Libro: La Balanza Cósmica, la Ley del Karma

Capítulo 4. Enfermedades Kármicas

Capítulo 4. Enfermedades Kármicas

La enfermedad es un desequilibrio en nuestro organismo que causamos generalmente por algún vicio, emoción negativa, mala costumbre, etc., la humanidad entera padece de cientos de enfermedades y a pesar de tantos descubrimientos científicos no las hemos logrado reducir significativamente; incluso se han aumentado escandalosamente.

Los siete elementos de la naturaleza

Dios del fuego (Huehueteotl). (Teotihuacán).

Dios del fuego (Huehueteotl). (Teotihuacán).

Para comprender mejor las causas de las enfermedades, es muy importante comprender la constitución septenaria de todo lo existente. Así como existen siete dimensiones y siete cuerpos, también hay siete elementos en la naturaleza. Los primeros cuatro los hemos estudiado desde hace siglos: tierra, agua, aire y fuego.

El quinto elemento es el éter, la quintaesencia de todo lo existente, la esencia mística azul, divina y recóndita que inunda y penetra toda la naturaleza. Corresponde a la cuarta dimensión y por ello se le llama también mundo etérico. El éter es origen de los cuatro elementos conocidos: la tierra es éter en estado pétreo, el agua es éter en estado acuoso, el aire es éter en estado gaseoso, el fuego es éter en estado ígneo.

El sexto elemento es la luz astral, la fuente de toda vida, una energía que contiene todo lo existente, se le llamó como el dragón volador de Medea, el INRI de los cristianos, el Tao de los chinos, el ázoe y magnesia de los alquimistas, etc., corresponde a la quinta dimensión o mundo astral. El séptimo elemento es la mente cósmica.

Las cinco causas de las enfermedades

De acuerdo con el gran sabio Paracelso existen cinco causas que dan origen a todas las enfermedades:

Ens astrale (entidad astral), enfermedades causadas por la alteración de la luz astral o sexto elemento de la naturaleza, que nos contiene de la misma forma que el vientre materno al feto, esta energía es la base de toda vida. En ocasiones esta luz astral se acumula en una flor, y esa es la razón que al ver algunas flores pareciera que nos hechiza; igualmente cuando se acumula en una persona, aunque no sea bonita, atrae a todo el mundo, debido a esa luz astral acumulada.

Lamentablemente podemos dañar esa luz astral con nuestras actitudes; cada enojo la convierte en un veneno, también la dañamos a través de microorganismos ultrasensibles (especie de bacterias o virus de otras dimensiones) creadas por nuestros vicios o malas costumbres como el alcohol, el cigarro, las drogas, etc.

A estos microorganismos ultrasensibles o larvas astrales Paracelso las clasificó en varios tipos que son llamados: fantasmatas, dragones, basilisc, súcubos, íncubos, aspis, leos, etc., estos se adhieren al cuerpo astral y viven de nuestra vitalidad, robándola.

Como la luz astral es la base de la vida, al dañarse, al llenarse de larvas astrales, como consecuencia se enferma el cuerpo físico. Nuestras envidias, violencias, maldiciones, orgullos, etc. generan grandes cantidades de esos microorganismos ultrasensibles en la luz astral; cuando somos malvados creamos verdaderos enjambres de estas larvas astrales.

«Debemos evitar el trato con personas malvadas, pues esas personas son centros de infección astral.» (Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica).

Ens veneri (entidad venérea), el término “veneri” viene de la palabra Venus, el planeta del amor, es una forma que el sabio Paracelso utiliza para referirse a enfermedades causadas por el mal uso de la energía creadora.

Nos dice Paracelso que cuando por algún motivo abandonamos a nuestra pareja no quedamos desligados de ella, pues el acto amoroso establece un pacto para toda la eternidad. Nos da a entender que con cada persona, con la que realicemos el acto amoroso, quedaremos ligados con lazos invisibles y nos llegará su vibración por todo lo que hagan negativamente, perjudicándonos.

Además, como la energía sexual es el origen de la vida misma, es obvio que cualquier mal uso de esta, como el adulterio, la pornografía, el sexo de tipo inferior, etc., crea “larvas” (microorganismos ultrasensibles) que se adhieren al cuerpo etérico o astral y viven de la vitalidad de su creador; resultando, como consecuencia, enfermedades.

«Todo ser humano corriente tiene en su atmósfera astral cultivos de larvas de formas tan extrañas que la mente no puede concebir. Los valores positivos traen salud y dicha. Los valores negativos se materializan en enfermedades y amarguras.» (Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica).

Olla dedicada a Tláloc, dios de la lluvia, regente de los Tlaloques, elementales de la naturaleza, llamados en la edad media como Ondinas y nereidas. (Regional).

Olla dedicada a Tláloc, dios de la lluvia, regente de los Tlaloques, elementales de la naturaleza, llamados en la edad media como Ondinas y nereidas. (Regional).

Ens espirituale (entidad espiritual), enfermedades causadas por el mal uso de las fuerzas anímicas o espirituales de la naturaleza. Existen criaturas elementales de la naturaleza conocidas como duendes, hadas, genios, sirenas, elfos, silfos, salamandras, gente musgosa, etc.

Muchos relatos en todos los tiempos y culturas nos hablan de ellos, es la belleza del alma de la naturaleza. Lamentablemente la mala voluntad de las personas puede influir sobre estas fuerzas y hacer mal uso de ellas, causando dificultades y hasta enfermedades. Parte de esto es lo que llamamos hechicería, brujería, etc.

Ens naturae (entidad natural), enfermedades causadas por el desequilibrio que permitimos en nuestro cuerpo vital, quien garantiza la existencia humana y también el daño al sistema nervioso por una vida tan estresada y emociones inferiores como la envidia, entre otras.

Hay cuatro fuerzas, vibraciones o energías que componen el cuerpo vital: éter de vida, el fundamento para la reproducción humana; éter químico, origen de los procesos bioquímicos de nuestro organismo físico; el éter lumínico, que son el origen de las precepciones y las percepciones extrasensoriales; y el éter reflector base de la imaginación y la voluntad. Es interesante saber que el ayudar a las personas fortalece el éter lumínico y reflector.

Ens Dei (entidad de Dios), enfermedades originadas por nuestras malas acciones de esta o vidas anteriores, es decir, enfermedades kármicas.

La divinidad ha estado simbolizada por seres como Cocijo (deidad zapoteca de la lluvia) (Regional).

No todas las enfermedades son por el karma, pero vale la pena reflexionar que una parte de estas enfermedades tienen su origen en la ley de causa y efecto. El comprender esto nos podría conducir a establecer en nuestra vida algunos cambios que permitan sanarnos, ya que, modificando la causa, se altera la consecuencia.

Es necesario también comprender que existen una infinidad de variables al aplicarse esta ley, es decir, si se cometió tal o cual error, pero si a la par, hicimos unas cuantas buenas obras, el resultado no es tan grave; sin embargo, si cometimos el error y además conjuntamente cometimos otras faltas, la enfermedad se agravará.

Por lo que hay que tomar en cuenta los valores positivos o negativos de cada persona. De este modo, tenemos varias enfermedades que generalmente su causa se encuentra en vidas anteriores. El saber esto es muy práctico, porque si modificamos la causa (la falta cometida), podríamos modificar el efecto (la enfermedad).

«El peor género de enfermedades son aquellas engendradas por karma. La viruela es el resultado del odio, la difteria es el fruto de las fornicaciones de pasadas vidas. El cáncer es también el resultado de la fornicación”. “La tuberculosis o peste blanca, es el resultado del ateísmo y materialismo en pasadas vidas. La crueldad engendra la ceguera de nacimiento. El raquitismo es hijo del materialismo. La malaria proviene del egoísmo, etc. Centenares de otras enfermedades tienen su origen en las malas acciones de nuestras pasadas vidas.» (Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica).

Enfermedades kármicas

Aunque es muy complejo el estudio de las enfermedades kármicas, por tantas cosas que llegan a influir, tanto en su parte esencial como en sus variaciones, demos un recorrido generalizado por algunas enfermedades para comprender mejor cómo se desarrollan.

Epilepsia:

Es una enfermedad que se desencadena en convulsiones; a pesar de los grandes adelantos en la medicina, no se ha logrado curar, apenas se puede controlar con fármacos y muchos cuidados. La ciencia moderna le atribuye su origen a desórdenes neurológicos y en la gnosis encontramos su causa en haber sido un médium espiritista en una vida anterior.

Es necesario aclarar que cuando somos médium con el fin de que se manifiesten supuestos “espíritus”, no entran estos, sino entidades del bajo astral, microorganismos ultrasensibles, defectos psicológicos, etc., pero nunca el alma del difunto y menos aún un maestro.

Los maestros como Jesús no necesitan de alguien para manifestarse, por eso son seres conscientes, despiertos, iluminados y tienen la capacidad de manifestarse en donde quieran, sin necesidad de nadie. De hecho, si un maestro penetrara en el cuerpo de alguien (lo cual no está permitido) con su altísima vibración destruiría el cuerpo del médium.

Lo que penetra en el médium es generalmente un Yo o defecto psicológico, pero no el alma o espíritu. Lamentablemente con este tipo de prácticas dislocamos el cuerpo mental del astral dando como consecuencia la epilepsia en existencias futuras.

Vitral de Jesús. (Iglesia de S.L.P.).

Vitral de Jesús. (Iglesia de S.L.P.).

«Es incuestionable que el karma de la Mediumnidad es la epilepsia. Obviamente los epilépticos fueron médiums en sus vidas anteriores.» (Samael Aun Weor. Las Tres Montañas).

Cáncer:

Otra enfermedad, por la cual siguen muriendo muchas personas en la actualidad, es el cáncer, sin que realmente se haya hecho algo significativo en nuestro tiempo para diezmarla.

Para entender esta enfermedad, tenemos que comprender la existencia de un segundo cuerpo en el ser humano, de tipo energético, el cual es la base del cuerpo físico. Este vehículo le llamamos cuerpo vital, ya que es el que le da vida al cuerpo de carne y hueso. Se le llama “Lingam Sarira” en la India y Paracelso le llamó “Mumia”.

La causa del cáncer se debe a un microrganismo ultrasensible, como un microbio o virus perteneciente a la cuarta dimensión, que afecta el cuerpo vital, y dañándose dicho cuerpo se desencadena un desorden celular en el cuerpo físico al que llamamos cáncer.

La causa la tenemos en el abuso de la energía sexual en vidas anteriores, como quiera que sea la energía más poderosa que tiene el ser humano, cuando uno abusa de la misma, trae como consecuencia que el cuerpo vital no esté suficientemente preparado para combatir este microrganismo que llamamos “cancro”.

Obviamente no tenemos actualmente la capacidad científica de ver estos virus de la cuarta dimensión, quizás en un futuro, cuando se desarrollen más los microscopios y se combinen con los neutrinos u otros sistemas que nos permitan penetrar en la cuarta dimensión, podamos comprobar estas afirmaciones.

«Es indubitable que en un futuro mediato se inventarán electro-microscopios más poderosos; entonces el “cancro” será perceptible para los científicos ultramodernos. Es ostensible que este germen fatal llega al planeta Tierra sumergido entre las corrientes electromagnéticas de la constelación de cáncer. A todas luces resalta que el cáncer es el karma de la fornicación. Los antiguos sabios conocieron a fondo este tipo muy especial de Némesis.» (Samael Aun Weor. Mi regreso al Tíbet).

Deformidad de nacimiento

Escultura huasteca de un jorobado. (Regional).

Escultura huasteca de un jorobado. (Regional).

Para comprender esto, se requiere tomar en cuenta los atributos de la divinidad: El Padre es la sabiduría y la verdad; el Hijo es el amor y el Espíritu Santo es el poder. Por tanto, lo que nos separa de la divinidad son: la mentira, el odio y el abuso de la energía creadora.

Al ser el Padre o Ser la verdad, cada vez que mentimos, vamos en el camino contrario del Padre interior. Es como hacer una falsa conexión con el Ser, es separanos del Ser. Indudablemente esto nos trae pésimas consecuencias, ya que al alejarnos del Ser cometemos toda clase de errores.

El mal uso de la palabra no es algo ligero, ya que el origen de la creación está en el verbo; por ello es por lo que se tiene que calcular bien el resultado de lo que decimos: "Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan." (Job 4:8). También Buda le da mucha importancia al bueno uso de la palabra y sus lamentables consecuencias de su mal uso: “No habléis agresivamente con nadie, porque los que atacáis podrán replicaros de igual manera. Las discusiones crean dolor y podréis recibir golpe por golpe” (Dhammapada 133).

La energía de nuestro Padre que está en secreto fluye maravillosamente a través de las distintas dimensiones de la naturaleza, desde lo más elevado hasta llegar al mundo físico; pero al mentir creamos intencionalmente una dislocación, que da como resultado que no llegue esa fuerza a nosotros.

En la magistral ópera de Mozart “La Flauta Mágica” se despliega una importante trama sobre el aprender a utilizar correctamente la palabra y no decir mentiras: «Si a todos los mentirosos les pusieran un candado como éste en la boca: en vez de odio y calumnia, lo que habría sería amor y fraternidad» (La Flauta Mágica de Mozart).

Si revisamos el cuento de Pinocho, podremos darnos una idea de que estas afirmaciones que damos no son nuevas, ya que al mentir le crece la nariz, es decir, esto causa la deformidad.

La mentira nos va separando más y más del Ser, de la verdad, de Dios. Es indudable que al morir nuestro diseño electro-psíquico esté dañado y, como consecuencia que al saturar la célula germinal genere, como resultado un cuerpo deforme.

«Las gentes han perdido la noción de la sinceridad. Hoy en día las palabras humanas ya no llevan la sustancia de la sinceridad, y las gentes sufren por falta de sinceridad. Hoy en día las palabras humanas están llenas de mentiras e hipocresía”. “¿Sabes tú lo que son las palabras mentirosas? Las palabras embusteras engendran monstruos”. “¿Habéis visto alguna vez el nacimiento de algún niño monstruoso? Ese es el Karma de la palabra falsa pronunciada en vidas anteriores. Nosotros admiramos mucho la sustancia de la sinceridad. A nuestra Isla Blanca jamás podría llegar un mentiroso.» (Samael Aun Weor. Curso Zodiacal).

Ceguera de nacimiento

Los defectos psicológicos son venenos para nuestro organismo, bien es sabido por nuestros médicos como las emociones negativas causan estragos en nuestro cuerpo. La crueldad no puede ser la excepción.

Somos crueles con los animales, con las plantas y lamentablemente lo somos con nuestros hijos, padres, pareja, etc., lo curioso es que en ocasiones hasta nos sentimos justos y hasta graciosos, pero realmente estamos siendo crueles. Esta emoción negativa tan extrema, obviamente, daña nuestro cuerpo, pero no es todo.

La ceguera de nacimiento tiene su causa en esa crueldad que manifestamos tan intensamente en pasadas existencias.

La indebida polarización del cuerpo vital

Pila bautismal símbolo de las aguas puras de vida o energía sexual. (Carmen).

Pila bautismal símbolo de las aguas puras de vida o energía sexual. (Carmen).

Tenemos la libertad de actuar y ser como pensemos que es lo más correcto. Si queremos una guía para no equivocarnos tanto, lo tenemos en la naturaleza, ya que es la manifestación de la divinidad. Lamentablemente insistimos en alterarla, no solo con las plantas y animales sino con nosotros mismos.

Cuando nosotros malgastamos en forma abusiva la energía creadora, nos terminamos el capital cósmico destinado para vivir más. Esto obviamente trae muchas pésimas consecuencias para la salud.

Sin embargo, si pensamos en otras vidas, cuando desencarnamos y hemos agotado todo nuestro capital por esos abusos pasionales, al proyectar nuestro diseño electro-psíquico eso afecta en la creación de nuestro cuerpo vital a cargo de los ángeles de la vida. Esta falta de fuerza creadora determina una indebida polarización de nuestro cuerpo vital.

Diversas Enfermedades

Muchas enfermedades hemos tenido que lidiar a través de la historia, causadas algunas por bacterias y otras por virus. Es interesante el observar cómo fueron mortales para mucha gente, y que algunas personas teniendo el sistema inmunológico suficientemente fuerte lograron ser inmunes a estas.

Esto nos hace reflexionar en el hecho de que tiene que existir una causa para que algunas personas sean inmunes, se ha buscado ello en algún alimento, influencia externa, costumbre, etc. pero deberíamos ver también las cuestiones de nuestros defectos psicológicos.

Algunas de estas enfermedades han sido erradicadas gracias a la misericordia divina y también por los avances de la ciencia. Por ejemplo, la viruela sigue siendo todavía hoy en día una gran incógnita para la comunidad científica; el origen, de acuerdo con estas enseñanzas, fue la manifestación del odio de prácticamente todos los que conformamos la humanidad en vidas anteriores. Ya no tenemos esta enfermedad, pero si muchas otras que no hemos podido encontrar su cura.

Si bien son excelentes todos los cuidados que hemos desarrollado en cuanto a higiene, ejercicio, etc. Sin embargo, parece que hemos olvidado la parte principal, y esa sería también una higiene mental, un cuidado con las emociones de odio, rencor, miedo, etc.; como quien dice, nos fijamos que el sepulcro esté blanqueado, aunque por dentro esté lleno de podredumbre.

Daños por los vicios y delitos

Es indudable, y cualquiera lo sabe, que los vicios siempre traen consigo pésimas consecuencias. Sin embargo, sus daños no terminan en esta vida, pues el perjuicio que causamos no sólo es a nuestro cuerpo, sino que afectamos a muchas personas con tales actitudes dañinas; y lo que es peor, algunas veces a las personas que supuestamente más queremos.

Alcoholismo

Bebedores de Pulque. (Cholula).

Bebedores de Pulque. (Cholula).

La sociedad en que vivimos justifica siempre el alcoholismo de mil maneras, parecería que tiene el don de la ubicuidad, es decir, está presente en todas partes, entre las personas pobres, porque no soportamos vivir así, y en las personas adineradas por el simple gusto de disfrutarlo.

No respeta edad, preparación académica, sexo, religión, ni nada; la posibilidad de emborracharse está en todos, sin distinción. La mayoría de los accidentes automovilísticos, no se debe a fallas mecánicas, sino al vicio del alcohol. Daña nuestro cuerpo en forma total, daña a nuestra familia entera, el entorno de nuestro estudio o trabajo es pues una verdadera calamidad.

En la constelación de Perseo, en la parte de la Medusa, encontramos una estrella bastante interesante llamada algol (estrella demonio), definitivamente por su alto parecido a la palabra alcohol, nos refiere a todas las consecuencias que cosechamos con el abuso de esta substancia. Es prácticamente un demonio que hemos creado en nuestro interior.

Indudablemente al morir, al proyectar nuestro diseño electro-psíquico a los mundos superiores, este irá definitivamente dañado, dándonos como consecuencia un cuerpo físico con el cerebro defectuoso.

«El alcohólico puede nacer con un cerebro vital anómalo, defectuoso, el cual podría servir de fundamento a un cerebro también defectuoso.» (Samael Aun Weor. Si hay Infierno, si hay Diablo, si hay Karma).

Homicidio

Es triste ver como los medios de comunicación favorecen el aprendizaje del crimen en todas sus facetas. De niños nos acostumbramos a los programas violentos que van sembrando en nuestra psiquis elementos belicistas. Para el colmo de males nos regalan pistolas, espadas, cañones, ametralladoras para imitar los programas que vemos, dando como consecuencia una psicosis belicista generalizada.

Más tarde, además de todo el bombardeo de los medios de comunicación, tenemos eventos como las luchas, el box, los toros, que incrementan esa sed de violencia; no podrían faltar los juegos digitales pocos educativos y la inmensa mayoría son violentos.

Todo esto nos da como resultado que la palabra asesinato ya ni nos asuste y que se esté incrementando el homicidio por todas partes. Es obvio que es el peor grado de corrupción humana, si matar animales indefensos sin ningún propósito, más que el de verlos sufrir ya es abominable, es peor quitarle la vida a un semejante.

Entre los mandamientos de Moisés está muy claro al decirnos: “No matarás”, es entonces el homicidio un delito grave desde cualquier ángulo que se le observe. Esto obviamente nos traerá consecuencias dolorosas en próximas existencias; generalmente lo cosecharemos en un vehículo físico dañado en todos los aspectos y hasta una mente deficiente.

Escultura huasteca de un jorobado. (Regional).

Escultura huasteca de un jorobado. (Regional).

«El asesino, el homicida, aquél que incesantemente repite tan horrendo delito, a la larga puede nacer inválido, cojo, paralítico, ciego de nacimiento, deformado, horripilante, asqueante, ideático o definitivamente loco. Es bueno saber que el asesinato es el peor grado de corrupción humana, y de ninguna manera podría el asesino retornar con un vehículo sano.» (Samael Aun Weor. Si hay Infierno, si hay Diablo, si hay Karma).

El aborto

Si consideramos que el hilo de vida o cordón de antakarana, los ángeles de la vida lo conectan en el momento en que el espermatozoide se une al óvulo, al formarse la célula germinal, es por tanto ya una vida.

A partir de ese milagro, la Madre natura, los ángeles de la vida y muchas otras fuerzas de carácter superior intervienen para que empiece la división celular, después se forme el feto y, por último, se produzca la vida. Interrumpir este trabajo, obviamente, es un delito en contra del trabajo realizado por la Madre Natura.

Diosa de los partos (Tlazolteotl). (Xalapa).

Diosa de los partos (Tlazolteotl). (Xalapa).

«El aborto es una destrucción de la obra de la Madre Naturaleza. Bien sabemos que la diosa Madre Natura trabaja creando organismos. Cada uno de nos la lleva, dentro de sí mismo, en la propia psiquis y es ella quien une el zoospermo al óvulo; ella es quien elabora le célula germinal primitiva con sus cuarenta y ocho cromosomas; ella es la que da los impulsos para la formación genuina de la célula germinal primitiva y, gracias a esto, el organismo se desarrolla y se convierte en un arquetipo creador. Así, pues, en realidad, de verdad, la Madre Natura, lucha intensamente para fijar un organismo y cuando alguien destruye su obra, comete un crimen que en modo alguno puede pasar desapercibido para la Gran ley. Sería absurdo que la Gran ley estuviera de acuerdo con este tipo de destrucción y naturalmente sanciona severamente a todo aquél que destruya la obra de la Madre Naturaleza. Por lo tanto, el aborto provocado intencionalmente es un homicidio sancionado, como tal por la Gran ley.» (Samael Aun Weor. Las Respuestas que dio un Lama).

De lo explicado por el maestro Samael en líneas anteriores, hay que aclarar que son 46 cromosomas descubiertos por nuestra ciencia moderna y dos cromosomas más que corresponden a la cuarta coordenada, no descubiertos aún por nuestros científicos.