Libro: La Flauta Mágica y la Iniciación

Capítulo 4. Osiris e Isis

Segundo Acto. Escena 1

Osiris e Isis. Flauta Mágica de Mozart. Gnosis

Enmarcado por un bosque de palmeras, Sarastro junto a los sacerdotes consagrados a Osiris e Isis, entran en solemne procesión al interior del templo. Osiris es el Padre que está en secreto e Isis es nuestra Madre Divina interior. Ser sacerdote de Osiris e Isis significa estar consagrados por completo a nuestros padres internos, reflejando en nuestros actos la sabiduría y el amor.

El Padre Nuestro dejado por el maestro Jesús, nos invita a saber de estas partes divinales que están siempre al pendiente de nosotros, cuando dice: “Padre nuestro que estás en los cielos”, esos cielos son las dimensiones superiores de la naturaleza, al decir: “nuestro”, es incuestionable que se refiere a que cada uno de nosotros tiene el suyo propio.

Osiris es el mismo Padre que está en Secreto, de él se desdobla su parte femenina, nuestra divina madre Isis. Debe uno aprender a venerar y respetar estos principios divinales, pues están dentro de nosotros y con el único objetivo de conducirnos sabiamente de las tinieblas a la luz.

«151- Es indispensable que nuestros discípulos cultiven la bella cualidad de la veneración. 152- Debemos venerar profundamente todas las cosas sagradas y divinas. 153- Debemos venerar profundamente todas las obras del Creador. 154- Debemos venerar profundamente a los Venerables Maestros de la Fraternidad Universal Blanca. 155- El respeto y la veneración, nos abren completamente las puertas de los mundos superiores.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea)

El Triunfo del Ser

Las palmeras que rodean esta escena, son el símbolo de la victoria que el Ser debe tener sobre el ego y nuestras pasiones, el triunfo que debemos conseguir para que el Ser domine la materia.

Nuevamente se escuchan los nueve sagrados sonidos, repartidos en tres veces tres, invitándonos a ahondar en los misterios de la iniciación; terminados estos, Sarastro les dice a los iniciados:

«¡Oh vosotros, servidores iniciados de los dioses Osiris e Isis! Con pureza de alma os digo que nuestra reunión es una de las más importantes de nuestra época: Tamino, hijo de rey, está en la puerta norte del templo, quiere arrancarse su velo nocturno y entrar en el santuario de la luz. Hoy nuestro deber es velar por ese virtuoso y ofrecerle amistosamente la mano.»

Tamino debe ser el prototipo de toda esencia (sea varón o mujer) que anhela con todas las fuerzas de su alma, rasgar el velo nocturno de la ignorancia, el fanatismo y el error que nos mantienen en el dolor. A quien así se decide, es indudable que la Logia Blanca o grupo de maestros que velan el mundo, y la Ley divina, representada por Sarastro, cuidan y protegen, así a todo aspirante a la luz.

Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia

Sería imposible la auto realización íntima del Ser sin la intervención de los tres factores de la revolución de la conciencia, bellamente descritos en el dialogo de Sarastro con los sacerdotes de Isis y Osiris, para ver si es digno de los misterios el príncipe Tamino.

Entonces el primer sacerdote le pregunta a Sarastro, si Tamino es virtuoso, aludiendo claramente al trabajo con el factor de la revolución de la conciencia llamado: El Morir, tratándose de la labor en la muerte de nuestros errores psicológicos; defecto eliminado, virtud emancipada. Por ello, la pregunta del primer sacerdote, indicando que es imposible iniciarse si no se trabaja con la muerte del ego, si no se es virtuoso.

El segundo sacerdote pregunta si es discreto, mostrándonos la importancia de la palabra, de cuidarnos de la expresión del ego animal que nos lleva siempre a tantos problemas.

El tercer sacerdote pregunta si practica las buenas obras, aquí se nos habla del factor: Sacrificio por la humanidad, de ayudar a nuestros semejantes llevándoles la luz de la gnosis para sanar su adolorido corazón, que la humanidad conozca las enseñanzas para que tenga herramientas para dejar de sufrir. Todos dan su consentimiento para que sea probado Tamino en el templo.

Sarastro entonces dice: «Pamina, muchacha dulce y virtuosa, ha sido destinada por los dioses a ese joven. Tal es la razón por la que se la quité a su madre.», aludiendo a la importancia del matrimonio, de la transmutación de las energías creadoras en pareja, canalizando las fuerzas magnéticas masculinas y femeninas buscando el matrimonio perfecto, trabajo que nos llevaría a la creación de los cuerpos existenciales superiores del Ser, la casa de nuestro Padre interno, para que pueda manifestarse libremente en el mundo. Este factor es llamado: Nacer.

El que diga Sarastro que Pamina ha sido designada por los dioses al príncipe Tamino nos confirma que cada ser humano tiene destinada su pareja, que es necesario que se tenga paciencia, que todo llega de acuerdo con nuestro trabajo; que la impaciencia y la lujuria siempre nos llevarán por caminos equivocados.

Los engaños de la sociedad

En estos momentos en que vivimos, la sociedad ha decaído, involucionado espantosamente, los valores espirituales se han perdido; lo blanco se ha vuelto negro y lo negro se ha vuelto blanco. Por ejemplo: ser fiel a la pareja en estos tiempos, está como pasado de moda, lo peor de todo, es que pensamos que vamos muy bien, a pesar de tantos sufrimientos y dolor.

La Reina de la Noche es la representación de todos esos errores en los que vivimos engañados, por ello Sarastro dice a los sacerdotes:

«Esa mujer se figura ser muy grande, abriga la esperanza de trastornar al pueblo con engaños y supersticiones y de destruir el sólido edificio de nuestro templo. ¡Pero no lo conseguirá! Tamino lo consolidará, con nosotros.»

Por ello es importante auto descubrirnos, conocer nuestros pensamientos y sentimientos; darnos cuenta por sí mismos de todo lo equivocados que podemos estar, sólo auto conociéndonos podremos saber lo falso que hay en cada uno de nosotros. Esto requiere de vigilancia extrema en cada momento de nuestra vida.

Las pruebas de la vida

Las pruebas a las que se enfrentará Tamino en el templo, son realmente las que se llevan a cabo a lo largo de nuestra vida, raro es aquél que las pasa, normalmente fracasamos y por ello pregunta el primer sacerdote: «Gran Sarastro, ¿soportará Tamino las duras pruebas que le aguardan? No lo olvides: es un príncipe.» Y Sarastro le contesta: «¡Más todavía! ¡Es un hombre!», indicando que realmente todos, no importando el nivel social, económico y moral, todos tenemos la posibilidad de iniciarnos.

El segundo y tercer sacerdote dicen a Sarastro: «Reconocemos y veneramos tu sabiduría», pues la ley divina (Sarastro) está por encima de todas las cosas.

Las pruebas se colocan cuando estamos ya preparados, no antes. Si no las pasamos es por cobardía, no se colocan si antes la ley divina (Sarastro) no las autoriza, leemos en 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Ahora entenderemos por qué Sarastro ordena: «Que lleven a Tamino y a su compañero al atrio del templo.», porque todo lo que nos pasa en la vida es realmente porque ya tenemos la posibilidad de trascenderlo.

El Gurú o guía espiritual

El Gurú o guía espiritual. Flauta Mágica de Mozart. Gnosis

Un Sacerdote se arrodilla ante Sarastro y éste le ordena: «Y tú, cumple tu sagrado ministerio: ¡enséñale a reconocer el poder de los dioses!». Cuando alguien ya está maduro para estas enseñanzas, entonces es que llegan a nosotros, dice el alquimista Fulcanelli: “El maestro aparece cuando el discípulo está a punto”, que Sarastro designe a un sacerdote para que guíe a Tamino en las pruebas, y además le ordene que le enseñe a reconocer el poder de los dioses, es el simbolismo de que una esencia está lista para este conocimiento.

La gnosis milenaria es el gurú o guía espiritual que ha de enseñarnos el poder de las inteligencias divinales, que nos ha de enseñar cómo trascender las pruebas de la vida, que nos enseñará a vivir inteligentemente y a salir del dolor.

Isis y Osiris

Isis es el nombre egipcio de la Madre Divina, lo importante es comprender que cada uno tiene la suya propia, la madre divina es una emanación o desdoblamiento de Osiris, el Padre que está en secreto, nosotros tenemos una chispa de la divinidad, esa chispa es nuestro real Ser interior profundo. Isis y Osiris son nuestros padres internos, divinales.

Isis y Osiris. Flauta Mágica de Mozart. Gnosis

El Padre nos da sabiduría y la Madre divina nos da amor, ellos están al tanto de cada una de las cosas que hacemos, nosotros somos los que con nuestras actitudes nos alejamos de ellos. Estas partes divinales intentan guiarnos, orientarnos, sanarnos. A ellos va dirigido esta petición de Sarastro:

«¡Oh Isis y Osiris, conceded a esa nueva pareja el espíritu de la sabiduría! Vosotros que guiais los pasos de los peregrinos, fortalecedlos en el peligro dándoles paciencia. Hacedles ver el premio de la prueba; y si debieran ir a la tumba, recompensad su audaz virtud, acogiéndolos en vuestra morada.»

En meditación, cuando la mente está en silencio, es la mejor forma de ponernos en contacto con ellos y solicitar su ayuda, ellos nos pueden brindar sabiduría a través de corazonadas, que son precisamente la “voz del silencio”, los intuitos de Don Emmanuel Kant, éstos brotan en la quietud de la mente.

Por ello es muy conveniente que diariamente nos concentremos en ellos, para solicitarles sabiduría en el camino; ellos guían los pasos de los peregrinos al camino interno, al sendero de la perfección, ellos podrán guiarnos por caminos seguros; pero, ante todo, se hace indispensable cumplir con su voluntad, pues saben qué es lo mejor para nosotros.

Normalmente en nuestras oraciones, pedimos que se haga nuestra voluntad y no la de nuestro Ser, es necesario cambiar esa actitud, claramente dice el maestro Jesús en la oración del Padre Nuestro: “Hágase, Señor, tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo”.

Nuestros padres internos nos pueden fortalecer en el peligro, sólo es importante estar en “Recuerdo de Sí” para poder recibir su ayuda, en un estado de alerta novedad, auto observándonos, vigilantes de los pensamientos y sentimientos.

Cuando alguien entra en un estado de conciencia intensificada, puede recibir la ayuda que constantemente nos entregan nuestros padres, sólo que cada uno, tal y como dicen las enseñanzas budistas, tenemos el cuenco o recipiente volteado hacia abajo, con nuestros pensamientos y emociones negativas.

Este trabajo no es para nada, fácil, pero si alguien logra el silencio mental absoluto en meditación, puede experimentar el Vacío Iluminador, donde se sabe exactamente, aunque sea por un momento, la meta. Quien logra la muerte total de los defectos psicológicos, que en nuestro interior cargamos, podrá vivir en la morada de nuestros padres internos, Osiris e Isis.