El Intercesor Elemental

Esfinge Egipcia

Estimados lectores, es maravilloso trabajar con las inocentes criaturas elementales de las plantas, debemos aprender a trabajar con ellas para ayudar a los demás y a nosotros mismos. Todo ser humano posee un instructor elemental, ese instructor elemental está hecho con sustancias elementales de la naturaleza, y el creador fue el mismo hombre. El hombre creó a su instructor elemental, cuando el hombre fue elemental. (Si nosotros leemos con seriedad e interés, “La Metempsicosis de Pitágoras” o” La Transmigración de las almas” del Maestro Krishna, descubriremos que el alma de todo ser humano ha tenido diferentes cuerpos, es decir, antes de acceder al género humano, hemos sido minerales, vegetales y animales)

Así pues, las aspiraciones del hombre elemental engendraron a su instructor elemental y lo crearon, él vive dentro de nosotros. El instructor elemental es un Maestro en «ELEMENTOTERAPIA», (el Arte Regio de La Naturaleza).

Cuando quieran hacer uso medicinal de una planta, deben acudir a su «Intercesor Elemental»:

Cierren sus ojos, concéntrense en él, rogándole practique el rito elemental de la planta y ligue el elemental vegetal, al órgano enfermo del paciente. Ustedes mismos hagan un círculo en el suelo alrededor de la planta, arrodíllense ante ella y oren pidiéndole al elemental de la planta el servicio deseado. No hay duda de que el Intercesor Elemental ligará entonces el elemental vegetal al órgano enfermo del paciente. Sólo se le debe dar libertad al elemental vegetal, cuando ya haya sanado el cuerpo del paciente. Entonces, ya sano el enfermo, se le ruega al intercesor elemental, poner en libertad al elemental vegetal.

La gente que vive en la ciudad, y que tiene que comprar las hierbas en el mercado, practicará alrededor de la planta el rito elemental, rogando luego a su intercesor elemental, ligar el elemental de la planta al órgano u órganos enfermos del paciente. Entonces el intercesor elemental, ligará con cordones fluídicos el elemental de la planta al órgano u órganos enfermos del paciente. Cuando se posee la clarividencia (esa facultad de ver el ultra de las cosas) es asombroso contemplar el elemental vegetal sanando al enfermo, reconstruyendo los órganos enfermos del paciente.

Como son millones las plantas medicinales, es claro que nuestros lectores necesitarían ser pozos de sapiencia, para saberse de memoria todos los ritos elementales de todos los vegetales de la naturaleza. Afortunadamente cada ser humano tiene un intercesor elemental de la naturaleza, el cual tiene esa sapiencia elemental.

Esfinge Egipcia

Invoque entonces, la persona que va a echar una hierba a la olla al Intercesor Elemental, rogándole que practique el rito elemental de la planta, y ligue ese elemental vegetal a los órganos enfermos del paciente. Así, esos elementales vegetales quedarán ligados con cordones astrales a los órganos enfermos del paciente y estos enfermos sanarán, porque no son las plantas las que curan, sino los elementales vegetales de ellas.

Cada vegetal tiene su elemental y por lo tanto, hay que rogarle al intercesor elemental practique el rito de cada planta. Él es nuestro mismo instructor de la naturaleza y posee la suprema sabiduría en magia elemental de la naturaleza. Con su ayuda podemos abrir los almacenes y registros de la Madre Naturaleza, y podemos estudiar la profunda sabiduría encerrada en las memorias del mundo elemental.

Durante el reino del emperador Carlomagno, muchas gentes y seres elementales penetraron profundamente en nuestra atmósfera física, y fue precisamente por ese tiempo que nació la literatura romántica de la «Mesa Redonda» y de los «Caballeros del Rey Arturo».

En las épocas del Rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, los elementales de la naturaleza se manifestaron por doquiera, penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física.

Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía abundan en la verde Erín, Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del alma del mundo, ya no es percibida por la humanidad debido a las sabihondeces de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal. Ciertamente el repugnante veneno del escepticismo contagió a las mentes humanas en forma alarmante desde el siglo XVIII. Hoy en día los sabihondos se ríen de todas estas cosas, no las aceptan, aunque escrito está que, el que se ríe de lo que desconoce, está en camino de ser idiota.

La Magia-Natural o Elemento-Terapia, es tan antigua como el mundo; este conocimiento pasó de los Lemures a los Atlantes y de allí fue transferido a los grandes Hierofantes del viejo Egipto. Si consultamos la historia, nos daremos cuenta de que los grandes hombres del pasado estudiaron bajo las protectoras alas del Egipto elemental. Solón, el gran legislador griego, Moisés, Apolonio de Tyana, todos ellos recibieron su sabiduría del Egipto elemental. Los cimientos del gran período egipcio están fundados sobre una antiquísima actividad neptuniana basada en las leyes elementales de la naturaleza. Los egipcios denominaron a esa profunda conciencia neptuniana, el «Amenti». Los átomos elementales de la naturaleza son «Prana». Las conciencias elementales de la naturaleza son «Prana», es decir, vida y el que hable contra los elementales habla contra la vida, y los príncipes de los elementales le cierran las puertas.

Queridos amigos, debemos aprender a utilizar nuestro «Instructor Elemental», para curar a los enfermos. Debemos aprender a manipular las sustancias elementales de la naturaleza para curar.

Enviado por el Instructor: José Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags.

Imagen: Fotos de la Esfinge de Egipto. Rubén Santamaría

La Esfinge, que ha resistido el curso de los siglos, es tan sólo la imagen de la Esfinge elemental de la Diosa Naturaleza. Esta Esfinge elemental es la suprema maestra de toda la magia elemental de la Naturaleza. Samael Aun Weor –Medicina Oculta y Magia Practica

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