Salón de los Caracoles

Salón de los caracoles. Plazuelas

Entrar al conjunto arquitectónico de “Casa Tapadas”, desde la puerta principal situada al occidente, es toda una aventura al mundo interior, lo primero que tiene ante su vista el discípulo es el Salón de los Caracoles.

Pared Banca. Plazuelas

Todavía hoy en día el sentarse en la Pared – Banca que queda enfrente del Salón de los Caracoles es toda una experiencia inolvidable, podría decirse que aún se escucha  el verbo divino de los hierofantes o maestros sagrados, parlando la sabiduría gnóstica primigenia.

Una paz profunda puede sentir el aspirante a la sabiduría, si en acecho místico pone su mente en silencio, no es difícil imaginar el sonido de los caracoles sagrados resonando en cada roca de este místico lugar. El incienso embalsama el ambiente, solo queda esperar que el discípulo esté preparado, para que el maestro aparezca…

Caracoles. Plazuelas

Estos símbolos de caracoles marinos, estaban adornando este majestuoso salón, para mostrarnos el trabajo que debemos llevar a cabo para transformarnos radicalmente, muestra la didáctica precisa para centrar nuestros esfuerzos conscientes.

El que sean caracoles marinos nos motiva a reflexionar en la importancia del agua para el planeta, pues sin ella moriría, esta agua dentro del ser humano es el Ens Seminis de Paraceso o energía sexual, que debidamente trasmutada, podría cambiar la naturaleza interna y crear cuerpos especiales, llevándonos al Nacimiento Segundo, del cual Jesús hablaba a Nicodemus.

Al estar cortados, nos muestra la espiral de la existencia, que andamos en la rueda de vidas y muertes, que a veces estamos en una espira más alta, otras más baja en el trascurrir de nuestras existencias, cosechando lo que de bueno o malo hemos realizado. “No somos más que un mal caracol en el seno del Padre”, es claro que solo con la Muerte Psicológica, eliminando eso que nos hace tan engreídos, egoístas, lujuriosos, miedosos, tiranos, explotadores, ladrones, etc., es como podremos emanciparnos de la rueda del dolor y ser felices.

El sonido de estos caracoles nos indica la necesidad de levantar la antorcha del Verbo bien en alto para iluminar el camino de otros, de hacer resonar la palabra, la gnosis, en los corazones de aquellos que sufren y lloran para sanar sus adoloridos corazones, de llevar la luz a las tinieblas, de darle al que aspira cambiar, las claves para lograrlo, ese es el Sacrificio por la Humanidad,  mostrarles el camino.

El conocimiento que encontramos en el Salón de los Caracoles, lleva un impacto a nuestra  conciencia, entregándonos en distintos niveles del Ser, el camino a seguir para no involucionar en el abismo en el que nosotros nos  hemos metido.

Es manifiesto aquí la Sabiduría del Corazón, la que rara vez se encuentra en la vida, la que si seguimos nos llevará por la vía directa al Padre Interior.

Instructora Gnóstica Ma. Guadalupe Rodríguez Licea. Comisión de Internet y Painall

Fotografía 1 Salón de Caracoles. Rigoberto Loza. Foto 2. Pared-Banca Andrómeda Luis Rivera. Foto 3. Caracoles. Rigoberto Loza

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