Psicología de Auto Ayuda:

Cómo se ha de Resistir las Tentaciones

1.- Mientras en el mundo vivimos, no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones. Por lo cual está escrito en Job: Tentación es la vida del hombre sobre la tierra. Por eso cada uno debe tener mucho cuidado acerca de la tentación y velar en oración para que no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme sino busca por todos lados a quien tragarse.

Ninguno hay tan santo, ni tan perfecto que no tenga algunas veces tentaciones; y no podemos vivir sin ellas.

Imagen 1: Adán recibiendo de Eva el Fruto Prohibido”. Pietro Facchetti (Obra copiada de: Salviati, Francesco). Después de 1554.

Imagen 1: Adán recibiendo de Eva el Fruto Prohibido”. Pietro Facchetti (Obra copiada de: Salviati, Francesco). Después de 1554.

2.- Más las tentaciones son muchas veces utilísimas al hombre, aunque sean grandes y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.

Todos los santos por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron y aprovecharon.

Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron.

No hay orden, ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones ni adversidades.

3.- No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras viva, porque bien pasa una tentación o tribulación, sobreviene otra; y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra primera felicidad.

Muchos quieren huir de las tentaciones y caen en ellas más gravemente.

No se puede vencer sólo con huirlas; con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos.

4.- El que solamente quita lo que se ve, y no arranca la raíz, poco aprovechará; antes tornarán a él más presto las tentaciones, y se hallará peor.

Poco a poco, con paciencia y buen ánimo, vencerás, con el favor divino, mejor que con tu propio conato y fatiga.

Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle, como tú lo quisieras para ti.

5.- El principio de toda tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.

Porque con la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas; así el hombre descuidado y que desiste de su propósito es tentado de diversas maneras. El fuego prueba al hierro y la tentación al hombre justo.

Muchas veces no sabemos lo que podemos; más la tentación descubre lo que somos.

Debemos pues velar principalmente al venir la tentación; porque entonces con más facilidad es vencido el enemigo, cuando no se le deja pasar de la puerta del alma, y se le resiste en el umbral luego que llama.

Porque primeramente se ofrece al ánima sólo el pensamiento sencillo; después la importuna imaginación; luego la delectación, y el torpe movimiento, y el consentimiento.

Y así se entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo por no resistirle al principio.

Y cuanto más tiempo fuere un perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco, y el enemigo contra él, más fuerte.

Imagen 2: “La Tentación de Cristo”. Ary Scheffer. 1854

Imagen 2: “La Tentación de Cristo”. Ary Scheffer. 1854

6.- Algunos padecen grandes tentaciones al principio de su conversación y otros al fin. Pero otros son molestos por casi toda su vida.

Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la Divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.

7.- Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados; sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido a ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, Nos dará el auxilio junto con la tentación para que la podamos resistir.

Humillemos pues nuestras almas bajo la mano de Dios en toda tribulación… las tentaciones y adversidades se ve cuando uno ha aprovechado; y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.

No es mucho ser un hombre devoto y fervoroso cuando no siente pesadumbre; más si en el tiempo de la adversidad se sufre con paciencia, esperanza es de gran provecho.

Algunos no se rinden a grandes tentaciones, y son vencidos a menudo en las menores y comunes, para que, humillados, nunca confíen en sí en cosas grandes, siendo flacos en las pequeñas.

Tomas de Kempis. Imitación al Cristo.

(Enviado por Juan Carlos Ávila López. Aguascalientes, Ags.)

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