Templo VI o de las inscripciones

Templo VI o de las inscripciones. Zona Arqueológica de Tikal

En su mayoría las inscripciones mayas no han sido develadas del todo ya que existen un sin numero de teorías alrededor de estos jeroglíficos y en esas bases se ha tratado de explicar parte de toda esta zona arqueológica de Tikal, por lo que queda al investigador intrépido poder penetrar a través de una preparación física e interna, en estos misteriosos templos antiguos que nos motivan a utilizar las diferentes técnicas que la antropología Gnóstica nos entrega para nuestra propia regeneración y la de nuestro hermano el hombre.

Tikal seguirá allí esperando a que los seres humanos aprendamos algún día a escuchar a los espíritus o inteligencias del mayab para convertirnos en Caballeros tigres, en esos jaguares del Movimiento Gnóstico, que cual auténticos felinos de la Psicología Revolucionaria, se lanzan a convertir el plomo de la personalidad en el ORO INEFABLE DEL ESPÍRITU, para llegar a aquello, a aquello, a aquello…

Una de las mejores fuentes de Sabiduría nos llegan a través del Popol Vuh, el Libro del Consejo, enseñanzas que se pasaron de padres a hijos (de maestro a discípulo) y que es considerado como la “Biblia” de los mayas. Así mismo, tenemos el libro profético denominado “El Chilam Balám”; sabiduría inagotable que se encuentra en el códice Dresde, y no se diga en decenas de sitios arqueológicos que en silencio dicen mucho…

Sin el conocimiento de la Gnosis, el origen de los mayas es un misterio, su florecimiento, su caída y desaparición será otro. Sin la luz de la Gnosis, nadie sabrá, tal vez por mucho tiempo, de dónde vinieron, por que dejaron sus tierras y su cultura, los mayas ¡Misterio sobre misterio!

Mayab se traduce como “La tierra de los pocos”, la tierra de los escogidos, de los que son capaces de restituir la capacidad de vivir inteligentemente.

La Sabiduría Maya no pertenece al pasado, es de palpitante actualidad. Los secretos de los mayas deben ser descubiertos en el interior de si mismos y su conocimiento debe ser vivido por todo aquel sincero aspirante a la Sabiduría en sus actos, pensamientos y sentimientos.