Libro: La Balanza Cósmica, la Ley del Karma
Capítulo 6. Cancelación y Negociación del Karma
La ley del karma no es una ley de venganza, no la confundamos; la ley del Karma está dirigida por seres divinos, es una ley de compensación y de equilibrio. Sus pilares son: la justicia y la misericordia; por lo que, aunque parezca extraño, tanto el karma puede ser perdonado, como se puede negociar, eliminar y hasta podríamos modelar nuestro futuro.
Cómo cancelar o matar karma
El karma es un método de curación moral, si hacemos daño a los demás, atraemos en un futuro el mismo daño que infringimos, para vivir en carne propia lo que hacemos y así; como aprendizaje, lo dejemos de hacer.
En ese sentido, es como podríamos entender el siguiente versículo: "Porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo." (Hebreos: 6:12); no hay que entenderlo como un castigo sin sentido, sino como algo necesario para aprender a no seguir delinquiendo; al mismo tiempo es una ley de equilibrio, es decir, compensa las cosas. Nosotros mismos somos los creadores de nuestro destino.
Destruir defectos psicológicos
La eliminación del ego, representada por la destrucción de “La de cascabeles en las mejillas” (Coyolxauhqui). (Mayor).
Tomando en cuenta el karma como una medicina moral, ese nivel de comprensión nos da la idea de cómo podemos eliminar karma; si antes de que se nos aplique un karma, eliminamos los egos causantes de los delitos cometidos, cosa nada fácil, entonces como dice el dicho: “Nos curamos en salud”, desintegrando la causa, entonces ya no es necesario aplicar el karma, porque ya no seríamos capaces de repetir ese delito, y por tanto, es perdonado.
Esta es la forma más efectiva de cancelar karma, destruyendo los miles de defectos psicológicos que hemos creado a lo largo de los siglos. Para esto necesitamos descubrirlos a través de la auto observación psicológica, comprenderlos con muchas meditaciones de fondo y destruirlos con ayuda del eterno principio femenino divinal o Madre Divina particular, que habita en nuestro interior.
Hacer buenas obras
El amor por el prójimo está representado por el Cristo mexicano: Quetzalcóatl. (Regional).
Al ser el karma una ley de compensación o equilibrio, podemos también hacer algo más para eliminar karma. Imaginemos una balanza cósmica donde en un platillo de la balanza ponemos las malas obras y en el otro las buenas obras.
Si hay equilibrio, es decir, si las malas obras son en igual cantidad y magnitud que las malas, no sucede nada, las buenas obras que se hicieron anulan a las malas y no hay consecuencias ni para bien ni para mal. El problema es cuando se hacen más obras negativas que positivas, entonces el platillo de la balanza se inclina en nuestra contra y es cuando viene el mal karma.
Entonces lo que hay que hacer es realizar buenas obras en grandes cantidades para que equilibren las malas que hayamos hecho en esta y otras anteriores existencias, ya que lo negativo que hemos realizado ha sido desproporcionado; "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará." (Corintios 9:6).
Esto lo define este axioma esotérico: “Al león de la ley se le combate con la balanza”; cada mala acción engendra una pésima consecuencia que puede ser abolida con acciones que ayuden a los demás; el “arma” para combatir la ley es una balanza; poniendo peso en el otro platillo, haciendo el bien a los demás conscientemente.
El karma puede ser anulado cuando equilibramos la balanza, si se inclina en nuestra contra y genera sufrimiento, enfermedad y dolor, se soluciona poniendo peso en el platillo de las buenas acciones, que casi no tiene nada.
Con este otro axioma se aclara todavía más: “Haz buenas obras para que pagues tus deudas”, este es el mejor negocio que podemos hacer, ingresar en el banco cósmico buenas obras para tener dharma o capital cósmico, para pagar nuestras deudas kármicas; no hay necesidad de pagar con dolor.
Se redondea todavía más con este axioma hermético: “Una ley superior lava una ley inferior”, la ley inferior es un hecho negativo, como la violencia, la mentira, los celos, etc., tales acciones negativas nos encadenan al dolor interminable; eso puede ser lavado con un acto de amor (la ley superior), un trabajo desinteresado y consciente en bien de la humanidad.
«Tenemos que hacer constantemente buenas obras para que tengamos con qué pagar nuestras deudas de ésta y de vidas pasadas. Todos los actos del hombre están regidos por leyes superiores unas, inferiores otras. En el amor se resumen todas las leyes superiores.» (Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca).
A veces no es tan fácil como creeríamos, por ejemplo: supongamos que fuimos dueños de una hacienda y a nuestros trabajadores los maltratamos, los explotamos, los humillamos, los vejamos, etc., la cosa no estará tan sencilla, ni rápida; ya que tendremos que hacer buenas obras exactamente contrarias en cantidad y en magnitud al mal que hicimos para poder cancelarlo.
En ocasiones nos admiramos de lo fácil que es, para algunas personas, ganar dinero, cualquier negocio que emprenden les va bien y nos pone a pensar, por qué a otros se nos torna muy difícil, por ejemplo, somos explotados en cuanto trabajo conseguimos a lo largo de la vida. La respuesta está en que como somos tratados, es como tratamos a los demás en el pasado.
En las enseñanzas de Mahoma encontramos una extraordinaria enseñanza del karma, pero al mismo tiempo nos habla de que hay leyes superiores de las cuales podemos agarrarnos y eso siempre será la mejor decisión que podamos tomar; claro, no es nada fácil y tampoco es algo que pueda hacer cualquiera, sólo alguien con mucha disposición y amor puede llevarla a cabo: “La ofensa debe ser retribuida por una pena equivalente, pero quienes sepan perdonar y acepten conciliar serán recompensados por Dios. Él no ama a los injustos”. (Corán 42:40).
Negociación del karma
Si no se tiene capital cósmico con que pagar el karma y ya tenemos tal o cual sufrimiento, enfermedad, problema grave, situación difícil, etc.; al no haber dharma con que pagar la deuda, puede solicitarse un crédito a los Arcontes de la ley del Karma.
Podemos pedir que nos permitan pagar tal o cual karma haciendo buenas obras desinteresadas por la humanidad, especialmente relacionadas con lo contrario a lo que hicimos.
Despertando conciencia en el astral
Para realizar la solicitud del crédito, es necesario salir en cuerpo astral conscientemente, presentarse en el Palacio de la Ley y hacer la solicitud. Entonces primero hay que despertar conciencia en el mundo astral o de los sueños, suplicar a nuestro Padre que está en Secreto y/o la Madre Divina interior, que nos lleven al Palacio de la Ley, entonces solicitamos una audiencia con el Jerarca Anubis y hacemos la petición muy sinceramente.
Runa Not
Instructor Vicente Sáenz realizando la runa Not.
Las runas son ejercicios esotéricos que tienen como fundamento el ayudar a despertar la conciencia, además de que entregan una enseñanza superior. La runa Not está relacionada con la ley del karma, y realizándola podemos pedir ayuda o negociar nuestro karma.
Para tal efecto, siempre es recomendable primero relajarnos física y mentalmente. Ya en un estado de conciencia superior, nos colocamos de pie con el rostro al oriente, los brazos en el pecho cruzados, el derecho sobre el izquierdo, concentrados en Anubis solicitando la ayuda o negociación requerida.
Entonces ponemos los brazos en cruz extendidos y alzamos el derecho hasta quedar en un ángulo de 135 grados con el cuerpo y bajamos el izquierdo hasta que quede a 45 grados con el cuerpo. Entonces intercalamos los brazos, el derecho lo bajamos hasta quedar en un ángulo de 45 grados con el cuerpo y el izquierdo lo levantamos hasta quedar en un ángulo de 135 grados; luego volveremos a intercambiar la dirección de los brazos imitando el movimiento de una balanza.
Así continuamos, en cada cambio de posición vocalizamos el mantram Na, Ne, Ni, No, Nu, alargando el sonido de las vocales. El hacer los cinco mantram (o palabras de poder) sería hacer la runa una vez, podemos hacerla varias veces. Y la haremos a diario hasta que creamos conveniente. Indudablemente tales peticiones deben ir acompañadas de buenas obras por montones.
En meditación
Figura en posición meditativa. (Xalapa)
La misma petición puede realizarse en meditación profunda. Relajamos nuestro cuerpo y mente. Y concentrados en Anubis le hacemos la solicitud. Habrá que realizar la práctica a diario. Si la hacemos después de la meditación en la muerte y comprensión de nuestros defectos psicológicos tanto mejor, ya que será una prueba de que queremos cambiar.
«Si estás pasando, por ejemplo, por tal o cual sufrimiento, ¿qué se hace? Hay que concentrarse en Anubis (el Gran Regente de la ley), pedirle, por lo menos, que te dé una oportunidad para pagar tú trabajando por la humanidad; negocia con él a través de la meditación profunda, y labora en alguna forma por el bien de nuestros semejantes.» (Samael Aun Weor, La Fuerza del Cristo y la Disolución del Ego).
Prospectar nuestro futuro
Resulta muy interesante la idea de poder influenciar o modelar nuestro futuro. Sería magnífico, por ejemplo, que aseguráramos que en la próxima existencia tuviéramos acceso a la enseñanza gnóstica. Muchos de nosotros decimos: ¿Qué hubiera pasado de haber recibido la gnosis a temprana edad? “Otro gallo nos cantaría”, hubiera podido hacer las cosas distintas.
Existe la posibilidad de influenciar nuestro futuro, exactamente con lo que hacemos en este momento nos preparamos para la próxima existencia. Si anhelamos recibir la enseñanza en la próxima vida, ¿cómo podríamos influir para que esto pase? Obviamente, dando la enseñanza o haciendo algo para que esto suceda. Esa es la ley, lo que uno siembra eso cosecha.
Si queremos algo para el futuro, lo damos a otros y entonces vendrá, será el resultado de lo que estemos haciendo ahorita. Muchas personas quieren “echarse las cartas” para saber que les depara el destino, pero la verdad es que no es necesario, sólo basta ver lo que hacemos, estamos sembrando lo que cosecharemos.
Muchos de nosotros quisiéramos saber de las pasadas existencias, saber quién fuimos, qué hicimos, en dónde estuvimos; sin embargo, eso es realmente fácil. Lo que somos y nos pasa en este momento es el resultado de lo que fuimos e hicimos en el pasado. Si hoy sufrimos por ser engañados, es porque engañamos, si nos traicionan, es porque traicionamos, si nos mienten, es porque mentimos.
Un maestro chino llamado Meng Shan, estando a punto de morir debido a una grave enfermedad, precisamente nos da esta idea de aprender a modelar nuestro futuro al decir: "Deseo que mediante el poder de Prajna y un estado de mente controlado reencarnarme en un lugar favorable en donde pueda hacerme monje (swami) a una edad temprana".
Es muy semejante a lo que nosotros como estudiantes de gnosis anhelamos, que en nuestra próxima existencia tener acceso a la enseñanza a muy temprana edad, y lo lograremos dando a los demás lo que queremos recibir.
Si no queremos que nos falte comida, habrá que ayudar a los más necesitados; si no queremos batallar en los trabajos, habrá que hacer algo por enseñar a los que no saben; si queremos que aparezca la gnosis en nuestra vida, habrá que hacer algo para difundir la enseñanza.
La Inversión del yo y del otro
Kukulkán (Serpiente emplumada), símbolo del Cristo íntimo maya, la fuerza del amor que debemos poner al servicio de la humanidad. (Chichén Itzá).
Shantideva (687-763 d. C.) sabio maestro budista, quien enseñara la ciencia de la meditación, nos dejó grandes sabidurías que trascienden el tiempo y el espacio. Entre sus grandes revelaciones nos dio una maravillosa enseñanza de lo que realmente es comprender la ley del karma, del verdadero sentido de estudiar esta ley, no tenerla como la ley del talión, sino como una fuente de recordatorio que el amor está sobre todas las cosas.
Entre sus enseñanzas encontramos la clave para auto realizarnos, en lo que llamó: “La inversión del Yo del otro”, la cual consiste en querer y buscar para el prójimo todo lo que uno quiere para sí mismo. Magistral forma de entender el cómo dejar de sufrir a través de actos de verdadero amor y así trascender el karma.
“El que quiere salvar rápidamente al otro y así mismo, debe practicar el gran secreto: la Inversión del Yo y del otro”.
Cuando buscamos el bienestar de nosotros mismos, sin pensar en los demás, es egoísmo; pero Shantideva va muy lejos al hacernos comprender que todo eso que queremos para sí: salud, seguridad, conocimientos, bienestar, etc., así como lo buscamos y queremos para sí, con esa misma intensidad lo buscáramos y sintiéramos por los demás, nuestra vida, la del prójimo y posiblemente una partecita del mundo cambiaría para bien.
“El amor desmedido del Yo hace temer ante el menor peligro: ¿Quién no aborrecería a ese Yo tan inquietante como a un enemigo; A ese Yo que deseando combatir la enfermedad, el hambre y la sed, extermina pájaros, peces, cuadrúpedos, y se erige en enemigo de todo cuanto vive; a ese Yo que por el amor al lucro o a los honores llegaría a matar Padre y Madre a robar el patrimonio de las tres yogas, con lo cual se convertiría en combustible de los fuegos del infierno?”.
A pesar de haber pasado más de mil años de sus enseñanzas, vemos que ahora son más vigentes que nunca, ya que ese estado de egoísmo e inconsciencia en la que vivimos nos ha hecho acabar con las especies de animales, contaminar los ríos, mares, océanos y atmosfera. Nos creemos amos de la creación y estamos acabando con toda la naturaleza.
Nunca en la historia se había visto como nos hemos olvidado del respeto a los padres, y es un hecho común ver en las noticias del mundo cómo se ha llegado a asesinar a los padres por motivos tan insignificantes.
Nos hemos olvidado por completo de valores eternos del espíritu, como el conocimiento divino (Gnana), la devoción por lo sagrado (Bhakti) y la recta acción (karma), conocido en la India como los Tres Yogas; ahora sólo vivimos para satisfacer nuestros deseos insanos.
Un águila (símbolo del sol y la verdad), posada sobre una serpiente (la tierra, la Madre Divina), representación de los principios divinos que hemos perdido. (Tamtoc).
“Qué hombre sensato desearía conservar, querer y conservar su cuerpo convertirlo en un objeto de veneración, viendo en él a un enemigo”. “¿Si doy, que tendré para comer? Este egoísmo hará de ti un ogro. ¿Si como que tendré para dar? Esta generosidad hará de ti el rey de los dioses”. “Cualquiera que haga padecer a otro por sí mismo arderá en los infiernos, cualquiera que padezca por otro tiene derecho a todas las felicidades”.
El egoísmo imperante en estos tiempos ha alcanzado niveles impensables, sólo queremos rendirle culto a nuestro ego y esto es lo que nos trae desgracias y dolor. Aunque, hoy en día, parezcan pasadas de moda las palabras de Shantideva, es una realidad que el ayudar a los semejantes sinceramente trae prosperidad y bienestar para todos. El mejor de los negocios es ayudar a los demás, ya que toda acción positiva trae una consecuencia positiva.
“La misma ambición que acarrea suplicios en el otro mundo y la vergüenza y la estupidez en éste, si se transfiere a otro produce dicha celestial, gloria, inteligencia”.
Asombrosa afirmación la que nos hace saber Shantideva, al asegurar que lo que es un defecto cuando lo consideramos para nosotros, llega a transformarse en un poder o virtud cuando lo consideramos para los demás; eso es precisamente la inversión del Yo en el otro.
“Aquél que impone a otro la tarea de trabajar por él tendrá como retribución la esclavitud; aquél que se impone la tarea de trabajar por otro tendrá como recompensa el poder”. “Todos los que son desdichados, lo son por haber turbado su propia dicha; Todos los que son felices lo son por haber buscado la dicha de otros”.
La inmensa mayoría de seres humanos no comprendemos que existen muchas existencias, explotamos al prójimo y obtenemos enormes ganancias en forma deshonesta. Sin embargo, todo el daño causado, si fue a 100 personas, por ejemplo, tendremos que pagarlo y nos condenamos a varias existencias de sufrimiento, por unos cuantos años de gozar ese dinero mal habido.
Si en un momento dado, tenemos la oportunidad de dirigir una familia, empresa, región o país, se encuentra en nuestras manos una oportunidad de ayudar a mucha gente, como también de dañarla, lo que hagamos a cada persona lo tendremos que vivir. Por lo que, si cooperamos, ayudamos, enseñamos, traeremos paz, dicha en esta y en futuras existencias.
¿Para qué tantas palabras? “Comparad solamente al tonto atado a su propio interés y al santo que obra por el interés del prójimo”. “Ciertamente, nadie podrá obtener la dignidad del Buda, ni siquiera la dicha en el mundo de la trasmigración, si no es capaz de cambiar su bienestar por la pena del otro”.
Los grandes maestros de la humanidad, tales como Jesús, Buda, Quetzalcóatl, Hermes Trismegisto, Krishna, Zoroastro, etc., han dado su ejemplo ayudando a todos los seres humanos sin distinción.
“Todas las catástrofes, todos los dolores, todos los peligros del mundo provienen del apego al yo: ¿Por qué conservárselo? “Quien no se despoja del Yo no puede evitar el sufrimiento del mismo modo que quien no se aparta del fuego no puede evitar la quemadura”.
Enseñanzas entrañables la de los grandes iniciados que no queremos adoptar, el Yo es el origen del dolor, sin embargo, lo idolatramos, lo cuidamos mejor que a los hijos; queremos que nos curen de una enfermedad causada por los vicios, sin tener el menor interés en dejarlos. Somos una especie de masoquistas que buscamos sufrir.
"Así pues, para apaciguar mi dolor y el del otro, yo me entrego a los otros y adopto a los otros como Yo”. “Pertenezco a los otros, esta debe ser tu convicción. Oh corazón mío, el interés de todos los seres debe ser en adelante tu único pensamiento”. “No está bien que estos ojos que son para los demás vean en favor mío; no está bien que estas manos que pertenecen a los demás obren en favor mío”. “Preocupado únicamente por el bien de las criaturas, todo cuanto consideres útil en tu cuerpo debes ponerlo al servicio de los otros”.
Esta es la enseñanza más grande de todos los tiempos, el amor puro y desinteresado que podemos ofrendar a la humanidad, es lo que puede y debe transformar al mundo desde las raíces; no son leyes frías o códigos lo que necesitamos, sino con hechos demostrar nuestro amor por los demás. Hagamos algo por nuestros semejantes, no basta decir que apoyamos, necesitamos concretar algo, cada día, por nuestro hermano el ser humano.
Nota: El texto entrecomillado es del libro: “El Cristo Social” del maestro Samael Aun Weor.
Amor es ley, pero amor consciente
Detalle del Templo de Venus, emblema en varias culturas del amor que debe darse a los semejantes. (Chichén Itzá).
El amor demostrado con hechos concretos a los demás es una de las leyes más trascendentales que puede existir, con acciones como estas podemos cancelar karma, sin embargo, debemos saber hacer el bien, aplicar el amor con sabiduría. Darles dinero a los viciosos, no es en realidad un acto de bondad, más bien, es convertirnos en cómplices del delito.
La ayuda que demos a los demás, no sólo es dando dinero, todos podemos auxiliar, no importa en el estado en que nos encontremos, sea a nivel económico, emocional, físico, etc.
Hay que ayudar en el momento oportuno, a quien realmente lo merece, en forma consciente, con amor. De nada sirve ayudar a alguien actuando con desdén, esperando recompensa física o espiritual, sintiéndose orgulloso, etc., así pierde todo sentido.
Un acto de amor bien hecho trasciende actos realizados con anterioridad de tipo negativo; así podríamos decir con gran énfasis: “Amor es ley, pero amor consciente”.
«La sabiduría y el amor son las dos columnas torales de toda verdadera civilización. En un platillo de la balanza de la justicia debemos poner la sabiduría, en el otro platillo debemos poner el amor. La sabiduría y el amor deben equilibrarse mutuamente. La sabiduría sin amor es un elemento destructivo. El amor sin sabiduría puede conducirnos al error: "amor es ley, pero amor consciente".» (Samael Aun Weor. Educación Fundamental).
La ley del karma y el hacer una petición
El mundo y sus actividades están gobernados por inteligencias divinas, maestros, seres iluminados, les hemos llamado en algunas ocasiones ángeles; estos seres poseen infinita perfección, no tienen ya los demonios rojos de Seth o defectos psicológicos y poseen una sabiduría ilimitada.
Tenemos el caso, por ejemplo, del ángel Raphael que rige la medicina y al cual podemos solicitar alguna curación; el ángel Anael gobierna el amor y la familia y podemos solicitar ayuda en lo que le corresponde. Hay seres divinos gobernando a la naturaleza y muchas actividades humanas, vale la pena regresar a la veneración y culto de esos seres divinos.
Entre los aztecas o mexicas del antiguo México, encontramos al ángel o maestro Tláloc, quien rige las aguas externas e internas, el maestro Huehueteotl que rige el fuego elemental de los sabios, la maestra Coatlicue que rige el elemento tierra y Ehécatl que rige el aire, nos ayuda a salir en astral conscientemente, en negocios rápidos y puede retiranos una vieja enfermedad o un mal amigo.
Nada se encuentra arriba de la ley del karma, por lo que todas las peticiones son puestas en una balanza (la Balanza Cósmica). Se coloca en un platillo nuestra petición y en el otro los valores cósmicos o buenas obras que hemos hecho. Si la balanza se inclina a nuestro favor entonces el maestro puede llevar a cabo nuestra petición; pero si la balanza se inclina en nuestra contra entonces no es factible.
Dios del aire, Ehécatl. (Antropología).
“Necesitamos conocer el valor esotérico de las monedas. En cierta ocasión solicitamos un servicio al dios del viento Ehécatl, tuvimos que pagarle 25 centavos esotéricos por el servicio. Si sumamos entre sí los números 2 más 5 tendremos el número 7, 7 es el arcano de la expiación. Habíamos sufrido mucho, con paciencia. Teníamos esa moneda, pagamos con ella y una persona que nos hacía sufrir se alejó de nosotros; así se realizó ese milagro. Si no hubiéramos tenido esa moneda Ehécatl no nos hubiera hecho ese trabajo. Nada se nos da de regalo, todo cuesta”. (Samael Aun Weor. Misterios Mayores).
En ocasiones, por ejemplo, se hace una labor en conjunto y se necesita de algún bien material, un salón para dar conferencias, la autorización de un jefe de gobierno, que se abran las puertas para alguna labor, etc.
Entonces dependerá de todos poner un granito de arena, en buenas obras, trabajo intenso, lucha, para que el platillo de la balanza pese lo que se requiere. Supongamos que vamos a realizar un congreso gnóstico y necesitamos un buen salón para el evento, pero en esa ciudad es imposible por lo carísimo que se encuentran las cosas.
Entonces se maneja de la siguiente forma: en la balanza cósmica se pone lo que se necesita, en este caso un salón, supongamos que vale 30 dineros cósmicos. En conjunto en el grupo, por nuestros esfuerzos, sólo tenemos 15 dineros, entonces cada trabajo que se hace por cada miembro del grupo va pesando en el platillo. El trabajo de uno valdrá un dinero, el trabajo de otro valdrá medio dinero, el de otro valdrá dos dineros y así, conjuntando esfuerzos, sacrificios conscientes, de pronto se junta el dinero cósmico necesario y se libera, se encuentra lo que necesitamos, a veces casi por un acto de magia.
Nada se pierde, la fuerza del sacrificio consciente siempre genera cambios trascendentales, cosas casi imposibles de realizar, si hay amor y fe, se cristalizan. En ocasiones uno considera que lo que hizo nadie lo tomó en cuenta, sin embargo, todo pesa, todo tiene un valor, y cuando se hace con amor tiene aún mucho más valor.
Sin embargo, eso no es todo, cuando alguien trabaja por la humanidad desinteresadamente, no sólo los demás se benefician, sino que eso que entregamos sinceramente, se retribuye por ley a quien lo genera, esto lo podemos ver en el siguiente versículo: "Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir." (Lucas 6:38).
Los yoes causas
La muerte fue muy estudiada por nuestros antepasados, pero en realidad se referían frecuentemente a la desintegración de los Yoes. (Xalapa).
Los defectos psicológicos que hemos creado a lo largo de nuestras existencias tienen sus raíces causales, que vienen a ser llamados como: Los Yoes Causas. Estos yoes están vinculados a la ley de causa y efecto.
La desintegración de los egos es muy difícil y complicada, pero no imposible. Es una lucha titánica, sin embargo, muchos fracasamos, pues a pesar de los esfuerzos invertidos no logramos en ocasiones avanzar como quisiéramos.
Una de las tantas razones es porque no ponemos atención en la raíz o raíces del defecto psicológico, es decir, en los Yoes causas que dieron origen a ese defecto que queremos destruir. Es muy interesante comprender que tienen relación con nuestras deudas kármicas, ya que generaron dolor, sufrimiento, pesar, etc., en nosotros y también en los demás.
“Solo el arrepentimiento más profundo y los respectivos negocios con los señores de la ley pueden darnos la dicha de lograr la desintegración de todos esos elementos causales que en una u otra forma pueden conducirnos a la eliminación definitiva de los elementos indeseables”. (Samael Aun Weor. La Gran Rebelión).
El sacrificio por la humanidad
Fachada con los 12 apóstoles, símbolo del servicio desinteresado a la humanidad. (Potosí).
Tres son los factores que consideramos en la gnosis para revolucionar nuestra conciencia: El nacer (transmutar las energías creadoras), el morir (desintegrar los defectos psicológicos) y el sacrificio por la humanidad (el ayudar desinteresadamente a los demás).
Si ponemos atención en estos factores veremos que nos ayudan a cancelar el karma, ya que, eliminando el ego, a través del factor morir, se elimina la causa del karma y entonces puede ser perdonado. Se desintegran los actores de la recurrencia y no hay quien repita los dramas, tragedias y comedias de la vida causantes de tantos sufrimientos.
El factor nacer o transmutar las aguas puras de vida, parecería que no tiene relación, sin embargo, al ir en contra de las pasiones animales que causan el karma más severo, estamos caminando en sentido contrario y obviamente así también cancelamos karma.
Por supuesto, al servir desinteresadamente a nuestros semejantes, ponemos peso en el platillo positivo de la balanza cósmica y anulamos acciones negativas del pasado.
Si alimentamos al hambriento, jamás nos faltará comida; si vestimos al desnudo, nunca nos faltará ropa para cubrir nuestro cuerpo; si enseñamos a trabajar al que no sabe, no sufriremos por falta de trabajo para ganarnos el pan de cada día; si procuramos al enfermo, no nos faltará que esté a nuestro alcance la curación en un momento dado que la necesitemos.
El sacrificio por la humanidad podría ir mucho más lejos, tocar niveles más elevados, trabajar por las cosas que necesita la humanidad a nivel físico es una buena obra, pero si trabajáramos por la humanidad a nivel esencia, alma o conciencia estaríamos en un nivel muy superior de trabajo, ya que la labor repercutiría en salvar esencias.
Nos referimos a realizar labores para que las personas conozcan las claves, conocimientos y técnicas para transformase, para que puedan salir del mundo de las drogas, alcoholismo y vicios, para que tengan los métodos para eliminar sus defectos, para que sus matrimonios mejoren en todo sentido, para que puedan conseguir paz en este mundo tan estresante, para que puedan regresar al Padre que está en Secreto.
Todos podemos hacer algo en bien de la humanidad doliente, estamos en un momento muy crítico, muchas personas quieren cambiar, pero no conocen el cómo hacerlo, no hay nadie que les ofrezca las claves para lograrlo. Nadie se compadece de la gran huérfana que es la humanidad.
«Hay que empuñar la antorcha de la verdad para incendiar al mundo, cueste lo que cueste. ¡Piedad por los que sufren, piedad por tantas gentes que no han visto jamás un rayo de Luz!» (Samael Aun Weor. El Sacrificio por la Humanidad).
En estos momentos nos viene a la memoria un acontecimiento que nos dejó muy sorprendidos y que no se nos olvidará, dábamos gnosis en una ciudad pequeña y entre los alumnos había un joven mecánico que iba a las clases de un pueblo aproximadamente a 20 minutos de la ciudad.
Frecuentemente nos invitaba a comer a su casa, un día de esos, al terminar la comida, muy seriamente nos dijo: “Ya sé cómo puedo ayudar a la humanidad”, interesados en aquella frase, le pusimos mucha atención y continuó diciendo: “Voy a tenerles arreglado su carrito siempre”; intrigados, porque no veíamos que relación tenía eso con ayudar a la humanidad.
Entonces nos comentó que sabía que estábamos dando seminarios en diferentes partes de la República Mexicana, que atendíamos además del instituto de esa ciudad a otro cada semana, a unas tres horas de distancia, y que, si no teníamos problemas con el carrito, entonces podría la gnosis llegar a más personas.
Efectivamente cumplió su palabra, prácticamente cada semana llegaba en una camioneta con todas sus herramientas a revisar el carrito; y sí, tenía razón, pudimos llegar a más personas mientras estuvimos en ese lugar, el carrito estuvo siempre al 100%, inclusive cuando tuvimos un accidente en una labor por la humanidad y el carrito casi quedó destruido, él lo restauró pieza por pieza.
Eso nos puso a reflexionar en que, en realidad, todos podemos hacer algo por la humanidad, que sólo es cuestión de encaminar nuestra voluntad para dicho fin.
“Trabajando uno por los demás, también es recompensado. Aunque uno renuncie a los frutos de la acción, siempre es recompensado. Trabajando por los demás podemos cancelar el karma viejo que traemos de vidas anteriores”. (Samael Aun Weor. Los tres Factores de la Revolución de la Conciencia).
Juan el evangelista, uno de los doce apóstoles. (Potosí).