El origen del Yo

La Muerte. templo Mayor

“Cuando el Rayo encarnó por primera vez en el cuerpo humano salvaje y primitivo, despertó como hombre y tuvo Auto-Conciencia de su propia Felicidad. Entonces el Rayo pudo haber regresado a la Estrella que guía su Interior.

Desgraciadamente entre el seno profundo de la vorágine de la espesa selva, el deseo salvaje hizo nacer el Yo.

Las Fuerzas Instintivas de la Naturaleza atraparon la Mente inocente del hombre y surgió el falso miraje del deseo” VM Samael Aun Weor

Las chispas divinales giran eternamente en la rueda fatal del Samsara, prisioneras en el ciclo del valle de lágrimas. En el lado derecho, evolutivo, son los elementales del fuego, del aire, del agua de la tierra, del éter. La existencia es aún inanimada, inorgánica; se va volviendo más y más compleja hasta lograr el estadio de humanoide. En el lado izquierdo, la involución, la vida orgánica vuelve en su infinito y mecánico retorno, hasta el reino mineral sumergido o mundos infiernos de las religiones de todos los lugares y épocas de la tierra. Es 'el eterno retorno de todas las cosas'

¿Cuánto tiempo viví en los Mundos Infiernos? No lo sé. Posiblemente unos ocho mil o diez mil años...

Tratando de procesos evolutivos debemos hacer el siguiente enunciado: “Natura non facit saltus” (La Naturaleza no hace saltos). Es pues evidente que los estados más avanzados del Reino Vegetal me permitieron el paso al reino animal.  Comencé reincorporándome en organismos muy simples y después de haber tenido millones de cuerpos, concluí retornando en organismos cada vez más y más complejos “El Misterio del Áureo Florecer” VM Samael Aun Weor

La vida orgánica esencial, de una sola célula (bacteria, virus, prion, etc.) Ya conoce el deseo, que lo impulsa desde su forma prístina al alivio de la urgencia vital de existir.  La energía creadora en su manifestación elemental, asexual en esta etapa de la existencia, entraña la identidad del individuo consigo mismo y como miembro de una especie cualquiera, la existencia propia. Significa la urgencia final de reproducir sus genes, bajo la amenaza real de la extinción. La naturaleza apremia, la conciencia ya tiene noción de la agonía.  Aún no existe el 'yo' pero su origen está presente: el sexo primitivo. La capacidad de transmitir los genes- reproducción -sexo- y la identidad individual, el sentimiento de vida, la vitalidad propia y el instinto de poder, serán el motor hacia nuevos y más elaborados organismos.

La vida se tornó compleja hasta el reino animal, del cual, el animal intelectual auto proclamado hombre es la cima, en su paso transitorio por el Samsara, en tristes 108 cuentas del collar del Buda convertidas en pasión. 

''La segunda Noble Verdad es el origen de dukkha (sufrimiento) es el deseo o "sed de vivir" acompañado de todas las pasiones y apegos. Ésta, oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento. Es el deseo que produce nuevos renacimientos, que acompañado con placer y pasión encuentra siempre nuevo deleite, ahora aquí, ahora allí. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no existencia"— El Buda, Sermón de Benarés, la segunda noble verdad

Del intelecto humanoide, rasgo diferencial del instinto básico irreflexivo de los animales, en su cruce con el instinto mismo, surge la psicología, la psique y la Ciudad Perdida de Dite en los infiernos atómicos del hombre (subconsciente)

En el Samara se amalgama la conciencia ingenua a procesos genéticos, biológicos, moleculares, bioquímicos, absolutamente mecánicos.

Cada instinto se repetirá una y otra vez, como las partes de un reloj mecánico, implacable, sangriento, sin sentido de crueldad, impersonal, terrorífico. Y la conciencia del hombre reaccionará ante una situación real o ante una representación psicológica surgida desde el abismo de este mundo antes no existente, produciendo en la vida anímica angustia, y la constelación de expresiones de este nuevo universo múltiple, nacido de la unión fatídica de conciencia con la naturaleza.

''Las fuerzas más terribles de la Naturaleza se oponen al nacimiento del Superhombre. El Ángel, el Superhombre, es el resultado de una tremenda revolución de la Conciencia. '' El Matrimonio perfecto” V. M. S.A.W.

El resultado de un deseo incestuoso; el impulso destructivo hacia el propio hermano; el deseo de eliminar al padre, el homicidio,   se sepultan enérgicamente hacia el subconsciente, para luego ser exaltados a nueva cuenta en forma de moral y de todo tipo de normas represivas que develan la vergüenza ante el instinto, ante sí mismos, disfrazadas de hermosos ideales, bellas ideas y bellas palabras, en 49 niveles que parten e inician desde el abismo.

“Pero oí tu voz en el jardín y tuve miedo porque estaba desnudo” Génesis 3:10;

“y cubrieron con hojas de huerto su vergüenza “Génesis 3:7

"Y Dios le dijo: '¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?' Génesis 3:11

La transmigración de las almas condujo a la mónada divina hasta el humanoide, exponiendo así los genitales a la vista y al entendimiento. La mente, tan ingenua como perversa por destino fatal y propio, asigna la fuerza vital, la fuerza reproductiva en el deseo, el propio sentimiento de poder, donde centra su noción de individuo, su identidad de género y su autoestima. La capacidad de reproducirse entraña su “identidad” (yo soy) más profunda y vital, la urgencia biológica orgánica de transmitir los genes toma entonces un papel brutal y avasallador en el mundo interior, en la noción de su propia potencia, en la percepción de “sí”: ha nacido el ego, el yo, la conciencia del sí mismo, como algo que desea y que le es tanto más apremiante ser deseado.

Un niño es incapaz de lidiar y comprender la mansión de fantasmas que le representa la sexualidad, la perversión del instinto en lo que se llama 'pulsión' (ego) tirarán del hombre como hilos invisibles, presentes en el cotidiano vivir, aceptados por nosotros, invisibles, e incluso peor, elevados en forma artística, sensible o espiritual. Se cometen crímenes detrás de la cruz, el incienso está envenenado en su origen.

La agresividad biológica instintiva para conquistar o someter a la hembra, la competencia, la capacidad de la ingenua conciencia de confundirse, conduce en forma indefectible hacia la perversidad; transforma la tierna conciencia hacia la formación de miles y miles de estructuras mentales de poderosa carga emocional. El país psicológico se puebla de una multitud de criaturas caricaturescas infernales (ego)

La complejidad creciente e infinita de esta carga de valores atómicos se vuelve cada vez más pesada e intrincada, ahora es el “yo” múltiple; nació subterránea la luna psicológica. La caverna donde el humanoide es un homicida sin piedad, donde aún habita el caníbal, donde el homínido es incestuoso, donde huye como la gallina y donde ataca como bestia rabiosa, donde se esconde el parricida y el fratricida; aquí y ahora, en este momento, en este instante, en el interior del más culto, del más moral, respetuoso y elevado de los hombres.

El ser humano es un desconocido para sí mismo. Solo el camino de salida del Edén, el sexo, le permitirá al hombre su regreso triunfal, al trono del rey de la creación. Nuestra Divina Madre tiene el poder de desintegrar al ego una vez que le hayamos comprendido a totalidad. Nuestra divisa es Thelema — voluntad.

Por un lado se encuentra el instinto natural que incita a la reproducción de la especie y el deseo nace del querer ser algo más, la tentación siempre ha acompañado al hombre desde su inicio.

Enviado por: Rafael Peralta Colaborador Avanzado I.C.Q

Foto: La Muerte. Museo del Templo Mayor. Tomada por Francisco Ismael Moreno Luna.

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