Antropología:

Antropología: Nacimiento de Huitzilopochtli

«Mucho honraban los Mexicas a Huitzilopochtli; sabían ellos que su origen, su principio fue de esta manera: En Coatepec, por el rumbo de Tula, había estado viviendo, allí habitaba una mujer de nombre Coatlicue. Era madre de los Cuatrocientos surianos (del Sur) y de una hermana de estos de nombre Coyolxauhqui».

Imagen 1: Representación de Huitzilopochtli en el Códice Tovar. Juan de Tovar. S. XVI.

Imagen 1: Representación de Huitzilopochtli en el Códice Tovar. Juan de Tovar. S. XVI.

«Y esta Coatlicue allí hacía penitencia, barría tenía a su cargo el barrer, así hacía penitencia, en Coatepec, la Montaña de la Serpiente, y una vez, cuando barría Coatlicue, sobre ella bajo un plumaje, como una bola de plumas finas en seguida lo recogió Coatlicue, lo colocó en su seno».

«Cuando termino de barrer, buscó la pluma, que había colocado en su seno, pero nada vio allí».

«En ese momento Coatlicue quedó encinta. Al ver los cuatrocientos surianos que su madre estaba en cinta, mucho se enojaron, dijeron: “¿Quién le ha hecho esto? ¿Quién la dejó encinta? Nos afrenta, nos deshonra”. Y su hermana Coyolxauhqui les dijo: “Hermanos, ella no ha deshonrado, hemos de matar a nuestra madre, la perversa que se encuentra ya encinta. ¿Quién le hizo lo que lleva en el seno?”».

«Cuando supo esto Coatlicue, mucho se espantó, mucho se entristeció. Pero su hijo Huitzilopochtli, que estaba en su seno, le confortaba, le decía: “No temas yo sé lo que tengo que hacer”».

«Y cuando finalmente estuvieron de acuerdo, estuvieron resueltos los 400 surianos a matar, a acabar con su madre, luego se pusieron en movimiento, los guiaba Coyolxauhqui. Iban bien robustecidos, ataviados, guarnecidos para la guerra…»

«Luego se pusieron en movimiento, iban en orden, en fila, en ordenado escuadrón los guiaba Coyolxauhqui».

«Y cuando por fin el ejército asciende a la cumbre del monte sagrado ocurre el milagro».

«En ese momento nació Huitzilopochtli, se vistió sus atavíos, su escudo de plumas de águila, sus dardos, su lanza dardos azul, el llamado lanza dardos de turquesa, se pintó su rostro… Y uno de sus pies, el izquierdo, era enjuto, llevaba una sandalia cubierta de plumas…»

Imagen 2: Representación de Huitzilopochtli en el Códice Telleriano-Remensis. S. XVI.

Imagen 2: Representación de Huitzilopochtli en el Códice Telleriano-Remensis. S. XVI.

«Y el llamado Tochancalqui, puso fuego a la serpiente hecha de teas llamada Xiucoatl, que obedecía a Huitzilopochtli. Luego con ella hirió a Coyolxauhqui, le cortó la cabeza, la cual vino a quedar abandonada en la ladera de Coatepec, montaña de la serpiente. El cuerpo de Coyolxauhqui fue rodando hacia abajo, cayó hecho pedazos, por diversas partes cayeron sus manos, sus piernas, su cuerpo. Entonces Huitzilopochtli se irguió, persiguió a los 400 surianos los fue acosando, los hizo dispersarse desde la cumbre de Coatepec, la montaña de la culebra».

«En vano trataban de hacer algo contra él, al son de los cascabeles y hacían golpear sus escudos. Pero ellos mucho le rogaban, le decían: “¡Basta ya!”. Pero Huitzilopochtli no se contentó con eso, con fuerza se ensañaba contra ellos. Los perseguía. Solo unos cuantos que pudieron escapar de su presencia pudieron liberarse de sus manos. Se dirigieron hacia el sur, porque se dirigieron hacia el sur se llaman 400 surianos…»

«Y cuando Huitzilopochtli le hubo dado muerte, cuando hubo dado salida a su ira, les quito sus atavíos, sus adornos, su anuecúyotl, se los puso, se los apropió los incorporó a su destino hizo de ellas sus propias insignias».

«A él lo veneraban los mexicas, le hacían sacrificios, lo honraban y servían. Y Huitzilopochtli recompensaba a quien así oraba. Y su culto fue tomado de allí de Coatepec la montaña de la Serpiente, como se practicaba desde los tiempos antiguos».

Códice Florentino Libro III Capítulo 1.

A la luz del Gnosticismo podemos encontrar en este mito, descrita de una forma muy sencilla la creación del mundo y sus leyes que lo gobiernan; tenemos representando el sol a Huitzilopochtli, la luna (Coyolxauhqui) las estrellas (los 400 surianos) y el caos de donde surge todo (Coatlicue), es pues una bella exposición de Cosmogénesis (Cosmos=Orden Génesis=Origen).

Resulta interesante saber que los Tlamatinime (maestros sabios) en sus enseñanzas, reunían los 4 pilares de la Gnosis conjuntando Ciencia, Filosofía, Arte y mística. En un solo símbolo, nicho, piedra, leyenda, etc. contenía diferentes significados para que el que de acuerdo con el nivel de ser de cada quien, extrajera el conocimiento que necesitaba de estas enseñanzas.

Podemos interpretar esta leyenda si cada personaje lo llevamos a nuestro interior y tendremos la técnica precisa para destruir esos elementos inhumanos que cargamos en nuestro interior y que son origen de todas nuestras desgracias.

Imagen 3: Coatlicue. Museo Nacional de Antropología. Foto: Jenaro Reyes (ICQ).

Imagen 3: Coatlicue. Museo Nacional de Antropología. Foto: Jenaro Reyes (ICQ).

Coyolxauhqui: Se traduce como “la de cascabeles en las mejillas” que entre los aztecas los cascabeles en las mejillas representaban voluptuosidad, indicando con esto el defecto que más fuerza tiene en nosotros, la lujuria, con justa razón es la hermana mayor de los 400 surianos.

400 surianos: son nuestros defectos psíquicos.

Huitzilopochtli: “El Colibrí Zurdo” por su parte es representación de la Luz, de la sabiduría, del amor, de los pocos valores positivos que nos quedan y que deben luchar contra las potencias tenebrosas de nuestro interior es, por una parte, la esencia interior, y también nuestro ser que nos impulsa al trabajo por la perfección de cada uno de nosotros.

Coatlicue: Es la representación de la Madre Divina, quien concibe a Huitzilopochtli, similar a Jesús sin contacto de varón. Coatlicue se traduce como “La de falda de Serpientes”, la serpiente se asocia según el zodiaco azteca a los órganos creadores.

Coatepec: Montaña de la serpiente. Es el simbolismo del camino que hay que seguir hacia la perfección, este se asemeja a una montaña.

Xiucoatl: “Serpiente de fuego”, es la fuerza capaz de destruir nuestros defectos psicológicos, similarmente en la India es la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, es el fuego sagrado que dirigido a los defectos previamente comprendidos puede eliminarlos.

Información detallada de este mito en el libro: El Nacimiento de Colibrí Zurdo Huitzilopochtli

 

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