Tercera Petición:
Venga a nosotros tu reino.

El Padre Nuestro es una de las oraciones más poderosas del mundo, siempre y cuando se realice científicamente. No es lo mismo rezar o recitar atropelladamente, que orar científica y conscientemente.

Si Oramos, Meditamos y Reflexionamos en la tercera petición, encontraremos que corresponde a un llamado o súplica que hacemos al Padre solicitando su reinado en nuestros mundos internos en los 7 planos de la conciencia, sin embargo, para que esto sea posible es necesario construir un palacio para alojar al Padre como rey, este palacio simbólico son los 7 cuerpos existenciales, o cuerpos solares que tenemos que fabricar, para poder conquistar y alcanzar el Reino de Dios.

El Venerable Maestro Samael nos menciona que es falso decir que todos los seres humanos lleguen a la salvación. Pues sólo los Ángeles entran al Reino de Dios. En Lucas 18:18-29 Jesús habla de lo difícil que es entrar al Reino de dios.

Por lo general las religiones conciben el reino de Dios como un lugar, un espacio, prometiendo a sus seguidores un paraíso, con sólo permanecer dentro de tal o cual grupo religioso. Tanto la oración del Padre Nuestro enseñada por el Señor Jesucristo, así como la Biblia y todos los libros sagrados, están escritos en clave, es ocultismo puro, es Cábala, es hermetismo; no podemos tomar a letra muerta lo que se dice en ellos, las oraciones poderosas son entidades vivientes, son el verbo encarnado, en ellas hay sabiduría, hay poder de Dios.

No debemos buscar el reino de Dios en una religión, secta o escuela, tenemos que comprender que está dentro de nosotros mismos y que nadie nos otorgará ese reino, ninguna escuela, ningún ser humano, religión ni secta nos entregara o quitará (Daniel 2:44) el reinado del que nos habla la tercera petición del Padre nuestro, sino cada ser humano debe construirlo por sí mismo con trabajo interior, con super esfuerzos, mucha voluntad, sabiduría y amor, con el trabajo iniciático, y los tres factores de la revolución de la conciencia, (Morir, Nacer y Sacrificio). Morir en sí mismo eliminando de nuestra psiquis los siete pecados capitales y todos sus derivados, Nacer de las aguas puras y sacrificio por la humanidad.

No podemos conquistar el Reino de Dios mientras estemos apegados a lo material. No podemos alcanzar el Reino de Dios, si antes no hemos fabricado los cuerpos solares. El V.M. Samael nos dice que el cielo se toma por asalto. No podemos asaltar el cielo si no hemos fabricado nuestro cuerpo astral superior, una vez que se conquiste el cielo, podemos decir VENGA A NOS TU REINO.

Jesús el Cristo en los cuatro Evangelios hace énfasis sobre la dificultad para entrar al Reino de los Cielos. El Reino de los cielos es el reino del esoterismo, donde sólo entran los Ángeles. Es necesario que el Ángel nazca en nosotros, quienes no entran al reino se sumergen en el abismo, Avitchi o infiernos atómicos de la naturaleza; allí se van desintegrando lentamente a través de los siglos.

De todos los seres humanos de este planeta Tierra sólo unos pocos sirven para el estado angélico.

En Daniel 2:44 dice: Que en los días de aquellos reyes, el dios del cielo levantará un reino, que jamás será destruido y desmenuzará y acabará contra todos los reinos de este mundo… “Ese reino es el reino divino” es el Padre reinando en nuestros mundos internos, representado por la encarnación divina del logos es decir nuestro real ser interno, ese rey divino es el título de “Melek en Cábala, un título que si bien es cierto se le confiere a la parte divina y espiritual en el hombre, también se le otorga a la región de Tiphereth. En el Árbol de la Vida “Tiphereth” es el alma humana, quien tiene que fabricar los vehículos existenciales Superiores del Ser; un Cuerpo Físico, el Vital, Astral y Mental de tipo superior. En nosotros esos cuerpos son llamados de pecado o cuerpos lunares y requieren de una transformación para que nuestro Padre o Ser Interior pueda expresarse a través de la persona, así nuestro Padre interior aguarda el momento de resplandecer como rey. He aquí la tercera petición: VENGA A NOS TU REINO… esta petición es una imploración de ayuda, de intercesión del Padre para mantenernos en la senda de la iniciación y lograr crear los Cuerpos Solares o superiores para que el Padre pueda establecer su Reino en nosotros…

Al fabricar esos cuerpos solares, a su vez, conquistamos los planos cósmicos que constituyen las siete dimensiones. Cuando esto sucede, entonces el padre establece su reino en el hombre y lo hace simbólicamente en el corazón, ya que el corazón es la cámara sagrada; Dios como padre es Sabiduría y reside en el entrecejo,  Dios como madre es Amor y reside en el Corazón.

Lucas 17:20 dice: Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles… lo cual se refiere al trabajo interior que realicemos, en la medida que nos vayamos purificando, perfeccionando, auto-realizando, entraremos a esas regiones suprasensibles, dependiendo del grado de consciencia despierta.

Lucas 17:21 dice: Ni dirán: “Mirad, aquí está” o “¡Allí está!” porque he aquí, el reino de Dios entre (dentro de) vosotros está.

El reino de Dios es una expresión que todo creyente repite, más sin embargo son muy pocos los que comprenden su trascendental significado. El que tenga oídos que escuche, el que tenga ojos que mire, el que tenga entendimiento que entienda: Mateo 13:1-19.

La oración combinada con la meditación nos ayuda a tener una comunicación con nuestro Padre y si es lo que anhelamos, hagamos esta oración del PADRE NUESTRO.

Enviado por Nelly López Villa. Estudiante del curso de Instructores. Hermosillo, Sonora.

Imagen: La Creación del Sol y la Luna por Miguel Ángel B.

“Venga a nos tu Reino”, es decir: con la pronunciación del Verbo, de los mantram, viene a nosotros el Reino Interno de los Santos Maestros. Samael Aun Weor en "Matrimonio Perfecto"

Puedes ahondar más en el libro gnóstico: El Padre Nuestro, una oración mágica.