Esoterismo de las Glándulas Endócrinas

Los chakras y el sistema nervioso (imagen del libro: Los Chakras de C.W. Leadbeater)

La naturaleza entera, con sus infinitos procesos extraordinarios es heptadimensional, es decir, está constituida por siete dimensiones, lo mismo el ser humano, pues está constituido por siete cuerpos.

Hay una anatomía oculta, velada para nosotros por la pérdida de nuestras facultades naturales que deberíamos tener y que inutilizamos por nuestros hábitos degenerados, violencias, lujurias, deseos, etc.

Hay un universo entero dentro de cada persona por descubrir, infinitas posibilidades están latentes en nuestro interior, pero hay que descubrirlas y desarrollarlas para lograr todo el potencial humano.

Las glándulas endócrinas, son pequeños micro laboratorios que se encargan de producir las hormonas y éstas son la misma vida; hormona viene del griego que quiere decir, ansias de ser, fuerzas de ser; de ellas depende cientos de funciones en el organismo.

De por sí, el complicado funcionamiento de las glándulas es una maravilla incomparable y de perfecciones infinitas, pero no lo es todo. Cada glándula y plexo nervioso, es el asiento de un centro magnético tetradimensional, más conocido como chakra.

La palabra sánscrita chakra quiere decir sencillamente disco o rueda, y es que los auténticos clarividentes del pasado, así los vieron y los dejaron plasmados en las escrituras sagradas y alegorías de todo tipo.

La vejez y la muerte están en relación a que las glándulas endócrinas dejan de funcionar, al no haber hormonas que nos den nueva vida, pasamos por la decrepitud y morimos.

El elixir de larga vida, tan buscado por los alquimistas medievales, está obviamente en relación directa con el funcionamiento correcto de las glándulas y sus correspondientes chakras.

Pero, ¿qué es lo que causa que las glándulas pierdan sus capacidades de crear hormonas?, desafortunadamente el origen está en nuestra forma equivocada de vivir.

Una sola manifestación de ira, produce una catástrofe orgánica, causa un daño irreversible en el organismo humano, en las glándulas y también en la parte oculta de las mismas, es decir, en los chakras; lo más preocupante es que en un solo día tenemos decenas y hasta cientos de ellas, a pesar de que ni siquiera nos demos cuenta.

Las enfermedades más apremiantes que aqueja a la humanidad actual está en relación directa al no control de nuestras emociones, a qué vivimos en estrés constante, angustias, ira, y un sinfín de emociones negativas, cuya manifestación daña el funcionalismo normal del organismo y como consecuencia viene la enfermedad.

El organismo humano es una maquinaria perfecta, que está regida por principios inteligentes atómicos que trabajan en forma coordinada y perfecta. Lamentablemente uno mismo causa el desorden, altera el funcionalismo perfecto atómico con su forma equivocada de pensar y sentir.

La diabetes cuyo origen se encuentra en el mal funcionalismo del páncreas, tiene en gran medida su causa en las manifestaciones de enojo, a las que estamos muy acostumbramos.

La glándula pineal, es la glándula maestra y tiene una relación directa con las glándulas sexuales. El que esta pequeña glandulita deje su funcionamiento se debe a que uno durante toda la vida parece estar empeñado en malgastar sus fuerzas vitales, en una forma totalmente miserable.

Es pues, apenas lógico que un recto pensar, un recto sentir y un recto obrar, acompañado del trabajo sincero con los tres factores de la revolución de la conciencia: Nacer (trasmutar nuestras energías creadora), morir (desintegrar nuestros defectos) y Sacrificio por la Humanidad (ayudar a nuestros semejantes desinteresadamente), en equilibrio perfecto con el estar en un estado permanente de consciencia (recuerdo de sí), nos conduciría a que cada glándula funcionara correctamente durante toda la vida, llevándonos de la mano al equilibrio orgánico y al desarrollo armonioso de todas las facultades humanas.

María Guadalupe Rodríguez Licea y Jenaro Ismael Reyes Tovar. Comisión de Internet.

Las siete glándulas más importantes del organismo humano constituyen los siete laboratorios controlados por la ley del triángulo. Cada una de estas glándulas tiene su exponente en un chakra del organismo. Cada uno de los siete chakras se haya radicado en íntima correlación con las Siete Iglesias de la médula espinal. La siete Iglesias de la espina dorsal controlan los siete chakras del sistema nervioso gran simpático. Samael Aun Weor

Imagen: Los chakras y el sistema nervioso (imagen del libro: Los Chakras de C.W. Leadbeater)

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