CAPITULO IV.- LA CABALA NO ESCRITA

El punto de vista desde el que tratamos la Santa Cábala en estas páginas difiere del adoptado por otros escritores que se han ocupado del asunto, en que para nosotros, se trata de un sistema viviente de desenvolvimiento espiritual, y no una curiosidad histórica. Son muy pocas Las personas que se dan cuenta, aun entre Las que se interesan seriamente del Ocultismo, de que existe una Tradición Esotérica activa y viviente en nuestro propio medio, que se va trasmitiendo mediante manuscritos privados, o de boca a oído. Y aun menos son Los que saben que justamente la Santa Cábala, el sistema de Israel, es lo que constituye la base de esta tradición. ¿ Adónde podríamos recurrir mejor, en busca de inspiración oculta, que a la Tradición que nos dió el CRISTO ?

Sin embargo, la interpretación de la Cábala no se encuentra entre Los Rabbis del Israel externo, Los que son hebreos solamente según la carne y la sangre, sino entre el Pueblo Elegido según el Espíritu; en otras palabras, entre Los Iniciados. La Cábala, tal como la conocemos, tampoco es un sistema puramente hebraico, porque ha sido completado durante el medioevo por muchísimos conocimientos alquímicos y por la Intima asociación y fusión que tuvo con ese maravilloso sistema simbólico como el Tarot.

Por tanto, en la presentación de este estudio no hacemos hincapié en la tradición misma como base de nuestros asertos, pero sí en la práctica moderna que hacen Los que utilizan la Cábala y su sistema de técnica oculta. Se podría reargüirnos que Los antiguos Rabbis nada sabían de algunas de Las cosas que aquí exponemos; pero, sería casi imposible que lo hubiesen sabido, porque estas cosas eran desconocidas en aquellos tiempos, pues el resultado del trabajo posterior es de Los sucesores del Israel Espiritual.

Por nuestra parte, no nos ocuparemos gran cosa de lo que se enseñaba en aquellos días; y en lo tocante a precisión histórica, aceptamos cualquier corrección que quiera hacer alguien mejor informado sobre el asunto (su número es legión) y tampoco nos preocupamos de nada que pueda estorbar el libre desenvolvimiento de un sistema de tanto valor práctico como la Santa Cábala; estamos utilizando el trabajo de nuestros predecesores como si fuera una cantera de donde extraemos Las piedras necesarias para construir nuestro Templo. Y tampoco nos limitamos exclusivamente a esa cantera, sino que extraemos "cedros del Líbano y oro de Ofir" cada vez que ello facilita nuestro propósito.

Por ello, aclararemos desde ya que no pretendemos sea ésta la enseñanza de Los antiguos Rabbis, sino, más bien declaramos que ésta es la práctica moderna de Los Cabalistas, lo que para nosotros es de muchísima y más vital importancia, ya que constituye un sistema práctico de desenvolvimiento espiritual: el Yoga del Occidente.

Para utilizar la Cábala no se necesita absolutamente ningún conocimiento externo del idioma hebreo antiguo; todo lo que se requiere es poder leer y escribir Las letras hebreas. La Cábala moderna se ha naturalizado en Los idiomas occidentales, pero retiene,y debe retener siempre, todos sus Nombres de Poder en hebreo, que es el idioma sagrado del Occidente, así como el sánscrito lo es del Oriente. Hay quienes se oponen al libre empleo de términos sánscritos en la literatura oculta, y sin duda alguna, también se opondrán al empleo de Las letras hebreas; pero su uso es inevitable porque cada letra hebrea es también un número, y la suma resultante de Las letras de cada palabra, o Nombre, es una clave importante de su significado. Además, pueden emplearse para indicar las relaciones existentes entre Las distintas ideas y potencias.

De acuerdo con MacGregor Mathers, en el admirable ensayo que constituye la introducción a su obra, la Cábala se clasifica generalmente, en cuatro maneras:

“La Cábala práctica”, que trata de Los talismanes y de la magia ceremonial.

"La Cábala dogmática", que está compuesta por toda la literatura cabalística.

"La Cábala Literal" , que trata del empleo de Las letras y de Los números.

"La Cábala No-Escrita", que se compone del debido conocimiento acerca de la forma en que están ordenados Los sistemas simbólicos en el Arbol de la Vida, con respecto al cual dice MacGregor Mathers: "Nada más puedo decir sobre este punto, ni siquiera si yo mismo lo he recibido o no". Pero como más tarde Mrs. MacGregor Mathers vuelve a tratar de este punto en su introducción a la nueva edicion de dicho libro. agregando Las palabras siguientes: "Simultáneamente con la publicación de "La Cábala", en 1887, recibió instrucciones de sus Instructores ocultos para preparar aquello que, posteriormente, se transformó en su escuela", puede decirse que él recibió dicha Cábala no-escrita, y durante muchos años permaneció así. Porque después de la querella que hubo entre MacGregor y Alcister Crowley, este último lo publicó todo. Sus libros, sin embargo, ahora son rarísimos y muy difíciles de encontrar y como Los eruditos Los tienen en suma estima su precio ha subido enormemente y es ya casi imposible obtenerlos.

Violar el Juramento de la Iniciación es algo terrible, algo que jamás nos atreveríamos a hacer; sin embargo, nadie puede impedirnos recoger y coordinar todo el material que se halla disperso sobre el tema, interpretándolo lo mejor que nos sea posible. En esta obra nos valemos del sistema dado por Crowley para completar Los puntos sobre Los que mantuvieron completo silencio MacGregor Mathers, Wynn Wescott y A. E. Waite, que son Las principales autoridades modernas de la Cábala .

La esencia de la Cábala no-escrita consiste en el conocimiento del orden en que ciertas series de símbolos han sido arreglados sobre el Arbol de la Vida. Este Arbol Otz Jaim, está compuesto por Los diez Santos Sephiroth, ordenados de cierta manera particular, conectados por lineas que se denominan: Los treinta y dos senderos del Sepher Yetzirah o Emanaciones Divinas. (Véase el "SePher Yetzirah" de Wynn Wescott). Aqui existe uno de Los callejones sin salida, o trampas para Los no iniciados de que tanto se contratulaban Los antiguos Rabbis. Si Los contamos con cuidado, veremos que sólo hay 22 y no 32 senderos en el Arbol, pero, para sus fines, Los Rabbis trataban a Los diez Sephiroth mismos como senderos, lo que desconcertaba a Los no iniciados. Así, pues, Los primeros diez senderos del Sepher Yetzirah están asignados a Los diez Sephiroth, y Los siguientes 22, a Los senderos mismos. Así también se verá que Las 22 letras del alfabeto hebreo pueden correlacionarse con Los senderos sin discrepancia alguna. También estan asociados con ellos Los 22 Misterios Mayores del Tarot, que son Las moradas de Thoth. Concerniente a Los Tarots, hay algunas autoridades contemporáneas, tal es como el escritor francés Dr. Encaus (Papus), A. E. Waite y Los manuscritos de la Orden de la Aurora de Oro (Order of the Golden Dawn), de MacGregor Mathers, que Crowley publicó bajo su propia responsabilidad. Los tres son distintos. Concerniente al sistema en sí. Waite declara que "hay otro método que sólo conocen Los Iniciados", lo cual hace suponer que era el método usado por Mathers. Papus no concuerda con ninguno de estos métodos, pero como su sistema violenta muchas veces correspondencias cuando se Las pone sobre el Arbol, que es la prueba suprema de todos Los sistemas, y como el utilizado por Mathers-Crowley es el que se ajusta admirablemente al mismo, podemos deducir que éste es el que corresponde a la Orden tradicional, y al que nos ajustaremos en estas páginas. Además, Los cabalistas colocaban sobre Los senderos del Arbol de la Vida Los signos del Zodíaco, Los Planetas y Los Elementos.

Ahora bien: hay 12 signos, 7 planetas y 4 elementos, lo que suman 23 símbolos en total. ¿Cómo pueden ajustarse sobre Los senderos? Este es otro reto, pero la solución es muy sencilla: en mundo físico nos encontramos sobre el elemento Tierra, y por eso dicho símbolo no aparece en Los senderos que conducen a lo Invisible. Si sacamos ese Elemento, nos restan 22 símbolos que ajustan perfectamente y que, una vez bien colocados, encontramos que se corresponden absolutamente con Los Misterios del Tarot dilucidando en la forma más notable cada símbolo al siguiente proporcionando, a la vez, las claves de la Astrología Esotérica y de la adivinación por los Tarots.

La esencia de cada Sendero consiste en que conecta entre dos de Los Sephiroth, y sólo es posible comprender su significado teniendo en cuenta la naturaleza de Las esferas así vinculadas en el Arbol. Pero, un Sephirah no puede ser comprendido en un plano, porque su naturaleza es cuádruple. Los Cabalistas lo expresan claramente al decir que hay cuatro Mundos, o sea:

Atziluth, el Mundo Arquetípico, o Mundo de Las Emanaciones, el Mundo Divino.

Briah, el Mundo de la Creación, también denominado Khorsia (Kjorsia), o sea el Mundo de Los Tronos.

Yetzirah ,el Mundo de la Formación y de Los Angeles.

Assiah, el Mundo de la Acción, el Mundo de la Materia.

Véase MacGregor Mathers: "The Kabbalah Unveiled").

Se dice que Los Diez Santos Sephiroth tienen, cada uno; su propio punto de contacto con cada uno de Los Cuatro Mundos de Los cabalistas. En el mundo "Atzilúthico" se manifiestan por Los Diez Santos Nombres de Dios. En otras palabras, el Gran Inmanifestado desde la sombra de Los Tres Velos Negativos de la Existencia pendientes tras la Corona se pone en manifestacion bajo diez aspectos distintos, que serán representandos por Los diferentes Nombres empleados para indicar la Divinidad en Las Escrituras Hebreas. Estos Nombres se dan en distintas formas en la Versión Autorizada, y el conocimiento de su verdadero significado y de Las esferas a que pertenecen es lo que nos permite conocer Los muchos enigmas del Antiguo Testamento.

En el mundo "Briahtico" Las Emanaciones Divinas se manifiestan por intermedio de diez poderosos Arcángeles cuyos Nombres desempeñan un papel muy importante en la Magia Ceremonial. Los restos gastados y borrosos de estos magníficos Nombres de Poder constituyen esos "Nombres bárbaros" que usaba la magia medieval en sus evocaciones, ninguna de cuyas letras podía ser cambiada. La razón de esto es que, en hebreo, cada letra representa también un número, y Los números de cada Nombre tienen un significado importantísimo.

En el Mundo "Yetzirático", Las Emanaciones Divinas se manifiestan no por intermedio de un solo Ser sino por diferentes tipos de Seres, a Los que llamamos Huestes o Coros Angélicos.

EL Mundo "Assiático" no es, estrictamente hablando, el mundo material si se lo contempla desde el punto de vista de los Sephiroth, pues comprende el plano astral inferior y el etérico, ,juntamente con el físico. En el plano físico, Las Emanaciones Divinas se manifiestan a través de Los que podríamos llamar, con bastante propiedad, Los diez chakras mundanos, porque esos centros de manifestación corresponden en perfecta analogía a Los similares existentes en el cuerpo humano. Estos Chakras son la -Esfera del Zodíaco, Los siete planetas y Los Elementos; tomados en conjunto, diez en total.

Por lo antedicho, se verá que cada Sephirah se compone, primeramente, de su Chakra mundano; en segundo término, de Las Huestes de Seres Angélicos, Devas o Archons, Principalidades o Poderes, segun la terminología que se emplee; en tercer lugar, por la Conciencia Arcangélica o Tronos, y, finalrnente, por un aspecto especial de la Divinidad. Dios, tal como es en su Integridad, está absolutamente oculto detrás de Los Velos Negativos de la Existencia, y es completamente incomprensible para la conciencia humana no iluminada.

Los Sephiroth pueden ser considerados como macrocósmicos mientras que Los Senderos son microcósmicos; Los Sephiroth, tal como puede verse en algunos diagramas antiguos, están conectados entre sí por rayos, como una espada flamígera que representará Las Emanaciones Divinas sucesivas que constituyen la evolución creadora. Los Senderos, sin embargo, representan gradas o etapas sucesivas de desenvolvimiento de realización cósmica, de la conciencia humana. En pinturas muy antiguas suele representarse lo dicho por una serpiente que se enrosca en torno a Las ramas del Arbol.

Esta es la serpiente Nechushtan "que se muerde su propia cola", el símbolo de la Sabiduría y de la Iniciación. Las espiras de esta serpiente, colocadas debidamente en el Arbol, cruzan cada uno de Los senderos en sucesión y sirven para indicar el orden en que se Los debe enumerar. Con la ayuda de este jeroglífico es muy fácil arreglar la tabla de Los símbolos en sus posiciones correctas en el Arbol) siempre que, naturalmente dichos símbolos hayan sido dados en su debido orden en Las tablas.

En ciertas obras modernas que se consideran como autoridades sobre el tema no se da el orden verdadero, pero sus autores aparentemente, han creído que esto no debe ser revelado a los no iniciados. Pero como este orden no se da en ciertas obras mucho más antiguas, así como en la Biblia y otras literaturas cabalísticas, no vemos razón ninguna para dar a Los estudiantes, intencionalmente, enseñanzas que los desoriente.

Rehusarse enseñar algo puede estar absolutamente justificado; pero no encontramos justificación alguna en dar indicaciones con el objeto exclusivo de desorientar a Los demás. Por otra parte, nadie será mayormente perseguido en nuestros días por estudiar ciencias heterodoxas, de manera que el único objeto plausible que existiría en guardar reservadas estas enseñanzas es porque se refieren a la teoría del Universo y a la filosofía que de ella resulta, de ninguna manera a Los métodos de la magia práctica, lo que podría retener el conocimiento que confiere prestigio y poder.

Este egoísmo exclusivista es la ponzoña del movimiento oculto y no su guardián. Es el antiguo pecado de retener el conocimiento de Dios en manos del sacerdocio, negándoselo a Los que se encuentran fuera de la tribu sagrada. Esto podría justificarse cuando las gentes eran bárbaras, pero no en el caso de los estudiantes modernos y cultos.

Porque, para decir la verdad, toda la enseñanza y la doctrina necesaria puede entresacarse de las obras ya publicadas, por todos aquellos que se tomen el trabajo de hacerlo y hasta pueden adquirirla con dinero los que tengan el suficiente como para comprar ciertas obras existentes, pero rarísimas. El hecho de poder disponer de todo el tiempo y del dinero necesario ¿serían pruebas de merecimiento para obtener la Sabiduría Sagrada?

No dudamos que nos exponemos a muchísimas críticas de parte de aquellos que se han constituído a sí propios en guardianes de este conocimiento que puede contener preciosos secretos que no deben ser traicionados.

Pero, a ésto diremos que no pensamos traicionar secreto alguno, sino, simplemente, coordinar los fragmentos que ya se han dado al mundo y que son de naturaleza sencilla y conocida. Cuando por primera vez tuvimos acceso a ciertos manuscritos, creímos que eran absolutamente desconocidos y secretos para el mundo en general; pero, una mayor familiarización con la literatura oculta nos reveló que esas enseñanzas ya habían sido dadas fragmentariamente en otras obras.

En realidad, muchísimas cosas que los iniciados han jurado mantener secretas ya han sido publicadas por Mathers y Wynn Wescott. En 1926 se publicó una edición más de la obra de Mathers, "The Kabbalah" y en esa obra se encontrarán muchas de las tablas que damos en ésta. Como esta descripción de las Jerarquías de Seres fueron dadas al mundo por Isaías, Ezequiel y varios Rabbis de la Edad Media, ya no puede decirse que pertenezcan a ningún autor determinado. Por lo demás, el único autor de todo esto, segun la Cábala misma, sería el Arcángel Mitatrón, y no ninguno de sus comentaristas.

Mucho de lo que en cierto tiempo fué un conocimiento libre y universal, posteriormente fué recogido y confinado al juramento de secreto de los iniciados. Y una de las imputaciones más contundentes de Crowley contra alguno de sus instructores consiste en que lo obligaron a prestar un juramento terrible de guardar el mayor secreto, y luego le entregaron "el alfabeto hebreo para su custodia".

La filosofía de la Cábala es el esoterismo del Occidente. En ella encontramos la misma cosmogonía que existe en las Estancias de Dzyan, que fueron la base de todo el trabajo de la señora Blavatsky. Esta autora encontró en ellas toda la estructura de la enseñanza tradicional que luego expuso en su gran obra "La Doctrina Secreta". Esta cosmogonia cabalística es la Gnosis cristiana; sin ella nos encontraríamos con un sistema incompleto, que por otra parte ha sido siempre la debilidad del cristianismo. Haciendo uso de términos vulgares, diríamos que los padres primitivos de la Iglesia, al tirar el agua del baño, tiraron con ella también el nene.

El más ligero estudio que se haga de la Cábala sirve para mostrarnos que en ella se encuentran las claves de los enigmas de las Sagradas Escrituras en general, y de las obras proféticas en particular (los libros de los Profetas). ¿Existe alguna razón valedera para que los iniciados modernos encierren estos conocimientos en una caja secreta y se sienten sobre la tapa para más seguridad? Si ellos consideraran así las cosas, y pensasen que estamos en un error al dar estos conocimientos que ellos estiman de su incumbencia exclusiva, diriamos que vivimos en un país libre, y que cada cual tiene derecho a tener sus propias opiniones.

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