GEOMETRISMO DEL SONIDO Y LA DEFORMACIÓN DE LA PALABRA

Triptolemus and Lyncus. Las Metamorfosis de Ovidio. 1565

Triptolemus and Lyncus. Las Metamorfosis de Ovidio. 1565

¡Estimados amigos! Vamos a estudiar ahora la importancia del sonido. La Biblia afirma en el libro del Génesis hebraico que: “En un principio era el Verbo, el Verbo era Dios, que todas las cosas por Él fueron hechas y sin Él nada de lo que es hecho hubiese sido hecho…”

Así pues, la creación tuvo su origen en el poder de la palabra, en el verbo, desde el átomo hasta el cosmos infinito.

 Si analizamos un átomo, vamos a encontrar que al girar sobre sí mismo genera un sonido inaudible a nuestros oídos, ese sonido es su nota clave, nuestro cuerpo físico está compuesto por trillonadas de átomos, mismos que resuenan y que en conjunto, producen una nota clave.

Una casa que está abandonada, al estar en continuo silencio, se reproduce la nota clave de la misma y esta se cae, se viene abajo.

Existen sonidos que están por debajo de la percepción de nuestros oídos como el que producen las hormigas para comunicarse entre sí, hay sonidos que están por encima de nuestra percepción auditiva y que nosotros no logramos captar, por ejemplo: silbatos especiales cuya resonancia puede ser percibida por un perro, sin embargo, el oído humano no lo percibe, los peces se comunican entre ellos de forma imperceptible para nuestro oído humano, las ondas sonoras al actuar sobre las aguas provocan movimiento de elevación y depresión sobre las aguas, las ondas sonoras al actuar en el aire producen movimientos concéntricos.

El éter, fuego, aire, agua, tierra, tienen sus notas sonoras particulares.

Los arcaicos iniciados sabían que el verbo, la palabra, se relacionaba con los cuatro elementos de la naturaleza y que hablar de una catástrofe es tanto como evocarla de nuevo, por ello los antiguos Hierofantes se abstenían de hacer mención de desastres ya ocurridos en tiempos antiguos.

 Debemos reflexionar sobre lo que nos dice Santiago en su Epístola sobre la necesidad de dominar nuestra lengua, es pequeña, pero que grandes incendios provoca y se jacta de muchas cosas, con ella bendecimos y maldecimos, habla también de ser misericordiosos porque así seremos juzgados, no presumir de nada, ser humildes y nunca jactarnos.

 Las palabras deben salir de nuestro corazón con espontaneidad y belleza, generalmente todos tenemos la tendencia a reaccionar con violencia e insultos cuando alguien nos humilla o nos calumnia y esto sucede porque nos identificamos con la situación, es necesario no olvidarnos de nosotros mismos y transformar las impresiones sean de orgullo, vanidad, amor propio o soberbia, entre otras; no dejar que la mente reaccione, interponer la consciencia entre las diversas impresiones y la mente, si por ejemplo, alguien nos hiere no hay que olvidarnos de nosotros mismos, no olvidarse del Ser.

Si nosotros despertáramos la clarividencia de tipo objetivo, seríamos capaces de apreciar qué formas geométricas producen determinados sonidos, figuras armoniosas o inarmónicas, dependiendo de la calidad de los mismos.

Por ejemplo, existe una marcada diferencia entre la geometría sonora de la música clásica y la música mundana.

Ángeles cantando. Domenico Bigordi 1449-1494

Ángeles cantando. Domenico Bigordi 1449-1494

Las vibraciones geométricas de la música clásica tienden a la armonía y al orden, en tanto que las de la música que no viene de las altas esferas de consciencia, tienden a la disonancia y al desorden.

Como podemos ver, es importante el sabio uso de la palabra, es urgente comprender que existe una íntima relación entre la laringe donde se gesta la palabra y las gónadas sexuales, cuando un niño llega a la adolescencia le cambia la voz, ya que han entrado en actividad las gónadas sexuales; en tanto que el anciano decadente exhibe una voz cansada y cavernosa, clara señal de impotencia sexual.

Por lo tanto, la energía del tercer logos tiene como instrumentos a los órganos sexuales y a la laringe creadora.

Cuando el adepto trabaja sabiamente con la energía creadora, desarrolla los poderes latentes en el ser humano y cuando el iniciado hace llegar el fuego sagrado hasta la garganta puede crear con la palabra, tiene poder en el verbo.

Las palabras inarmónicas, arrítmicas, modifican negativamente las energías creadoras, alterándolas fatalmente.

 Quien transmute sus energías creadoras correctamente, logrará hablar en lengua sagrada, parlará el verbo de oro, la naturaleza le obedecerá.

Es necesario que tengamos conciencia sobre el uso de la palabra, las palabras mal intencionadas o con doble sentido provocan fornicaciones en el mundo de la mente.

Las palabras discordantes provocan violencia en el mundo de la mente cósmica, nunca se debe condenar a alguien porque nunca se debe juzgar.

Dependiendo de la calidad de las palabras, las fuerzas sexuales se pueden modificar en poderes de luz o de tinieblas; hay silencios delictuosos, hay palabras infames por eso es necesario hablar cuando el intimo habla, callar cuando el íntimo no habla.

Los mantrams tienen su origen en el lenguaje sagrado y éstos constituyen una sabia combinación de sonidos para producir un efecto deseado, nos ayudan a despertar facultades adormecidas si los practicamos conscientemente y hacemos un sabio uso de la palabra, tenemos por ejemplo el mantram OM para activar el chakra del corazón y despertar el don de la intuición.

Pues bien, apreciados lectores de nuestra revista, esperando que este artículo esclarezca y amplíe su comprensión a cerca de la importancia de la palabra y su relación con el sexo me despido fraternalmente.

 Enviado por: Virgilio Cuautle Roldán, instructor gnóstico de Nochistlán Zac.

Bibliografía: Libro Logos Mantram Teurgia Cap II del VM Samael Aun Weor.

La palabra produce figuras geométricas objetivas, tales figuras se llenan de materia cósmica, y cristalizan materialmente. Samael Aun Weor. Si hay infierno, si hay diablo, si hay karma

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