ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA:

El Binario Serpentino

Binario Serpentino

El binario serpentino en el México prehispánico es ciertamente algo que nos invita a la reflexión. Las dos serpientes Ígneas o Xiuhcoatls, que graciosamente rodean al Sol en el calendario azteca, también rodeaban al Templo mayor de la gran Tenochtitlán y formaban el famoso COATEPANTLI o "muro de serpientes".

La serpiente azteca aparece constantemente en situaciones extraordinarias que trastornan íntegramente su determinismo orgánico: la cola, representada por una segunda cabeza en actitudes insólitas, nos conduce, por simple deducción lógica, al binario serpentino.

La doble cabeza, que recuerda con entera claridad a la figura de sierpe en círculo, en aquel trance gnóstico de devorar a su propia cola, aparece en los muros sagrados del Templo de Quetzalcoatl en las ruinas de Xochicalco.

Binarios serpentinos, ya danzando exóticamente debidamente enroscados en la mística figura del Santo Ocho, ya en forma encadenada formando círculo al estilo maya, etc., nos están indicando algo misterioso, extraordinario y mágico. No está de más en este Tratado citar enfáticamente al doble carácter esotérico de la serpiente.

Distíngase entre la serpiente tentadora del Edén y la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto; entre la horripilante Pitón que se arrastraba entre el lodo de la tierra y que Apolo, irritado hirió con sus dardos y esa otra que ascendía por la vara de Esculapio, el Dios de la Medicina.

Cuando la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes asciende por el canal medular espinal del organismo humano, es nuestra Divina Madre Kundalini. Cuando la serpiente ígnea baja proyectándose desde el hueso coccígeo hacia los infiernos atómicos del hombre, es el abominable órgano Kundartiguador.

El Venerable Maestro "G" cae en el gravísimo error de atribuirle a la Serpiente ascendente (Kundalini) los poderes hipnóticos y horribles de la serpiente descendente (el abominable órgano Kundartiguador).

Kundalini es una palabra compuesta: "kunda", viene a recordarnos al abominable órgano Kundartiguador; "lini", es un término atlante que significa fin. Kundalini, en alta gramática, puede y debe traducirse así: Fin del abominable órgano Kundartiguador.

El ascenso victorioso de la Kundalini por el canal medular espinal marca el fin del abominable órgano Kundartiguador. Indubitablemente, el Doctor Maurice Nicoll y Ouspensky, el gran iniciado, aceptaron este error del Maestro "G".

El citado Maestro consideraba que su Madre Cósmica era el sagrado Prana. Si el Maestro "G" hubiese estudiado al binario serpentino en los "muros sagrados" de los templos mexicanos, toltecas, mayas, etc., indubitablemente jamás habría caído en esta confusión.

La Yoga indostánica hace exhaustivos análisis sobre ese Fuego serpentino anular (Kundalini) que se desarrolla ascendente en el cuerpo del asceta, empero muy poco dice sobre la sierpe descendente o "cola demoníaca", cuya fuerza eléctrica mantiene en trance hipnótico a toda la humanidad doliente.

Si estos pobres mamíferos intelectuales que pueblan la faz de la Tierra pudieran ver con entera claridad meridiana el lamentable estado en el que se encuentran, desesperadamente buscarían la forma de escapar.

Tan pronto como el pobre animal intelectual despierta, aunque solo sea por un instante fugaz, y abre los ojos ante el crudo realismo de la vida, de inmediato el formidable poder hipnótico de la serpiente terrible del abismo vuelve a la carga con fuerza multiplicada y la infeliz víctima cae dormida otra vez, soñando que está despierta o a punto de despertar.

Solamente el gnóstico sincero, que comprende íntegramente la dificultad de despertar conciencia, sabe que esto último sólo es posible basado en trabajos conscientes y padecimientos voluntarios. La gran víbora infernal conoce todo el "modus operandi" de la imaginación mecánica. (Jamás nos pronunciaríamos contra lo diáfano o translúcido, que es conocido como imaginación objetiva, consciente.)

La culebra abismal, mediante la imaginación mecánica que es su agente primordial, trabaja de acuerdo con los intereses de la naturaleza y nos mantiene sumidos en el estado de trance hipnótico profundo. Mediante los mecanismos de la fantasía justificamos siempre nuestras peores infamias, eludimos responsabilidades, buscamos escapatorias, nos auto-consideramos, nos auto- calificamos de la mejor manera, nos creemos justos y perfectos.

Cabe pensar que hay fuerzas para las cuales es útil y provechoso mantener al mamífero racional en estado de sueño hipnótico e impedirle que vea la verdad y comprenda su posición en la vida.

Ostensiblemente, la mayoría de nosotros encuentra tales excusas, y está de tal modo bajo la necia y sutil actividad de la justificación del mí mismo con la complicidad de la imaginación mecánica, que en realidad jamás sospecharía la existencia íntima de sus muy naturales errores psicológicos... Por ejemplo, si somos crueles con la esposa, hijos, parientes, etc., en realidad lo ignoramos...

Lo más grave es que permitimos que esta situación prosiga, sobre todo porque nos gusta y es tan fácil, y si nos acusan de crueldad, probablemente sonreiremos pensando que no comprenden nuestra justicia, nuestra misericordia y amor infinito... Estamos metidos entre los horripilantes anillos de la Gran Serpiente, pero nosotros nos creemos libres.

Samael Aun Weor. Doctrina Secreta de Anahuac.

 

CONFIANZA PURA

  Una vez le preguntaron a Sahal Tastari(ra) “Cuando la confianza de un hombre en Dios se convierte en pura?”  y respondió: “ Su Fe en Dios alcanza el grado más elevado de pureza cuando la Injuria entra en su cuerpo ,  cuando sufre perdidas en su propiedad y no pone atención en esas cosas”

Enviado: Umberto Levagui. Uruguay.

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