suele pensar, son más bien sacrificios de nuestra naturaleza interna; el sacrificio de corazones humanos se refieren a que en un momento dado pueda manifestarse la ira y uno sacrifique ese sentimiento negativo y lo trasmute en comprensión por el prójimo y en última síntesis se traduzca en amor.

No es cosa fácil, no darle rienda suelta a las emociones negativas, lo común es identificarse con las distintas escenas de la vida; por lo que ofrendar corazones humanos a los dioses, es realmente sacrificar toda emoción negativa, para que de esa transmutación de fuerzas, surja la luz.

Se puede ver en grabados mayas y aztecas escenas de auto sacrificio, como la de pasar un lazo con púas de maguey o una lanza por la lengua, que no debe dársele una interpretación literal, pues esto sería violencia contra nuestro cuerpo; más bien de lo que se trata de dar a entender es el tremendo sacrificio que implica acabar con la maledicencia, el chisme, la calumnia, la mentira, etc. y transmutarlo en palabras de sabiduría y amor, cosa que sólo pueden hacer los verdaderos guerreros de la psicología gnóstica que luchan contra sí mismos.

En otras escenas de auto sacrificio puede verse, punzándose las orejas, mostrando la capacidad de transformar lo que uno escucha, como las palabras de odio, de crítica, de insultos y en lugar de reaccionar furiosamente, sacrificar ese sentimiento en comprensión y amor a los semejantes, en otras palabras “Si te golpean en una mejilla, pon la otra”, tal como nos lo recomendara el maestro Jesús, a este sistema se le llama, la transformación de impresiones, interponer la conciencia entre las impresiones que recibimos y la mente.

Escena de auto sacrificio Con un punzón se perfora la oreja. Detalle de “Jaguar-Jícara de Águilas”. (Museo de Antropología e Historia México)

Escena de auto sacrificio. (Museo de Antropología e Historia México). Con un punzón se perfora la oreja. Detalle de “Jaguar-Jícara de Águilas”

 


Honrar y servir

Se hace indispensable honrar y servir al Cristo interior, y lo hacemos en cada acción realizada en favor del que sufre y llora, cuando somos capaces de brindar consuelo y de llevar la palabra de la gnosis como un bálsamo precioso para sanar las heridas de su alma a la humanidad entera.

“Necesitamos la conflagración del Amor para transformar el mundo, necesitamos fuego de Amor para iluminar la sociedad. Los códigos fríos, insípidos, complicados, no cambian nada, no transforman nada. De nada sirven todos los mejores proyectos sociales, todos los mejores principios políticos si no están escritos con el fuego del Amor. La verdadera Revolución es el resultado de la transformación, sólo las tempestades del Amor pueden transformar al individuo y a la sociedad.” (El Cristo Social. Samael Aun Weor)

El Cristo íntimo, recompensa con sabiduría, iluminación, protección y guía a quién correctamente obra, porque demuestra en su vida diaria un recto pensar, un recto sentir y un recto actuar.

 


Culto

«Y su culto fue tomado de allí, de Coatepec, la montaña de la serpiente, como se practicaba desde los tiempos más antiguos.» (Códice Florentino)

Es necesario rendir culto al Cristo íntimo a través de hechos palpables, si “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], nuestro Cristo íntimo su atributo es la fuerza maravillosa del amor; se requiere de mujeres y hombres de voluntad de acero, reflejen en cada uno de sus actos, bondad, cariño, amor desinteresado y puro; cosas imposibles de mostrar existiendo en nosotros el resentimiento, la cólera, el odio y los deseos de venganza.

“Ha llegado la hora de practicar la caridad enseñada por los maestros y sacerdotes de todos los tiempos. Las palabras que se dijeron entre el arrullo de las palomas bajo los sagrados pórticos de todos los templos, deben ahora convertirse en realidad concreta”. (El Cristo Social. Samael Aun Weor)

El verdadero culto, se demuestra con obras plenamente manifiestas, reales y esto sólo es posible hacerlo desde “La Montaña de la Serpiente” [Coatepec], o sea transitando firmemente por el camino de la iniciación.

Este culto no tiene principio, ni tendrá un fin, es atemporal; desde los más antiguos tiempos se ha rendido culto al Cristo íntimo, fue el mismo culto a Zeus, Krishna, Jesús y Quetzalcóatl; es el fuego sagrado de los persas; este culto ha estado presente en cada pueblo en toda la historia del mundo.

Cuando aprendemos a colocarnos en el lugar de los demás, cuando uno es capaz de llegar a sentir y pensar, lo que el prójimo siente y piensa, sea este nuestra pareja, hijos, padres, vecinos, amigos y enemigos; cuando verdaderamente somos capaces de hacer algo para remediar el sufrimiento ajeno que en última síntesis debe ser nuestro, es cuando demostramos un verdadero culto a nuestro señor “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli].

Busca a “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli] en tu universo interior, sintiendo a cada uno de tus semejantes como si fuera tu propio hermano; amando y ayudando de verdad a la humanidad entera, así lograrás que nazca y se manifieste plenamente en tu corazón.

Fin

Cofre de piedra [tepetlacalli] dedicado a Venus
El amor fraternal está representado por Venus (Museo de Antropología e Historia México)

Cofre de piedra [tepetlacalli] dedicado a Venus El amor fraternal está representado por Venus (Museo de Antropología e Historia México)