EL ASNO Y LA ROSA

      Así como en Fausto, el Rosa Cruz Goethe hace alusión a un perro, así en la mayoría de las Obras Rosa Cruz figura un asno.

      Parece que el Asno fue siempre un símbolo predilecto de los Rosa Cruz.

      Sobre todo, los Alquimistas, en sus descripciones, jamás se olvidaron del asno. Uno de ellos, con demasiado sarcasmo, asegura que nadie descubrirá el secreto de la transmutación del oro hasta que no haya encontrado el Asno en sí mismo. Es verdaderamente raro que tanto Dionisos como Jesús de Nazareth se valieran de un asno para hacer su entrada triunfante…

      Que los Astrólogos hayan colocado la estrella BURRO en la constelación de Cáncer tiene su razón oculta… La misma que tenía la Iglesia Romana para usar este animal como símbolo de Jesús al lado del Cordero al sintetizar la frase Agnus Dei.

      Agripa llama la atención sobre este símbolo de la materia prima y Meyer le encuentra ciertas sustancias que vienen a ser como un Gran Arcano.

      El Asno carga constantemente con la Cruz, y esto debió llamar la atención de los Rosa Cruz antiguos, cuando lo aceptaron como símbolo animal en el que encarna la suprema ignorancia para justificar la acepción latina que dice: Summa Scientia nihil sciere (la Ciencia más alta es no saber nada). Parece esto una contradicción y, sin embargo, no lo es…

      Pero busquemos la relación del Asno con la Rosa…

      Apuleyo nos cuenta una Leyenda muy hermosa. Es como sigue:

      Un joven, de la casta de los Sabios, con el nombre de LUCIO, viaja a Tesalia para estudiar la Magia. Va decidido a someterse a todas las pruebas de la Iniciación con tal de lograr la conciencia cósmica. Empieza por el peldaño más bajo de la escala, a estudiar la Belleza y a encontrarla en todas sus manifestaciones, cuando se enamora de Photis, la hija de su casera. Esta anciana señora ofrece ayudarle con sus conocimientos de Magia para conquistar el Amor, para conquistar a Phos (que en Griego significa LUZ). Le previene que debe aprender previamente a ejecutar la separación de su cuerpo astral para volar por los aires y le ofrece convertirlo de momento en un pájaro para que aprenda a ascender por encima de las nubes y obtener, de este modo, el primer grado.

      Pide a Protis que traiga la pomada… (Esto nos recuerda esas pomadas de cuentos que usaban las brujas para transponer los aires montadas en sus escobas).

      Pero la doncella se equivoca y en lugar de traer la que convierte a los seres en pájaros, trae la que los convierte en asnos. Consumado el hecho, tenemos a LUCIO convertido en Asno… Esto recuerda a Fray Gari, el que también pasó siete años convertido en animal. Ahora que Lucio, a pesar de tener cuerpo de animal, conservó la conciencia humana.

      Entonces Photis asegura a Lucio que su desgracia tiene remedio, pues, según ella, basta comerse unas cuantas Rosas para que éstas le devuelvan instantáneamente su figura humana. Pero buscan y buscan y no encuentran las ansiadas Rosas…, y no le queda otro remedio que seguir de Asno. Los niños lo maltratan. Los hombres le pegan. Todos lo menosprecian y él no puede defenderse más que como un Asno…

      -Este es un símbolo que todos hemos de sufrir mientras estemos encarcelados en nuestro pozo de materia.-

      Pero Lucio tiene conocimiento de una Doncella que ha sido robada y que sufre las penalidades de su cautiverio y quiere arrancarla de las manos de sus secuestradores. Va entonces al mar y después de sumergirse siete veces y de purificarse, llama a ISIS y ésta se le aparece diciéndole: que ha dado orden al Iniciador de proporcionarle las Rosas necesarias para hacer el milagro de transmutación… Lucio, a poco, recibe las Rosas y vuelve a convertirse en hombre.

      Desde aquel momento se hace discípulo de ISIS.

      ¿Qué misterio, pues, es ése de la Rosa que contribuye y opera el milagro extraño de su transmutación? ¿Qué Arcano misterioso encierra su savia para que dentro de nuestra Cárcel se despierte la mariposa sutil de nuestra alma? ¿Qué virtud esotérica hace que nuestro yo animal se convierta en el verdadero hombre, en ser espiritual?

      ¡El Rosal de mi vida ya no tiene Rosas!... Es una frase que profieren generalmente los ancianos a aquellos que tanto sufrieron o que tanto dieron, que ya no les queda otra cosa que el recuerdo de la que se agostó… Parece como si ya estuvieran perdidos en una noche sin fin, sin remedio, sin redención posible.

      Parece como si mucho hubieran redimido y ya no pudieran continuar su obra por la falta de Rosas en su Rosal.

      Procura, Discípulo, que tu Rosa surja y florezca en tu Rosal, en tu propio cuerpo. Dejarás de ser el rudo animal de la dura y pesada Cruz y, como Lucio, te convertirás en Hombre y, como Lucio, también encontrarás un día a tu propio maestro.