Libro: Nacimiento de Colibrí Zurdo - Huitzilopochtli

Capítulo 6. Nacimiento de “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli]

El nacimiento de “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], es todo un acontecimiento trascendental, que debe llevarse a cabo en el interior de cada persona. Tal suceso está representando por el nacimiento de Jesús un 24 de diciembre, de Mitra (dios persa) y de Freyr (dios nórdico) cerca del solsticio de invierno.

«En ese momento nació Huitzilopochtli, se vistió sus atavíos, su escudo de plumas de águila, sus dardos, su lanza-dardos azul, el llamado lanza-dardos de turquesa. Se pintó su rostro con franjas diagonales, con el color llamado "pintura de niño". Sobre su cabeza colocó plumas finas, se puso sus orejeras. Y uno de sus pies, el izquierdo era enjuto, llevaba una sandalia cubierta de plumas, y sus dos piernas y sus dos brazos los llevaba pintados de azul.» (Códice Florentino)

“Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli]

“Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli]

No es de extrañarse, que la fecha del nacimiento de “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli], sea semejante, según la cronología mexica nace el último día del decimoquinto mes del calendario náhuatl que es “levantamiento de las banderas” [pānquetzaliztli] que corresponde al 19 de diciembre de nuestro calendario.

La coincidencia de estas fechas, es asombrosa, y se debe a que siempre han asociado al Cristo, (sea Jesús, Mitra, Freyr o Huitzilopochtli) con el sol, hay que recordar que “Colibrí Zurdo” [Huitzilopochtli] es dios del sol y que los cristianos primitivos decían como mucha solemnidad: “Nuestro Señor Jesucristo el sol”.

Lo que sucede es que los sabios de la antigüedad, en forma muy inteligente han asociado el nacimiento espiritual con el acontecimiento cósmico del solsticio de invierno, precisamente en esa fecha el sol se detiene en su movimiento aparente que tiene hacia el sur, y comienza su camino al norte, en otras palabras el sol nace. La palabra: solsticio, quiere decir sol=sol, sticio=detener; o sea que nace el Cristo sol en el solsticio de invierno, para dar vida a todo lo que es, ha sido y será.

Este hecho, esotérica y gnósticamente corresponde a la Iniciación Venusta (de Venus, el planeta del amor), cuando el Cristo interior, nace en el corazón del ser humano, proeza que sólo pueden logar las almas muy nobles, previo sacrificio por la humanidad y haber logrado un desarrollo espiritual muy elevado.

Es por eso, que al momento del nacimiento, inmediatamente se vistió con sus atavíos. Estos se corresponden con los cuerpos solares, vehículos especiales para la manifestación de nuestro Espíritu o Ser, pues los cuerpos que tenemos actualmente suelen llamarse lunares, y el Ser necesita vestimentas especiales, vehículos solares, para poder manifestarse, y estos únicamente es posible lograrlos transmutando intensamente la energía creadora, amando verdaderamente a la pareja.

“Para que nazca el Salvador tiene que repetirse el acontecimiento de Belén; dicho acontecimiento es muy profundo y simbólico a la vez. Aquella aldea de Belén de que nos hablan los evangelios es muy alegórica, se dice que esa pequeña aldea no existía en esa época de Jesús de Nazaret. Si analizamos la palabra Belén tenemos a Bel- Em, y vemos que Bel en la terminología caldea significa torre del fuego. ¿Cuándo se llega a la torre de fuego? Cuando se han creado los cuerpos existenciales superiores del Ser, cuando el fuego sagrado ha llegado a la parte superior del cerebro, ahí es cuando adviene el acontecimiento de Belem.” (Tarot y Kábala, Samael Aun Weor)

El desarrollo que debe alcanzar el estudiante para merecer que algún día nazca el cristo en su corazón, está simbolizado con todos los atributos que se coloca.

Escudo de plumas de Huitzilopochtli

El escudo de plumas de águila, es la forma de protegerse contra las fuerzas negativas externas, y ello sólo es posible con la fuerza maravillosa del amor, la fuerza más poderosa del universo, contra esa fuerza no hay quien la venza. Pero el que sea de plumas de águila es muy significativo, pues el águila en estos pueblos es la misma paloma de los europeos, es decir, el Espíritu Santo, y es este la raíz de la energía sexual. Indicando la relación tan estrecha entre la fuerza maravillosa del amor y el sabio uso de la energía sexual.

Orejeras de Huitzilopochtli

Las orejeras que se coloca, son indicio de que el candidato ha aprendido a escuchar la voz del Padre, que se guía por la voz del corazón. Que pone atención plena a las ordenanzas del Padre que está en Secreto.

Sandalias de Huitzilopochtli

Las sandalias adornadas de plumas son el símbolo de la humildad, pues mientras exista en nosotros el orgullo, la auto importancia, la auto suficiencia, el engreimiento, la prepotencia, la egolatría, es imposible caminar un solo milímetro en esta senda.

Dardos y lanzadardos de Huitzilopochtli

Sus dardos y lanza dardos de turquesa, son bastante interesantes, pues la flecha, la lanza, los dardos, son emblema en todos los pueblos de la fuerza eléctrica sexual, que debemos aprender a utilizar en forma equilibrada, uniéndolo con el anhelo espiritual, es por ello que son de turquesa indicándonos que la fuerza mágica surge de la mezcla inteligente del ansia sexual más el anhelo espiritual.

Penacho de Huitzilopochtli

Las plumas del espíritu en la cabeza (mente), muestran que es importantísimo el dominio de la mente, matar la mente terrenal, pues esta es la guarida del deseo y que se pueda poner la mente al servicio del espíritu. Nos dice la Maestra Helena Petrovna Blavatsky: “…la mente es parecida a un espejo; se cubre de polvo mientras refleja. Necesita de las suaves brisas de la sabiduría del alma para que arrebaten el polvo de nuestras ilusiones. Procura fundir tu mente con tu Alma.”

Sus brazos, piernas y parte del rostro se pinta de azul, el cual el maestro Samael Aun Weor en su libro de la revolución de Bel nos dice: “…irradiara luz azul que es la del amor”, no podía ser de otra forma, ya que es el Cristo íntimo y su atributo es precisamente ese, el cual el candidato debe desarrollar para encarnarlo.

Sin estas características completamente desarrolladas en uno, es imposible que el Cristo interior nazca en el corazón de cada uno de nosotros.

“La navidad es un acontecimiento cósmico que debe realizarse en cada uno de nosotros.” –(Samael Aun Weor)