Ciencia Esotérica:
EL TIEMPO DE VIDA
La concepción humana se inicia con tiempos extraordinariamente veloces, pero a través de los distintos procesos de la vida se van haciendo cada vez más y más lentos.
A muchos lectores les conviene recordar la relatividad del tiempo. El insignificante insecto que sólo vive unas cuantas horas en una tarde de verano, parece como si casi no viviera, mas vive realmente todo lo que un hombre vive en ochenta años. Lo que sucede es que vive rápidamente. Un hombre vive en ochenta años todo lo que vive un planeta en millones de años.
La Unidad de Vida en cualquier criatura viviente equivale a cada latido de su corazón. Todo lo que vive tiene un período de tiempo definido. La vida de un planeta es de 2.700.000.000 de latidos.
Esa misma cantidad corresponde a la hormiga, al gusano, al águila, al microbio, al hombre y en general a todas las criaturas. El tiempo de vida de cada mundo y de cada criatura es proporcionalmente el mismo.
Es claro que el latido de un mundo se realiza cada 27.000 años, empero los corazones de los insectos laten más rápido. Un insecto que sólo vive una tarde de verano, ha tenido en su corazón la misma cantidad de latidos de un planeta, sólo que esos latidos han sido más rápidos.
El tiempo no es una línea recta, como creen los ignorantes ilustrados. El Tiempo es una Curva Cerrada. Eternidad, es otra cosa. La Eternidad nada tiene que ver con el tiempo, y aquello que está más allá de la Eternidad y del tiempo sólo lo conocen los Grandes Adeptos iluminados, los Maestros de la Humanidad.
Existen Tres Dimensiones conocidas y Tres Dimensiones desconocidas. Total, Seis Dimensiones Fundamentales.
Las Tres Dimensiones conocidas son: largo, ancho y grueso. Las Tres Dimensiones desconocidas son: Tiempo, Eternidad y aquello que está más allá del Tiempo y la Eternidad. Esta es la Espiral de Seis Curvas.
El Tiempo pertenece a la Cuarta Dimensión. La Eternidad a la Quinta Dimensión. Aquello que está más allá de la Eternidad y del Tiempo, a la Sexta Dimensión.
La personalidad vive en una curva de tiempo cerrada. Es hija de su tiempo y termina con su tiempo. El tiempo no puede reencarnarse. No existe ningún mañana para la personalidad humana.
Es realmente sorprendente saber que nuestros primeros momentos de existencia debemos vivirlos en lo infinitamente pequeño, convertidos cada uno de nosotros en una simple célula microscópica.
Comenzamos a existir en forma insignificante de célula y terminamos la vida viejos, ancianos y sobrecargados de recuerdos.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el libro. Los treinta siguientes el comentario. A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono, y a los ochenta, solamente una voz y una sombra.
Cada día es una onda del Tiempo, cada mes es otra onda del Tiempo, cada año es también otra onda del Tiempo, y todas estas ondas encadenadas en su conjunto constituyen la Gran Onda de la Vida.
La Vida y la Muerte constituyen un todo íntegro, uni-total.
“FUGIT IRREPARABILI TEMPUS”
(El tiempo que huye no puede ser reparado)
Bibliografía: Samael Aun Weor Educación Fundamental y Matrimonio Perfecto
Enviado por: Instructor Carlos Figeroa Guillen