El ego de la gula

El Ego de la gula

Es indispensable aprender a recibir un nuevo día en forma consiente, pues este es el reflejo de nuestra vida debido a que los días se repiten incesantemente. Al estar consiente tenemos la oportunidad de ser felices porque podemos cambiar aspectos que producen una vida reaccionaria y dolorosa, como hábitos, costumbres, temores, miedos.

Uno de los grandes problemas del ser humano para alcanzar la felicidad es la justificación de no tener tiempo para auto observarse; esto es un error, pues en cada momento podemos permanecer auto observándonos. La gula es uno de los siete defectos que produce infelicidad (borracheras, glotonería, banquetes, cacería, carnivorismo, miedo a la muerte, deseos de perpetuar el yo, temor a la aniquilación); la gula se manifiesta principalmente en uno de los cinco centros de la máquina humana: el centro instintivo; si observamos cómo actúa en ese centro podremos comprenderla y eliminarla, surgiendo entonces lo contrario a ésta: la TEMPLANZA, con la ayuda de la Madre Divina que existe en cada ser humano como parte de lo más espiritual.

Se caracteriza la gula por un deseo desmedido, insatisfecho, lo cual podemos descubrir cuando existe identificación con el alcohol, con el ansia de comer, al dejarse llevar por un instinto de insatisfacción. Se vislumbra la gula cuando se tiene miedo a la muerte por el deseo insatisfecho del yo de seguirse manifestando; en los banquetes que se disponen, no para saciar hambre, sino para ir más allá y tatar de saciar instintos o necesidades psicológicas; además del miedo al cambio, pues la gula se siente sin garantías de poder seguir existiendo. 

Es un enemigo del Cristo y de los principios más espirituales, debido a que aleja al individuo de los anhelos del desarrollo interior, pues en una manifestación instintiva y bestial, el ser humano se olvida del Ser creando una inercia y un frío lunar que desarrolla más y más.

Tenemos que ser radicales y tener disciplina; alguien puede decidir dejar de fumar o de beber, que indica un cambio, sin embargo, al carecer de comprensión vuelve la persona a sus hábitos inhumanos, por eso apelar siempre de procedimientos crísticos y conscientes es lo indispensable si se quiere alcanzar la auténtica felicidad o un verdadero cambio.

Al cambiar hábitos y dominar instintos, se preparan los centros inferiores de nuestro organismo para poder lograr cristalizarse en nuestra psiquis, anhelos espirituales, ideas conscientivas que pueden acercarnos al Padre que está en secreto.

Día a día debemos recibir el Pan supersubstancial a  través del trabajo diario de  auto observación, (¿Qué es lo que impulsa a tener un deseo?, ¿En qué momento?, ¿A qué hora del día?) ; comprensión (¿ Cuál fue el resorte secreto?, ¿Cuál fue el proceso psicológico que nos llevó a la manifestación de un instinto?) y aniquilación, (implorar la ayuda de la Madre Divina), sólo así es posible que se cumpla esa máxima de recibir el Pan de cada día.

Aspectos físicos acusan la gula: un abdomen excesivo, carencia de ejercicio, cuerpos gordos, excesivo sentido al paladar, demasiada sal y picantes, desmedido dulce, alimentos que sólo satisfacen al paladar, no nutritivos. La siguiente dieta es recomendable mientras se analiza el ego de la gula.

Nuestra dieta debe ser equilibrada, comer de los cinco grupos de alimentos (de acuerdo a los cinco Tatwas que vibran en toda la naturaleza) sin abusar de alguno de ellos, como se mencionó en este texto: necesitamos el pan, el abrigo y el refugio sin que estas necesidades se  conviertan en gula.

"Decidles: Renunciad a la gula, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios de Amenti."  Pistis Sophía, Cap. 102.

Enviado por F. Ismael Moreno Luna. Calmecac. San Luis Potosí, S.L.P.

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Imagen: Jacob Matham (1571 - 1631)

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