¿Cómo y para qué aprender a escuchar?

Respuesta de los libros del V.M. Samael Aun Weor.

SI QUEREMOS SABER ESCUCHAR, si queremos aprender a escuchar para descubrir lo nuevo, debemos vivir de acuerdo a la filosofía de la MOMENTANEIDAD.

Es urgente vivir de momento en momento sin las preocupaciones del pasado, y sin los proyectos del futuro.

La VERDAD es lo desconocido de momento en momento, nuestras mentes deben estar siempre alertas, en plena atención, libres de prejuicios, preconceptos, a fin de ser realmente receptivas.

Los Maestros y Maestras de escuela deben enseñarle a sus alumnos y alumnas la profunda significación que se encierra en eso de saber escuchar.

Es necesario aprender a vivir sabiamente, reafirmar nuestros sentidos, refinar nuestra conducta, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos.

De nada sirve tener una gran cultura académica, si no sabemos escuchar, si no somos capaces de descubrir lo nuevo de momento en momento.

Necesitamos refinar la atención, refinar nuestros modales, refinar nuestras personas, las cosas, etc., etc., etc.

Es imposible ser verdaderamente refinado cuando no sabemos escuchar.

Las Mentes toscas, rudas, deterioradas, degeneradas, jamás saben escuchar, jamás saben descubrir lo nuevo, esas Mentes sólo comprenden, sólo entienden en forma equivocada las traducciones absurdas de ese secretario satánico llamado YO, MI MISMO, EGO.

Ser refinado es algo muy difícil y requiere plena atención. Alguien puede ser persona muy refinada en las modas, trajes, vestidos, jardines, automóviles, amistades, y, sin embargo, continuar en lo intimo siendo rudo, tosco, pesado.

Quien sabe vivir de momento en momento, marcha realmente por el camino del verdadero refinamiento.

Quien tenga Mente receptiva, espontánea, íntegra, alerta, camina por la senda del auténtico refinamiento.

Samael Aun Weor. Educación Fundamental.

Más información del Tema: Cap. 10. Saber Escuchar. Samael Aun Weor Educación Fundamental

Algunas respuestas de alumnos del ICQ Gnosis.

Nombre: Beatriz Díaz Gracia Localidad: Monterrey, Nuevo León México.

Respuesta: ¿cómo? utilizando la momentaneidad viviendo el momento de uno en uno con la conciencia en alerta despertad, para no permitirle a nuestros egos, al yo, al mí mismo, al yo mismo, para no emitir un preconcepto de algo que reamente no están diciendo. ¿Para que aprender a escuchar? Para ser realmente receptivos. Para poder ver y oír La VERDAD que es lo desconocido de momento en momento, nuestras mentes deben estar siempre alertas, en plena atención, libres de prejuicios, preconceptos.

Nombre: Jesús Vázquez Cruz Localidad: México Ecatepec.

Respuesta: Aprender a escuchar conduce al refinamiento, al control de los hechos pasados en su justa dimensión observándolos simplemente como eso ¡hechos pasados! El saber escuchar implica conciencia de una mente alerta altamente receptiva no decrepita, altamente deteriorada ensimismada en sí. Implica tener conciencia de que la voz interior o las voces que se escuchan provienen de adentro del sujeto y son un sin de formas caducas, naturalmente conocidas como prejuicios, forma de ver las cosas, intolerancia comparación, discriminación y el mensaje que se supone se está escuchando pasa como una grabación mutilada cercenada de conformidad con la mente racional embriaga del Ego. Cuando se toma conciencia de esto y se pone realmente atención al mensaje de un tercero entonces se inicia un camino empático y autentico libre de prejuicios, entonces ese refinamiento ha iniciado una serie de fases en las cuales las circunstancias toman su justo lugar por la mente receptiva y consiente.

Nombre: Marcolino Aranda Localidad: Maracaibo, Venezuela.

Respuesta: Reciban ustedes un cordial saludo. Dice el V.M: "Saber escuchar es algo propio de quien ha refinado la mente, de quien se ha quitado el condicionamiento del pasado que nos presenta el ego". Y es que nuestro ego se convierte en la secretaria o el traductor que todo lo interpreta de acuerdo a su propio estado, por lo tanto es necesario que cambiemos nuestra forma de percibir, esto lo logramos si nos disponemos a la tarea de auto observarnos y luego comprender su accionar, para así pedirle a Nuestra Madre la eliminación de ese defecto.