Recto pensamiento

: El Pensador de Rodin (foto de Jesús Castillo origen Wikipedia)El mundo de la mente es infinito. Si el plano físico tridimensional es difícil de comprender, lo es aún más el plano mental. Sin embargo la mente humana todavía está en proceso de evolución, no ha alcanzado el desarrollo de todas sus posibilidades (el estado humano), porque sigue funcionando de acuerdo con las condiciones del reino animal. Es posible verificar el condicionamiento de la mente a través de la observación de los hábitos y costumbres y de la manera de reaccionar mecánica e inconsciente ante los acontecimientos de la vida.

Totalmente distinta es la Mente Solar mencionada en la doctrina budista, la cual la considera como un templo, como un cuerpo de perfección que tiene su propio alimento y desarrollo y que se adquiere cuando el discípulo alcanza el grado de “Buda”. Cuando este grado es otorgado por la Diosa Madre del Mundo es porque el discípulo está preparado y después de intensos trabajos y luchas incansables contra el terco burro de la mente animal puede entonces montarlo, tal como lo hizo el maestro Jesús al entrar en Jerusalém celestial, demostrando así que la mente está bajo su mando.

La mente del Buda es perfecta: ha cambiado el proceso del razonamiento por la belleza de la comprensión, ha culminado con el proceso de las contradicciones mentales (verdaderas batallas que se libran en la mente y que atormentan a las personas) y también ha disuelto todo tipo de problemas, porque los problemas se gestan y desarrollan en la mente.

El Íntimo se manifiesta a través de la mente por medio de corazonadas o  intuitos, sin embargo los razonamientos se revelan comparando y reaccionando. El razonamiento divide a la mente en pensamientos contradictorios, fracciona el entendimiento y provoca la lucha antitética de conceptos; entonces la mente deja de ser útil para el Íntimo y se convierte en un instrumento del yo animal, convirtiendo al ser humano en esclavo de las pasiones, problemas y percepciones sensoriales del mundo en que vive.

Los pensamientos y razonamientos alejan inevitablemente al ser humano de la verdad y de la felicidad; los problemas a su vez atormentan la mente. Cualquier tipo de problema, sea social, económico, moral, religioso, familiar, político debe resolverse inteligentemente, pero para lograrlo se necesita tener muchísima paz y quietud mental.

La doctrina del Buda enseña en forma práctica la manera de lograr la paz y quietud mental, de lograr que los pensamientos sean rectos y justos para liberar a la mente de su propio condicionamiento y conocer la verdad: la meditación interna. Es mejor practicar la meditación que perder el tiempo teorizando. A través de la meditación se alcanza la forma más elevada de pensar que es no pensar. A través de la meditación se puede hablar con Dios y aprender la sabiduría divina directamente del Maestro Interno. La voz del silencio lleva a la conciencia a la cima del Nirvana o dicha celestial.

El  YO por el contrario,  afecta las delicadas membranas del cuerpo mental. El pensamiento debe fluir silencioso, sereno e íntegro, sin el batallar de las antítesis, sin el proceso mecánico de contradicción de conceptos. El recto pensamiento consiste en acabar con los razonamientos y despertar la Intuición, la comprensión y el discernimiento. El recto pensamiento se traduce en utilizar la mente en su verdadera función positiva que es el arte, la belleza, la música, la pintura, el canto.

El recto pensamiento también implica respetar la mente ajena, porque querer dominar la mente de los demás, ejercer coacción sobre sus pensamientos, así como el hipnotismo, magnetismo y sugestión, son acciones que violan el libre albedrío y quienes lo realizan se convierten en magos negros, en demonios perversos.

El sendero del Buda invita a vencer los razonamientos con el látigo de la voluntad, para arrojar fuera de la mente todo tipo de pensamiento que impida la paz y serenidad. Es mejor sacar los pensamientos ociosos de la mente y ocuparse en el oficio o trabajo que se realiza. Las intenciones también son ociosas, consumen grandes cantidades de energía mental y no son tomadas en cuenta por la ley de la justicia cósmica, el karma solamente considera los actos del hombre y no sus intenciones o pensamientos.

La lucha de opuestos, los conceptos, los desgastantes razonamientos, causan graves daños al cuerpo mental y llegan a producir enfermedades en el cerebro como manías intelectuales, alcoholismo, estrés, neurastenia y locura.

Cuando el pensamiento es recto, la mente fluye silenciosa e integralmente, entonces la acción es justa y el sentir también es justo. La mente serena provoca santidad expresada, trabajo en plenitud, sabiduría en acción, sabiduría del corazón, no violencia.

A-Himsa es el pensamiento puro de la India, la no violencia. El A-Himsa está inspirado por el amor universal. Por ello el recto pensamiento quiere decir que se ha anulado en forma total toda intención de dañar o causar algún tipo de violencia. El recto pensamiento provoca altruismo genuino y una recta acción. El A-Himsa es no violencia en pensamiento, palabra y obra.

El A-Himsa debe cultivarse en los hogares, debemos vivir la doctrina de la no violencia en el diario vivir, en la oficina, en la calle, con los amigos, en las escuelas. Cuando empezamos a auto observarnos y cambiar la forma de pensar, empezamos a morir de instante en instante, entonces el sentido de cooperación desplaza al sentimiento de competencia, la buena voluntad va desplazando la mala voluntad. Sólo con el recto pensamiento, que es la no violencia, puede reinar la felicidad en los hogares.

Es necesario procurar en nuestra vida momentos de quietud mental, retirarse a lugares de esparcimiento sano: un parque, un bosque, escuchar música clásica y luego, con la mente tranquila y quieta, estando en perfecta paz, tratar de comprender aquello que provoca la violencia, el estrés, la contrariedad, el problema.

En esos momentos de quietud mental, de meditación, es necesario recordar que sin paz no se puede lograr nada nuevo y entonces debemos escudriñar en la mente para descubrir las causas del conflicto, investigar el factor que anula la paz dentro y fuera de nosotros. Las acciones inteligentes son resultado del silencio mental. El silencio mental se convierte en la sabiduría e intuición que se necesita para resolver los conflictos y conseguir el recto pensamiento. 

Mahatma Ghandi hizo del A-Himsa el báculo de su doctrina política. Ghandi definió la manifestación del A-Himsa, así: "La no violencia no consiste en renunciar a toda lucha real contra el mal. La no violencia, tal como yo la concibo, entabla una campaña más activa contra el mal que la Ley del Talión, cuya naturaleza misma da por resultado el desarrollo de la perversidad. Yo levanto frente a lo inmoral una oposición mental y, por consiguiente, moral. Trato de enmohecer la espada del tirano, no cruzándola con un acero mejor afilado, sino defraudando su esperanza al no ofrecer resistencia física alguna. Él encontrará en mí una resistencia del alma que escapará a su asalto. Esta resistencia, primeramente le cegará y enseguida le obligará a doblegarse. Y el hecho de doblegarse no humillará al agresor, sino que le dignificará"... ¡No existe arma más poderosa que la mente bien encauzada!

  Enviado: Susana M. Rodríguez Licea. Comisión Calmécac,  San Luis Potosí, S.L.P. Imagen: El Pensador de Rodin (foto de Jesús Castillo origen Wikipedia)

"La Mente que es esclava de los sentidos hace al Alma tan inválida como el bote que el viento extravía sobre las aguas". Bhagavad Gita.

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