El gallo

El gallo o GAIO representa entre los antiguos gnósticos y tradiciones al Verbo que tiene la capacidad de crear todo en la naturaleza, pues en él se manifiesta la divinidad, tal como nos dice Juan el apóstol:

I A O Abraxas Sabaoth. Inscripción de un libro de genealogías nórdico.

"I A O Abraxas Sabaoth". Inscripción de un libro de genealogías nórdico.

En el principio era el verbo y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. (Juan 1:1-3).

Anhelando posibilidad de ser un vehículo de expresión de esas fuerzas y principios espirituales superiores, el estudiante gnóstico debe reflexionar sobre la importancia del buen manejo del verbo o de la palabra en su vida cotidiana, ya que este tiene la fuerza para influir en todo a nuestro alrededor, como lo refiere el apóstol Juan.

En nuestro día a día debemos prestar especial atención a las palabras que utilizamos, a la emoción y sentido que imprimimos en ellas, ya que las mismas y sus consecuencias regresarán a nosotros.

Tenemos al ego o yo mismo, representación de nuestros defectos de tipo psicológico tan desarrollado, que casi la totalidad de nuestras palabras nacen de nuestros orgullos, mentiras, autosuficiencias, envidias, codicia, ambición, engreimiento, venganza, resentimientos etc., en nuestros hogares, escuela, lugar de trabajo y como lógica consecuencia, generamos multitud de problemas que vienen a complicarnos la existencia.

Es común que, al olvidarnos de sí mismos, de nuestro propio ser ante una situación complicada, reaccionemos de forma irascible, violenta o equivocada usando la palabra para herir, mentir, etc., por ello, es fundamental la transformación de las impresiones que llegan a nosotros, con el fin de reaccionar de forma asertiva y sabia ante ellas.

Para transformar las impresiones es necesario colocarnos en recuerdo de Sí, volvernos conscientes de nuestro Ser, tenerlo presente en todo momento para que sea su consciencia superlativa quien reciba y administre correctamente las impresiones de cada escena de la vida obteniendo así el beneficio de una fuerza en beneficio de nuestra vitalidad y de evitar la formación o fortalecimiento de los yoes-defectos que normalmente reaccionarían ante un problema determinado, complicando cada día de nuestra vida.

Dicen los evangelios que se le pregunta al apóstol Pedro si era discípulo y seguidor de Jesús después de que fuera tomado preso por la traición de Judas y Pedro, antes de que cantara el gallo (y se encarne al verbo), niega 3 veces al Cristo, esto significa que cuando identificados por las circunstancias y problemas de la vida perdemos la conciencia, cuando no estamos alertas, cuando vivimos en el sueño de la conciencia, somos proclives a caer en tentación traicionando o negando de esta forma al Cristo Íntimo.

Negación de San Pedro (1873). Carl Heinrich Bloch.

Negación de San Pedro (1873). Carl Heinrich Bloch.

Las tres negaciones de Pedro también representan 3 periodos de purificaciones especiales en el iniciado.

Otro aspecto del gallo es que, al anunciar el amanecer, que es la transición de la oscuridad a la luz del día, se le tomaba como el que anunciaba la iniciación del estudiante en su paso de la oscuridad de la ignorancia a la luz de la sabiduría de los antiguos templos.

De igual manera, la fertilidad del gallo lo colocan como referencia a esa fuerza generatriz, a la fuerza sexual sublimada sin la cual no es posible cumplir con la “Pasión y Resurrección del Señor”, tal es la importancia del control y transmutación de esta fuerza natural en el ser humano que, si es utilizada correctamente, nos puede dar la salvación.

Este simbolismo lo vemos reflejado en Abraxas, el ser con cabeza de gallo y serpientes en lugar de patas que, al representar al Verbo y al impulso sexual creador en la naturaleza, era para algunos grupos cristianos primitivos la divinidad creadora o Sabaoth.

Bibliografía: Las 3 Montañas, Tarot y Cábala, conferencia: “El Verbo y el Magisterio” por Samael Aun Weor.

“Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo. (Mateo 26: 33-35.

Enviado por: Instructor: Rubén Soto, La Paz, B.C.

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