El Corazón

El corazón. Leonardo da Vinci

¡Amigos! Vamos a estudiar de manera sintetizada el tema referente al corazón, está claro que éste órgano es el sol central de nuestro organismo humano no sólo desde el punto de vista físico, sino también desde el punto de vista esotérico ya que internamente las fuerzas solares que se distribuyen armoniosamente desde su chakra viajan por todo nuestro cuerpo humano estableciendo un orden y equilibrio en todos los procesos energéticos, metabólicos, bioquímicos, fisiológicos de nuestras células en colaboración constante con nuestro cuerpo vital o etérico.

Éste órgano tiene forma parecida a la de una pera y actúa como una doble bomba, ya que impulsa el flujo de dos corrientes sanguíneas en forma opuesta, normalmente es del tamaño del puño de nuestra mano, está formado por cuatro cámaras internas, las cámaras superiores se llaman aurículas, las cámaras inferiores se denominan ventrículos, la contracción y relajación de aurículas y ventrículos en forma coordinada es lo que produce los dos sonidos conocidos como lub, dup, que cualquier cardiólogo puede escuchar con su estetoscopio, cuando las aurículas se cierran, los ventrículos se abren y viceversa.

La Vena Cava se encarga de llevar a nuestro corazón la sangre cargada de bióxido de carbono entre otras toxinas recogidas por las venas a lo largo de todo nuestro organismo al interior de la aurícula derecha, luego dicha sangre pasa al ventrículo derecho y de ahí es bombeada al pulmón a través de la arteria pulmonar la cual se divide en dos, una para cada pulmón, la sangre cargada de desechos pasa por pequeñas arterias dentro de los pulmones, éstas se convierten en vasos capilares muy pequeños, la sangre pasa a través de éstos y se purifica intercambiando el anhídrido carbónico por oxígeno para luego regresar a través de pequeñas venas, mismas que se hacen cada vez más grandes hasta que pasa por las venas pulmonares y de ahí al corazón ingresando la sangre ya purificada y rica en oxígeno a la aurícula izquierda y luego es impulsada al ventrículo izquierdo del corazón pasando posteriormente a la Arteria Aorta difundiéndose  nuestra sangre ya limpia y revitalizada, por todas las arterias de nuestro cuerpo hasta cada uno de los rincones de nuestro organismo.

 Esotéricamente nuestro corazón tiene siete cámaras secretas asociadas con siete cámaras esotéricas de nuestro cerebro, hay una relación con nuestros siete cuerpos y los siete canales secretos por los que debe ascender la serpiente ígnea conocida como Kundalini a lo largo de nuestra médula espinal, debo hacer destacar que en el ventrículo izquierdo de nuestro corazón se localiza un átomo divino, el átomo Nous, el cual se encarga de revitalizar nuestra sangre una vez que pasa por dicho ventrículo, los médicos de la ciencia oficial afirman que nuestro órgano cardiaco trabaja gracias al manojo de His que es un conjunto de nervios que están en el corazón, los sabios de la medicina oculta afirman que la verdadera causa de que nuestro corazón trabaje es el Tatwa vayú (vibración etérica del aire) en colaboración con el átomo Nous, cuando el rayo de la muerte, como  una descarga eléctrica de elevado voltaje penetra el corazón, el átomo Nous se desprende y el Tatwa vayú deja de trabajar porque deja de recibir el impulso eléctrico del átomo Nous y viene entonces el paro cardiaco y la muerte del cuerpo físico.

Si observásemos internamente nuestro átomo Nous, lo veríamos como un sol emanando de sí mismo con  armoniosos rayos de luz dorada; actúa como una planta de energía atómica dadora de vida, algo muy análogo al sol que diario nos ilumina y que da vida a todo nuestro sistema planetario.

 Dice el axioma hermético “tal como es arriba es abajo, tal como es afuera es adentro.” Así como hay orden en el universo exterior, encontramos un orden en nuestro universo interior, ya que el átomo Nous da instrucciones a los átomos aspirantes, los cuales se comunican con los átomos ingenieros y éstos a su vez dan órdenes a los átomos obreros para que ejecuten sus actividades correspondientes en el desempeño del funcionamiento correcto de todos los órganos que componen nuestro cuerpo físico, desafortunadamente existen átomos indolentes que propician distintas enfermedades en nuestro organismo, esos átomos indolentes son los átomos del enemigo secreto, es decir el Ego de nuestra psicología. No está por demás escribir que el átomo NOUS (que significa LUZ) a su vez recibe mandatos del átomo arquitecto, y que éste a su vez, es mandado por el Íntimo.

Chakra cardiaco (Anahata) situado en el corazón (imagen del libro: Los Chakras de C. Leadbeater)

 Como en todo hay antítesis, nuestro átomo Nous tiene su antítesis en el átomo Anous mismo que está situado en el hueso coxígeo. Nous nos pone en contacto con nuestro íntimo y  se comunica con nuestro real ser interno que es la verdad.

 Dijo el Maestro Jesús “Quien miente peca contra el padre que es verdad”; así que las personas muy mentirosas falsean su conexión con el Íntimo ya que el YO de la mentira propicia una interrupción en la comunicación de nuestro átomo Nous con nuestro Ser y en consecuencia vienen problemas cardiacos como taquicardias, catalepsia, paros en el corazón, problemas en las válvulas, dolores en el corazón, etc.

El maestro Samael nos aconseja decir siempre la verdad cueste lo que cueste.

Bien, continuando con nuestro estudio esotérico del corazón, afirman los indostaníes, que esotéricamente se corresponde con un chakra que es como una flor de loto de doce pétalos, en el centro del chakra se puede ver clarividentemente una forma hexagonal en color negro azabache dentro de la cual gravitan diez átomos sepiróticos que corresponden a las diez regiones del árbol de la vida, si desarrollamos esas diez semillas que están en el centro del chakra de nuestro corazón, podremos tener presencia consciente en cada una de las diez regiones superiores de la naturaleza.

 En el interior de nuestro chakra cardiaco, dicen los sabios del oriente, resuenan diez místicos sonidos, que son los siguientes: el primero, es como la voz del HIJO DEL HOMBRE. El segundo sonido es el CHINBINI. El tercero es el sonido de la gran campana cósmica. El cuarto es el estruendo interno de la tierra. El quinto es el delicioso sonido del LAÚD el sexto es el címbalo de los dioses. El séptimo es el de la Flauta encantada. El octavo es el del bombo. El noveno el de un doble tambor, y el décimo sonido es el de los siete truenos que en el Apocalipsis repiten las voces del eterno y  podemos escuchar estos maravillosos sonidos místicos con ayuda del oído oculto relacionado con el chakra  laríngeo.

 Así como los médicos poseen un aparato llamado estetoscopio para oír los latidos de nuestro corazón, los estudiantes gnósticos podemos desarrollar la facultad de escuchar los sonidos de las ultra dimensiones de la naturaleza y así lograremos escuchar  de manera natural y espontánea estos maravillosos sonidos y además comprobar la extraordinaria actividad del Tatwa vayú animando nuestro chakra cardiaco, si combinamos el sentido de la auto observación psicológica con el oído oculto y  nos concentramos en nuestro corazón podremos escuchar, percibir y sentir como un gran remolino de viento huracanado intenso, incesante y a la vez armonioso que actúa en nuestro plexo cardiaco, podremos escuchar incluso el sonido que produce nuestra sangre al ser impulsada por nuestro corazón; las inteligencias atómicas que dirigen el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, oran y nos veneran como si fuéramos sus Dioses.

Con el oído oculto podemos escuchar todo lo antes referido. Los poderes de éste chakra del corazón confieren desdoblamientos conscientes en nuestro cuerpo astral, el don de la intuición, el poder de las ciencia Jinas, que es la facultad de cargar con todo y cuerpo de carne y hueso por la cuarta dimensión. ¡Así es! Apreciados amigos, practiquemos con ahínco la meditación para eliminar el yo de la mentira, vocalicemos diariamente la  vocal O, el mantram OM, etc. para desarrollar estas maravillosas facultades y recuerden que debemos decir siempre la verdad para no falsear la conexión íntima con nuestro Ser y dañar este maravilloso órgano.

¡Que la paz del corazón tranquilo sea con vosotros!

Escribió para ustedes: Virgilio Cuautla Roldán (Instructor gnóstico de Nochistlán de Mejía, Zac.)

Imagen 1: El corazón. Leonardo da Vinci Imagen 2: Chakra cardiaco (Anahata) situado en el corazón (imagen del libro: Los Chakras de C. Leadbeater)

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