Sol Jaguar

Ocelotonatiuh

Ocelotl-Tonatiuh (ocelot = jaguar, tonatiuh = sol), también denominado por la fecha 4 Tigre: Nahui Ocelotl (nahui = cuatro, ocelotl = tigre).

Fue la primera y más remota de las épocas cosmogónicas, en la cual los gigantes que habían sido creados por los Dioses, habitaron el planeta. No cultivaron la tierra y vivieron en cuevas recolectando raíces y frutas, siendo finalmente atacados y devorados por los jaguares, indicándonos que esta raza humana logró trascender las cuatro edades por las cuales pasa, generalmente, toda raza humana, a saber:

La Edad de Oro, donde todo es de todos, no existe lo mío ni lo tuyo, rigen los principios cósmicos universales y no existen los defectos psicológicos. Es el mismo paraíso de las distintas religiones. En la India se le llama Krita Yuga (krita = Obra, yuga = edad), porque es la primavera de cada raza, en la cual “reina la Verdad y se mantiene firme la Justicia, y ningún beneficio reporta la iniquidad a los hombres” (Leyes de Manú, 1, 81). La Edad de Plata, cuando las cosas se hacen menos espirituales y más identificados con la materia, pero siguen rigiendo los principios cósmicos. A esta edad se le llama en la India Treta Yuga o Verano de la Raza. La Edad de Cobre, donde empiezan las guerras, las fronteras, el egoísmo, etc. Es el Dwapara Yuga de la India milenaria u Otoño de la Raza. Y el Invierno o Kali Yuga, la Edad de Hierro, porque existe la degeneración total, vivo reflejo de lo que hoy en día vivimos.

Los seres humanos de la primera raza lograron trascender las leyes y se conservaron en la Edad de Oro. Eran seres llenos de sapiencia, es decir, fueron devorados por los tigres de sabiduría. Se convirtieron en tigres, guerreros que, como auténticos felinos de la psicología revolucionaria, se han lanzado contra sí mismos, en lucha contra sus propios defectos psicológicos.

“Los aztecas dicen que los hombres de la primera raza fueron gigantes extraordinarios de color negro. Muy civilizada, una raza andrógina, asexual, semi-física, semi-etérica. Los individuos podían reducir su tamaño al de una persona normal de la actual raza aria. Los rituales y sabiduría fueron portentosos. La barbarie no existía en aquella época. Esta raza fue devorada por los tigres de la sabiduría. El regente de esta raza fue el dios Tezcatlipoca. Cada individuo era un Maestro de Sabiduría. La reproducción se realizaba por el acto fisíparo, similar al sistema de reproducción de las células orgánicas mediante el proceso de división celular; así, el organismo padre-madre se dividía en dos. El hijo andrógino seguía sosteniéndose por un tiempo del padre-madre. La primera raza vivió en la Isla Sagrada, situada en el casquete polar norte. Todavía existe dicha isla, pero en estado de Jinas, dentro de la cuarta vertical”. (Samael Aun Weor. Misterios Mayas)