La Ley del Tres y ley del Siete

Universo

Fino lector, existen dos leyes muy importantes que debemos conocer ya que son el basamento y orden de toda creación.

El Hijo vino al mundo para salvarnos y es necesario saber que es el Padre, que el Hijo y que el Espíritu Santo. Todas las Trimurtis sagradas de todas las religiones corresponden a las tres fuerzas primarias del Universo. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo constituyen una trinidad dentro de la Unidad de la Vida.

Isis, Osiris, Horus; Brahama, Vishnú y Shiva, etc. Son las Trimurtis sagradas que representan siempre las mismas tres fuerzas primarias. Todos los fenómenos cósmicos, toda creación, tienen su base en las tres fuerzas primarias.

Los científicos contemporáneos, reconocen la fuerza y la resistencia, la fuerza positiva y la fuerza negativa; las células positivas y negativas, es decir, las células masculinas y femeninas, etc., pero ignoran que sin una tercera fuerza neutra es imposible todo fenómeno, toda creación. Es cierto y de toda verdad que una o dos fuerzas no pueden producir ningún fenómeno pero los científicos creen que las fuerzas positivas-negativas, pueden producir todos los fenómenos.

Si así mismo nos estudiamos profundamente, podremos descubrir las tres fuerzas en acción. La electricidad no sólo es positiva o negativa, existe la electricidad en su forma neutra. Una o dos fuerzas no pueden producir jamás ningún fenómeno y cada vez que observamos una detención en el desarrollo de cualquier cosa, podemos decir con absoluta seguridad que allí falta la tercera fuerza.

Las tres fuerzas primarias se separan y se unen nuevamente, se dividen y multiplican cósmicamente. En el Absoluto Inmanifestado o región de la Divinidad no conocida, las tres fuerzas primarias constituyen una unidad indivisible y auto-consciente en forma íntegra.

Durante la manifestación cósmica las tres fuerzas primarias se separan y se unen, en los puntos donde las tres concurren, se crean fenómenos, mundos, universos, etc.

Más sin embargo, para que una creación sea perfecta, necesita de La Ley del Siete o Ley del Eterno Heptaparaparshinokh, que es la que organiza, la que ordena toda creación:

Recordemos aquel instrumento maravilloso, denominado AI-ATA-FAN, que tenía 49 notas. Indubitablemente, 7 son las notas de la escala musical, mas si multiplicamos el 7 por 7, obtendremos 49 notas, colocadas en 7 octavas.

El organismo humano posee siete GLÁNDULAS superiores y tres controles nerviosos. La Ley del Siete y la Ley del Tres trabajan intensamente dentro de la MAQUINA HUMANA.

El cerebro espinal produce esas rarísimas funciones conscientes que a veces se manifiestan en el ANIMAL INTELECTUAL.

El SIMPÁTICO estimula a la maravilla las funciones inconscientes e instintivas, y el PARASIMPÁTICO o Vago frena las funciones INSTINTIVAS y actúa como complemento del último.

Chacras

Tenemos plena razón para afirmar sin temor a equivocamos, que estos tres controles nerviosos representan la Ley del Tres, las TRES FUERZAS primarias dentro de la MAQUINA HUMANA, así como las SIETE GLÁNDULAS endocrinas y sus productos representan la Ley del Siete con todas sus octavas musicales. Existe a todas luces un control para soltar impulsos nerviosos activos; otro para soltar impulsos nerviosos pasivos y un tercero para soltar los impulsos mediadores del pensamiento, de la razón y de la conciencia.

Los nervios como agentes de la Ley del TRES controlan a las GLÁNDULAS que como ya dijimos, representan a la Ley del SIETE.

Los nervios controlan a las glándulas pero a su vez son también controlados, esto es semejante a las funciones especificas de los planetas que se mueven alrededor del SOL, estos MUNDOS controlan y son controlados.

Así pues, cualquier unidad cósmica o ser humano que surge a la vida, tiene su origen en el Santo Triamazikamno, como también se le conoce a la Ley del Tres.

La Ley del Siete, o Ley del ETERNO HEPTAPARAPARSHINOKH. Apoya, coopera con la Ley del Tres, con la Ley del Santo Triamanzikamno. Las Tres Fuerzas Primarias de la Naturaleza y del Cosmos, tienen capacidad para crear y volver nuevamente a crear, mas si la Ley del Eterno Heptaparaparshinock o sea la Ley del Siete no cooperara, en modo alguno podría originarse una creación.

Así que, es necesario entender de una vez y para siempre, que la Ley del Tres crea, pero que la Ley del Siete organiza.

Como ya dijimos, El Sagrado Sol Absoluto utiliza tres fuerzas para crear y traducidas en otra de sus concepciones: La primera es el Santo Afirmar; la segunda es el Santo Negar; la tercera es el Santo Conciliar. Es así como el Uno se convierte en Tres. El Tres no podría convertirse en Uno, pero el Uno sí puede convertirse en Tres; si el Tres se convirtiera en Uno, vendría la Involución del Universo; podría convertirse el Tres en Uno, pero sólo mediante la voluntad del Absoluto.

Y si no, hagan Ustedes la operación matemática, hagan una división de tres, verán que queda siempre un cociente de tres, y vuelve y hace la división y le resulta tres, y la vuelve y hace tres; y tantos tres se hacen que podrían llegar al infinito.

No es posible convertir el tres en Uno. Así pues, el Uno se convierte en tres; el Sagrado Sol Absoluto se desdobla en sus tres grandes fuerzas para crear y volver nuevamente a crear.

Es necesario que nosotros aprendamos a conocer cómo se manifiestan esas tres fuerzas en cada uno de nosotros; así vemos que a toda fuerza positiva se le opone siempre una negativa. Observemos nosotros esto detenidamente: cuando nos propongamos realizar una acción especial, un trabajo especial o ejecutar un programa definido, podemos calcular la fuerza de resistencia, porque por naturaleza el mundo tiene que provocar la resistencia, y tal resistencia es el doble; cuanto más gigantesca sea la empresa, más grande será la resistencia.

Si aprendemos a calcular la resistencia, entonces podremos desarrollar también con éxito cualquier programa; ahí es donde está la capacidad del genio. Debemos darnos cuenta que ha habido un cambio de nuestra energía, en aquel objeto que siempre está en nuestra presencia.

Debemos aprender a conocer cómo trabajan las tres fuerzas dentro de nosotros mismos; si por ejemplo se necesita hacer una creación, repito, se hacen necesarias tres fuerzas. ¿Creen ustedes que la fuerza positiva únicamente podría hacer una creación? Obviamente no.

¿Creen ustedes que la fuerza negativa podría hacer por sí misma una creación? Incuestionablemente no. ¿Creen ustedes que la fuerza neutra sola podría originar cualquier creación? Pues es obvio que no. Recordemos que para haya una creación se necesita que la fuerza positiva, negativa y neutra hagan contacto, se concentren en un punto definido del espacio.

En el matrimonio, el hombre en si mismo carga la fuerza positiva, la mujer la negativa; para que haya una creación se necesita que el hombre y la mujer se unan sexualmente. Pero si la fuerza negativa se opone a la positiva, ¿de qué manera podría realizarse tal unión?... Únicamente mediante un campo magnético especial, mediante una tercera fuerza que concilie a las dos primeras. ¿Cuál es esa tercera fuerza? La fuerza neutralizante. Esas tres fuerzas sí pueden hacer una creación.

Todo Universo que hay en el Sagrado Sol Absoluto, ha sido creado por el Santo Triamazikamno, es decir, por las Tres Fuerzas Primarias, por Trimurti; para hablar más claro, resulta interesante ver como las tres fuerzas originales se desenvuelven en otras tres, en otras tres y así sucesivamente. El hombre, por ejemplo es una fuerza, la mujer es otra fuerza, el hijo es otra fuerza; ese hijo a su vez, crece, se casa y de ahí resulta una nueva criatura.

Vean, pues, cómo de la fuerza neutralizante salen nuevas Trinidades. Si el hombre es la positiva, la mujer es la negativa. En el caso concreto de la creación, el hijo es la tercera, o sea, el aspecto central; es obvio que ese tercero, el hijo, a su vez, como fuerza positiva, tome a una mujer como fuerza negativa y de ahí resulta otro hijo, he ahí otra Trinidad.

¿Cuántas Trinidades salen de allí?... Infinitas. Así es como crea el Sagrado Sol Absoluto. A la primera fuerza se le ha llamado siempre el Padre, a la segunda el Hijo, a la tercera el Espíritu Santo. En la India a la primera fuerza se le llama Brahma, a la segunda Vishnú, a la tercera Shiva.

El Sagrado Sol Absoluto, pues, crea mediante las Tres Fuerzas Primarias; el Sagrado Sol Absoluto mediante esas tres fuerzas creó este Sistema Solar de Ors en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser.

Si el Universo no hubiera sido creado estaría en estado caótico; entonces no conoceríamos nosotros las leyes cósmicas, las leyes de la materia, las leyes del Espíritu, etc. Todos los seres vivimos en un cosmos, y la palabra cosmos significa orden, orden de mundos; eso es algo que no debemos jamás olvidar.

Mediante las Tres Fuerzas el Sagrado Absoluto crea y vuelve nuevamente a crear, pero para que haya orden, para que haya un cosmos, se necesita que la creación hecha por las Tres Santas Fuerzas, por esas tres voluntades: Padre, Hijo y Espíritu Santo, se realice de acuerdo con esa otra ley conocida con el nombre de la Eterna Heptaparaparshinokh, es decir, la ley del Siete.

Así tenemos que cada uno de nos carga en su interior 7 centros magnéticos, así tenemos que hay 7 cosmos, así tenemos que hay 7 mundos básicos fundamentales en nuestro Sistema Solar.

El Universo fue creado por los poderes del Santo Tres, y organizado, ordenado, con los poderes del Santo Siete. Así pues, si no fuera por la Ley del Siete no existiría el orden en la creación.

El Tres puede crear, pero necesita del Siete para que el orden sea perfecto.

Enviado por J. Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags.

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