El ego de la pereza

El Ego de la pereza

El EGO o YO PSICOLÓGICO, es un conjunto de vicios, errores, recuerdos, miedos, deseos, pecados, mentiras, odios, etc. y se cuentan por miles, los cuales  viven  adheridos a nuestra consciencia o alma, teniéndola prisionera y robando su energía,  nuestro interior   es semejante a una  casa en desorden, donde en vez de un amo existen muchos yoes  que quieren siempre mandar y hacer lo que les viene en gana, es una lista interminable de estos defectos y donde cada  yo es una faceta de nuestra personalidad.

La pereza es otra  cabeza de legión y tiene,  como los demás defectos, muchos hijos o caras y es muy conocida por todos los seres humanos. Cuántas veces al día  nos escuchamos y oímos a los demás hablar sobre ella, cuando decimos: hoy tengo pereza de levantarme, no iré al trabajo, me reportaré enfermo; o no iré a la escuela; suena el timbre del teléfono y nos molestamos porque no queremos levantarnos a contestar o bien no ayudamos a los demás por causa de este defecto, somos impuntuales, ociosos, desordenados, inconstantes, desperdiciamos el tiempo, dormimos mucho, pedimos dinero prestado por no querer trabajar, no queremos estudiar, dejamos para mañana lo que se puede hacer hoy, somos pesimistas, pensamos que todo sale mal y no luchamos, nos aburrimos fácilmente, somos negligentes, hacemos las cosas de mala manera, no desempeñamos las labores correctamente y con amabilidad, no hacemos ejercicio, nos  abandonamos a sí mismo, somos  apáticos, indiferentes, no realizamos las prácticas esotéricas o el trabajo psicológico por pereza, etc. etc.

Según la filosofía de los Vedas la naturaleza está compuesta por tres fuerzas o Gunas llamadas en sánscrito: Sattwa, Rajas y Tamas  y las podemos definir como  equilibrio, actividad e inercia, respectivamente.

Satwa es puro, luminoso y bueno, pero  ata mediante el apego a la felicidad y al conocimiento.

Rajas es de naturaleza pasional y es la fuente del deseo y del apego, ata fuertemente al ser encarnado a la acción.

Tamas nace de la ignorancia y alucina a todos los seres mediante la inadvertencia, la pereza y el sueño (conciencia dormida, sueño de la consciencia).

En cada ser humano existen estas tres fuerzas, algunas veces predomina Tamas  y nos volvemos perezosos e inactivos y torpes,  otras veces prevalece la actividad fundamentada en  el deseo y en pocas ocasiones logramos el equilibrio de ambas para lograr la paz y felicidad.

Por lo general en los distintos seres humanos predomina alguna de ellas, ciertas personas se caracterizan por la inactividad, la torpeza y la pereza, en otros se manifiesta la actividad, el poder, la energía y en pocos encontramos la calma, la tranquilidad, la nobleza.

Quien no elimina la guna Satwa se pierde en el laberinto de teorías y abandona el trabajo esotérico, el que no desintegra la guna Rajas fortifica el ego lunar mediante la ira, la codicia y la lujuria, pues esta guna es la raíz misma del deseo, de las pasiones violentas y de toda concupiscencia o apego. Quien no elimine a Tamas tendrá siempre la consciencia dormida, será perezoso, abandonará el trabajo esotérico por causa de la flojera, inercia, pereza, falta de voluntad, tibieza, falta de entusiasmo espiritual, será víctima de las tontas ilusiones de este mundo y sucumbirá ante la ignorancia.

Sabiendo cómo son estas fuerzas podremos emplearlas a nuestro favor y serán de ayuda para comprender mejor nuestro trabajo interior.

No hay conocimiento cuando falta armonía; sin armonía no puede haber contemplación, sin ésta no puede haber paz, ¿y como puede ser feliz quien carece de paz? (Los Vedas).

Enviado por Comisión de Secretaría del I.C.Q.

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Imagen: Jacob Matham (1571 - 1631)

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