Pirámide del Centro.

Piramide Principal. Plazuelas

Estimados lectores de nuestra revista, hoy vamos a  hacer un estudio filosófico y cabalístico de la llamada pirámide del centro de la recientemente descubierta zona arqueológica de plazuelas de Pénjamo Guanajuato. La pirámide del centro se encuentra en la parte donde se hallan asentadas un conjunto de pirámides, formando por su ubicación la figura de una “  T “,  misma que nos recuerda a la palabra Nahuatl TEOTL que significa Dios.

Es de resaltar que nuestros antepasados tenían la costumbre de edificar entre las colinas y entre los cerros, tal como lo vemos en la zona arqueológica de la Quemada, cerca de Villanueva Zacatecas, en el Cerro del Toro, en Ojuelos Jalisco, vestigios de una antigua cultura tenemos en el cerro de los antiguos en Teocaltiche Jalisco. Así como en el Cerro Del Tuiche en Nochistlán Zacatecas y que decir del ya famoso cerro de Culiacán en Guanajuato del cual habla cosas extraordinarias un humilde y  anciano campesino sin estudios intelectuales llamado Uriel Almanza.

En Perú, tenemos al conocidísimo Machu Pichu, por dar tan solo algunos ejemplos de antiguas civilizaciones descendientes directos de la raza Atlante, que tuvieron la costumbre de asentarse en lugares altos, colinas, cerros, montañas. ¿Por qué lo hicieron?, las antiguas tradiciones indígenas, afirman que entre más alto vivieran, más cerca estaban cerca de Dios, cuando se perdió la espiritualidad, cuando terminó su edad de Oro, los lugares altos, fueron entonces aprovechados para la defensa contra las invasiones de sus enemigos, es interesante saber que las pirámides de las antiguas civilizaciones ya sean mayas, toltecas, nahuas, chinas (porque en China también se han descubierto pirámides), bosnias, egipcias etc.

Todas están orientadas a los 4 puntos cardinales, las pirámides de plazuelas no podían ser la excepción a la regla. La construcción de las pirámides en general, es tan exacta, que se ha comprobado científicamente que están levantadas contra terremotos, cumplen la función de concentrar la fuerza ordenadora del cosmos para ayudar a nuestra madre Tierra.

La pirámide del centro que es la más grande de las pirámides de éste lugar, fue construida cuatro veces, es decir, nuestros antepasados construyeron una pirámide sobre otra, el estilo arquitectónico varía de una etapa piramidal a la otra, o de una pirámide a la otra que la recubre.

Piramide Centro. Plazuelas

Desde el punto de vista exotérico, las cuatro construcciones piramidales formando una sola pirámide que es la  del Centro, objeto de nuestro estudio, representan distintas épocas o periodos de vida de sus habitantes y gobernantes, ya que para la sola construcción de una de sus etapas, hubieron de pasar generaciones enteras, desde la perspectiva esotérica, las 4 pirámides construidas una sobre la otra, nos vienen a recordar desde el punto de vista inferior, a los cuatro cuerpos de pecado o cuerpos lunares que son habitación del ego que cargamos, siendo 1.- el cuerpo físico, 2.- el cuerpo astral, 3.- el cuerpo mental, 4.- el cuerpo causal.  Desde el punto de vista superior, nos recuerda a los cuatro cuerpos solares que debemos crear mediante la sexualidad de tipo superior, para que dichos cuerpos, sirvan de vehículo a nuestro ser interior.

Desde el punto de vista cabalístico, las pirámides sobrepuestas unas con otras, nos recuerdan a las diferentes dimensiones superiores de la naturaleza. Alrededor de la pirámide del Centro, están otras tres pirámides, una al poniente, otra al sur y otra al norte, cada una de ellas tienen 3 niveles, es decir, fueron construidas 3 veces, si sumamos los niveles de las cuatro pirámides en conjunto, nos dan la cantidad de trece estratos, mismos que nos recuerdan los trece cielos mayas, así mismo, las trece regiones sephiróticas o regiones cósmicas del árbol de la vida hebraico, la disposición de las pirámides forman una cruz, la cruz es símbolo de redención, en los misterios de la cruz encontramos la clave para la conquista de las dimensiones superiores de la naturaleza, el Maestro Samael nos dijo en sus obras, “El cielo se toma por asalto y solo los valientes lo han tomado”.

Así que para conquistar las dimensiones superiores de la naturaleza es necesario armarse de valor en los misterios de la práctica de la cruz, la cruz nos recuerda a la ley del cuatro, este número es el fundamento de la gran obra, nos recuerda a las cuatro edades de una raza:  oro, plata, cobre y hierro. Los cuatro puntos cardinales, los cuatro elementos, los cuatro templos elementales situados en los cuatro puntos cardinales, aire al oriente, fuego al sur, agua al occidente o poniente y tierra al norte.

Los cuatro animales de la alquimia, los cuatro Kumaras o cuatro Tetrasustentadores del universo, siendo uno de ellos el Maestro Sanat Kumará, gran iniciador de la logia blanca, con cuerpo físico inmortal que data de unos dieciocho millones de años, vive en el desierto de Gobi junto con otros altos iniciados a orillas de un oasis dentro de la cuarta dimensión, las cuatro estaciones, las cuatro fases de la luna, el Iod He Vau He o Tetragrammatón que es el nombre de Dios en el antiguo idioma hebreo.

El carro de Mercabah egipcio que representa a los cuatro cuerpos solares, debemos entender la enseñanza que nos dan las pirámides de plazuelas, el hombre es una pirámide en sí mismo, debemos centrar la fuerza ordenadora e inteligente de nuestro ser en nuestra conciencia, para lograr la reintegración de las partes autónomas y auto conscientes de nuestro íntimo, en una lucha frontal contra el agregado psicológico, poniendo en consecuencia los cuerpos internos en equilibrio y al servicio de nuestra divinidad interior teniendo como base el misterio de la cruz, la cruz en su sentido más trascendental es el sexo de tipo superior, el gran Arcano o misterio, el misterio está en la cruz.  

Artículo escrito por Virgilio Cuautle Roldán. Nochistlán Zacatecas México.

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