El Rey

¡Hola, amigos! En esta ocasión vamos a hablar del “Rey”, en las piezas blancas del Ajedrez, se encuentra en la parte superior al centro, y lleva una cruz. Esta pieza nos viene a simbolizar a nuestro Padre que está en secreto, al Anciano de los Días, al Primer Logos, a Kether, entre los cabalistas.

Y cada uno de nosotros lo llevamos en el fondo de nuestra conciencia. Es la primera y la última síntesis de nuestro Ser, nuestro Real Ser. Es una chispa divina emanada del Gran Océano de la Vida. Él, como aspecto masculino, se desdobla en la Madre Divina, como aspecto femenino.

A nuestra Madre Divina la vemos en el ajedrez a un lado del Rey, y a esta pieza se le conoce como la Reina. Dios como Padre es Sabiduría, Dios como Madre es amor. Dios como Padre radica en el Ojo de la Sabiduría, es decir en el entrecejo. Y Dios como amor, la Madre Divina, la encontramos en el templo-corazón.

Sabiduría y amor son las dos columnas torales de la Gran Logia Blanca.

Nos dice la Mtra. Helena Blavasky: hay tantos padres en el cielo, como hombres en la tierra, porque el Anciano de los Días es original en cada hombre o mujer. Él es el Padre de todas las creaturas del Universo.

Kether es la misericordia de las misericordias, la bondad de las bondades, lo oculto de lo oculto, es la raíz de nuestro Íntimo, nuestro Ser, nuestro Espíritu.

Nosotros siempre nos hemos imaginado a un Dios antropomorfo, sentado en un trono, echando rayos y centellas contra todos los que habitamos en este mundo tridimensional.

Sin embargo; no es así, el Padre reina en todo el Universo.

Nuestro objetivo en esta vida es regresar a nuestro origen, a unirnos nuevamente con nuestro Padre, debemos saber y comprender cuál es nuestra misión y por qué estamos aquí en este mundo tridimensional.

Nuestro objetivo en esta vida es encarnar a nuestro Padre, esto lo logramos mediante trabajos conscientes y padecimientos voluntarios. Sólo venciendo a nuestros agregados de tipo psicológico, y realizando la Gran Obra podremos llegar a Él.

El Padre Eterno. Museo Bellas Artes de Sevilla. Zurbarán. 1631-40.

Lo primero que tenemos que hacer es dejar de decir mentiras, porque nuestro Padre es la Verdad. Y la Verdad no la vamos a encontrar fuera de nosotros, si no que ella está dentro de cada uno de nosotros.

Para lograr encarnar al Padre necesitamos trabajar en los tres factores de la Revolución de la Conciencia que son:

Nacer: Nos estamos refiriendo al nacimiento segundo, esto se logra sublimando nuestra energía creadora con la finalidad de fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Para ello necesitamos aplicar la única Ley de Dios que es el amor. Pero un amor consciente.

Porque amar, cuán bello es amar. Sólo las grandes almas pueden y saben amar. El amor es ternura infinita, el amor es la vida que palpita en cada átomo y en cada sol. El amor no se puede definir porque lo desfiguramos, el amor hay que experimentarlo. El amor adviene en nosotros cuando estamos enamorados, ese sentimiento debiera perdurar toda la vida entre las parejas unidas en matrimonio.

El amor se siente desde lo más hondo de nuestro corazón, viene a ser como una vivencia deliciosa, como un fuego que consume, es un vino divino, es delirio de quien lo bebe.

Nosotros con nuestra pareja ya sea hombre o mujer debemos realizar el Matrimonio Perfecto que es la unión de dos seres que verdaderamente se aman.

El alfil, otra pieza del ajedrez, que encontramos dos a un lado de los reyes, y que nos vienen a simbolizar la fuerza sexual, que la llevamos todo ser humano, para convertirla en una piedra cúbica perfecta. Y poder sublimarla a través de la columna vertebral.

Morir: Nos estamos refiriendo a la muerte mística, la muerte de todos esos elementos subjetivos que cargamos dentro de nosotros y que son un obstáculo para todo lo sagrado. Porque la muerte física es para los humanos un evento natural.

Este trabajo requiere de todo un proceso integral, que inicia desde la autoobservación psicológica, representada por la pieza del ajedrez llamada la torre.

Esta pieza la vemos en las piezas blancas en las esquinas superiores, para indicarnos que tenemos que estar en alerta-novedad, como vigías en época de guerra o en recuerdo de sí, esto es con nuestra conciencia en lo que estamos haciendo, con el objeto de descubrir durante el día los defectos que se manifiesten para poderlos comprender y desintegrarlos con el apoyo de nuestra Madre Divina para convertirlos en polvareda cósmica.

Se requiere de la meditación, que es el pan diario de todo verdadero aspirante a la Sabiduría. Con la meditación los podemos estudiar y con el bisturí de la autocrítica, saber cuándo fue la primera y última vez que se manifestó el defecto, conocer sus estructuras, conocer las relaciones o alianzas con otros yoes para fortalecerse, en qué momento o circunstancias se manifiestan o tienen más fuerza.

Una vez comprendido el defecto, le solicitamos a nuestra Madre Divina, por medio de la oración, le suplicamos, le lloramos, que lo vuelva polvareda cósmica

Así se desintegran los defectos, yoes o agregados de tipo psicológico que han convertido nuestra vida todo un caos, enfermedades, miserias, problemas de todo tipo. Y por último tenemos

Rey Arturo. Charles Ernest Butler. 1903.

El sacrificio por la humanidad: Necesitamos amar a nuestros semejantes, sentir verdadero amor por el prójimo, prepararnos para entregar la Gnosis hasta el último rincón del planeta, para que nadie desconozca esta sabiduría trascendental, la Gnosis y así formar el Ejército de Salvación Mundial.

Por otro lado, también tenemos que ayudar a los demás, en el momento oportuno, de manera desinteresada y sin esperar nada a cambio.

Ahora, tenemos la Ley de Recurrencia. Las personas comunes y corrientes repetimos siempre los mismos dramas, las mismas comedias, los acontecimientos de nuestras vidas se repiten continuamente. Ejemplo: Los perversos, secuestradores, delincuentes y todos nosotros venimos a reincorporarnos sucesivamente para repetir las mismas tragedias. Todas nuestras acciones desequilibran la Ley de la Balanza.

Vida tras vida repetimos los mismos errores y creamos Karma y esto nos lo viene a representar el caballo del ajedrez, que lo vemos en las fichas blancas ente la torre y el alfil.

Hay que saber que hemos acumulado desde el pasado mucho karma por haber violado la Ley, y a esto se le llama la Ley del Karma que es una Ley de Causa y Efecto,

Ahora, tendremos que enfrentar los resultados o consecuencias cuándo éstos se presenten, pero afortunadamente lo podemos pagar con buenas obras, ayudando de manera consciente y desinteresada a los demás, así como formar el futuro que nosotros queramos cambiando las consecuencias; esto es, desintegrar la causa que originó cada evento.

Pero también hay una manera más segura y definitiva de eliminar el karma, es desintegrar la causa que los produce y el origen es en síntesis el ego o yo psicológico.

Para realizar todo este trabajo, necesitamos de la ayuda de nuestro Padre y nuestra Madre Divina. Y así podremos encarnar al Padre, a Kether, al Anciano de los Días.

Debemos amar y venerar a nuestro Padre que está en secreto. El maestro Jesús de Nazareth, nos enseñó a orar a nuestro Padre.

Existe una oración mágica de inmenso poder, una oración de petición. Una oración para hablar con nuestro Padre que está en secreto.

Pero necesitamos hacerlo en meditación profunda, reflexionando cada frase, cada palabra y si lo hacemos así, producirá efectos maravillosos. Tenemos que orar, pero de manera consciente, porque la oración a mil kilómetros por hora no sirve de nada.

Aquí les dejamos el Padre Nuestro, para que lo meditemos con mucha fe y devoción:

Les vamos a recomendar el libro “El Padre Nuestro” que se encuentra en el portal principal del ICQ, sección de libros, libros del ICQ aquí podrán ahondar en este tema de nuestro Padre que está en secreto.

El Padre Universal Eterno. Francisco Bayeu y Subias. 1734-1795.

EL PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en los Cielos

Santificado sea tu nombre

Venga a nos tu Reino

Hágase señor, tu Voluntad,

así en la tierra como en el Cielo.

El pan nuestro de cada día, dádnoslo hoy

Perdona nuestras deudas, así como nosotros

perdonamos a nuestros deudores.

No nos dejes caer en la tentación, más líbranos de todo mal.

Amén.

Muchas gracias.

Bibliografía del Mtro. Samael Aun Weor:

“El Matrimonio Perfecto”, “El libro de la Virgen del Carmen”, “Tarot y Cábala”

“El Padre Nuestro” libro del ICQ.

“Los gnósticos tenemos que hacer la voluntad del padre” Samael Aun Weor.

Enviado por: Carlos Celso Rea Zamora y Ma. Guadalupe Inclán Castillo.

Imagen 1: El Padre Eterno. Museo Bellas Artes de Sevilla. Zurbarán. 1631-40. Imagen 2: Rey Arturo. Charles Ernest Butler. 1903. Imagen 3: El Padre Universal Eterno. Francisco Bayeu y Subias. 1734-1795.

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