La Madre Divina

Instructora: Ma. Guadalupe Rodríguez Licea. Comisión Cursos por Internet

Madre Divina

Dentro de la anatomía oculta encontramos un aspecto muy importante y básico en nuestro desarrollo interno, este aspecto ha sido representado por miles de formas desde todos los tiempos y es que en todas las culturas se ha rendido culto al Eterno principio Femenino Divinal y no es para menos, pues La Madre Divina es, ha sido y será el origen de todo lo creado, la raíz de todo lo existente

Tenemos por ejemplo entre los antiguos egipcios que nombraban a Isis: con la frase de “Isis a quien ningún mortal ha levantado el velo.

Entre los antiguos aztecas tenemos a Tonantzin quienes mencionaban: “Tonantzin Teteonan o Madre mía ven a mi” (Tonantzin = nuestra muy venerable madre, Teteoina: Madre de los Dioses)

Entre los antiguos griegos tenemos a la Casta Diana.

En el cristianismo antiguo encontramos a la virgen del Carmen.

Y entre los antiguos vedas indostánicos encontramos a kundalini, nombre con el cual nos referiremos en el transcurso de nuestra plática.

Lo más extraordinario de todo esto es saber que no solo está presente en la naturaleza y el cosmos, sino que cada ser humano, tiene su propia Madre Divina particular, por eso está dicho por la gran iniciada H.P.B. que “Hay tantos padres en el cielo, como hombres en la tierra”. Cada ser humano tiene pues la suya propia y ella está siempre al pendiente de cada paso que damos en la vida, de cada pensamiento, de cada sentimiento, pero sobre todo detrás de cada obra.

Siendo la Madre Divina la raíz de todo lo que es, ha sido y será, el origen de todas las formas que existen en el mundo entero, muchas veces se presenta en nuestros sueños para mostrarnos el camino a seguir, para indicarnos obstáculos, peligros, etc.,  ya con la forma de nuestra madrecita física pues es su equivalente físico, es su representante terrenal, cada una de nuestras madres  físicas tienen una partecita de nuestra adorable Madre Divinal, no es extraño entonces que tome la envoltura de nuestra Madre Física en el mundo astral o de los sueños, así nos muestra muchas veces lo que habremos se seguir para salir del infortunio en que vivimos.

En su aspecto psicológico manifiesto en la anatomía oculta del ser humano, y visto clarividentemente  la KUNDALINI se halla enroscada tres veces y media dentro de cierto centro magnético ubicado en el hueso coxígeo.

Allí descansa entumecida como cualquier serpiente la Divina Princesa.

En el centro de aquel Chacra o estancia existe un triángulo hembra o YONI donde está establecido un LINGAM macho.

En este LINGAM atómico o mágico que representa el poder creador sexual de BRAHMA, se enrosca la sublime serpiente KUNDALINI en tres vueltas y media, esto nos representa un conocimiento muy profundo y que nos invita también a la reflexión, estas tres vueltas nos representan las tres gunas que son los aspectos de la divina madre cósmica y que son satwa, rayas y tamas en su aspecto trascendental satwa es la armonía, rayas la emoción pura del alma, y tamas el reposo abstracto absoluto esto nos referimos en la parte como ya lo dijimos trascendental ya que cuando condensan en este mundo tridimensional las transformamos lamentablemente de acuerdo al estado egoico en el que nos encontramos, esto es satwa representa el apego al conocimiento (intelectualismo, razonamiento) rayas es la emoción negativa y tamas cristaliza en la inercia.

La media vuelta representa los vitris (vibración de todo lo creado por ejemplo el ser humano tiene una vibración la madera tiene otra etc.)

Para comprender mejor este tema  es necesario saber que la madre divina tiene cinco aspectos fundamentales los cuales son:

A)        La Inmanifestada Kundalini (la madre cósmica de donde surge todo lo creado) representando el caos o las aguas puras de vida de todas los libros sagrados de donde se originó todo lo que es, ha sido y será. Los egipcios la llamaron Nut o Nuith, los aztecas Teteoiná, los indostanes la Prakriti

B)        Isis inefable, casta diana, (sabiduría, amor, poder) que es el aspecto mas referido que es la parte que nos otorga la sabiduría cuando la necesitamos, amor y fuerza espiritual y poder la parte que se encarga de entregarnos los poderes cuando estamos preparados, cuando hemos eliminado ciertos defectos de tipo psicológico. Aquí entra con el nombre de Tonantzin, Rea, Cibeles, María, Maia, etc.

C)        La Hécate griega, la Proserpina egipcia, la Coatlicue azteca, (la reina de los infiernos y la muerte terror de amor y ley), es aquella que nos castiga por nuestro propio bien cuando lo necesitamos para no caer en mas degeneración, ella es quien nos ayuda a la eliminación de nuestros defectos de tipo psicológico una vez que los hemos comprendido.

D)        La Madre Natura Particular Individual (aquella que creó nuestro cuerpo físico) es la que puede meter nuestro cuerpo físico en estado de Jinas, es la artífice que dio origen a este vehículo.

E)        La Maga Elemental Instintiva (aquella que originó nuestros instintos).

Incuestionablemente, cuando esta divina fuerza despierta, asciende victoriosa por el canal medular espinal para desarrollar en nosotros los poderes que divinizan.

En su aspecto trascendental divinal subliminal, la serpiente sagrada trascendiendo a lo meramente fisiológico, anatómico, en su estado étnico, es como ya dije nuestro propio Ser, pero derivado.

El Kundalini es la Madre Divina. El santuario de la Madre Divina es el corazón.

Los fuegos del corazón controlan el ascenso de la serpiente sagrada por el canal medular. El Kundalini se desarrolla y evoluciona y progresa de acuerdo con los méritos del corazón.

La castidad es el fundamento de la Gran Obra. Todo el poder del Kundalini se encuentra en la energía sexual.

Cuando el Iniciado invoca a la Divina Madre Kundalini, ya para que le ayude a poner su cuerpo físico en estado de Jinas, o para cualquier otro milagro de alta magia, ella aparece como una virgen purísima, como una madre de toda adoración. En ella están representadas todas nuestras amantísimas madres de todas nuestras reencarnaciones.

Cuando la Divina Madre ha dado su respuesta al devoto, desintegra su forma instantáneamente porque no la necesita.

Mencionamos en un principio que es necesario comprender que solo este aspecto interior nos llevará a un cambio radical ya que la mente por sí misma no puede alterar radicalmente ningún defecto psicológico.

La mente por sí misma no puede alterar radicalmente ningún defecto psicológico.

La mente puede rotular cualquier defecto, pasarlo de un nivel a otro, esconderlo de sí misma o de los demás, disculparlo más nunca eliminarlo absolutamente.

Comprensión es una parte fundamental, pero no lo es todo, se necesita eliminar.

Defecto observado debe ser analizado y comprendido en forma íntegra antes de proceder a su eliminación.

Necesitamos de un poder superior a la mente, de un poder capaz de desintegrar atómicamente cualquier yo-defecto que previamente hayamos descubierto y enjuiciado profundamente.

Afortunadamente tal poder subyace profundamente más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, aunque tenga sus exponentes concretos en el hueso del centro coxígeo, como ya lo explicamos en párrafos anteriores del presente capítulo.

Después de haber comprendido íntegramente cualquier yo-defecto, debemos sumergirnos en meditación profunda, suplicando, orando, pidiendo a nuestra Divina Madre particular individual desintegre el yo-defecto previamente comprendido.

Esta es la técnica precisa que se requiere para la eliminación de los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos.

La Divina Madre Kundalini tiene poder para reducir a cenizas cualquier agregado psíquico subjetivo, inhumano.

Sin esta didáctica, sin este procedimiento, todo esfuerzo para la disolución del Ego resulta infructuoso, inútil, absurdo.

Si el devoto verdaderamente se resuelve a corregir sus errores y a hollar la senda de la santidad, puede pedir a la Divina Madre el perdón de su Karma pasado y la Madre Divina lo perdona. Pero si el devoto no se corrige ni sigue la senda de santidad, es entonces inútil pedir perdón a la Madre Divina, porque ella no lo perdona.

La Madre Divina perdona a sus hijos arrepentidos verdaderamente. Ella sabe perdonar a sus hijos porque son sus hijos.

Todo el Karma de las malas acciones, de pasadas reencarnaciones puede ser perdonado por la Madre Divina. Cuando el arrepentimiento es absoluto, el castigo sale sobrando.

Observación, Juicio y Ejecución, son los tres factores básicos de la disolución. Primero: se observa. Segundo: se enjuicia. Tercero: se ejecuta.

A los espías en la guerra, primero se les observa; segundo se les enjuicia; tercero se les fusila.

En la interrelación existe auto-descubrimiento y auto-revelación. Quien renuncia a la convivencia con sus semejantes, renuncia también al auto-descubrimiento.

Cualquier incidente de la vida por insignificante que parezca, indubitablemente tiene por causa un actor íntimo en nosotros, un agregado psíquico, un "Yo".

El auto-descubrimiento es posible cuando nos encontramos en estado de alerta percepción, alerta novedad.

"Yo", descubierto in fraganti, debe ser observado cuidadosamente en nuestro cerebro, corazón y sexo.

Un Yo cualquiera de lujuria podría manifestarse en el corazón como amor, en el cerebro como un Ideal, más al poner atención al sexo, sentiríamos cierta excitación morbosa inconfundible.

El enjuiciamiento de cualquier Yo debe ser definitivo. Necesitamos sentarle en el banquillo de los acusados y juzgarle despiadadamente.

Cualquier evasiva, justificación, consideración, debe ser eliminada, si es que en verdad queremos hacemos conscientes del "Yo" que anhelamos extirpar de nuestra psiquis.

Ejecución es diferente; no sería posible ejecutar a un "Yo" cualquiera, sin haberle previamente observado y enjuiciado.

Oración en el trabajo psicológico es fundamental para la disolución. Necesitamos de un poder superior a la mente, si es que en realidad deseamos desintegrar tal o cual "Yo".

La mente por si misma nunca podría desintegrar ningún "Yo", esto es irrebatible, irrefutable.

Orar es platicar con Dios. Nosotros debemos apelar a Dios Madre en Nuestra Intimidad, si es que en verdad queremos desintegrar "Yoes", quien no ama a su Madre, el hijo ingrato, fracasará en el trabajo sobre sí mismo.

Las buenas intenciones y la repetición constante de las mismas, de nada sirven, a nada conducen.

De nada serviría repetir: "no seré lujurioso"; los Yoes de la lascivia de todas maneras continuarán existiendo en el fondo mismo de nuestra psiquis.

De nada serviría repetir diariamente: "no tendré más ira". Los "Yoes" de la ira continuarían existiendo en nuestros fondos psicológicos.

De nada serviría decir diariamente: "no seré más codicioso". Los "Yoes" de la codicia continuarían existiendo en los diversos trasfondos de nuestra psiquis.

De nada serviría apartamos del mundo y encerrarnos en un convento o vivir en alguna caverna; los "Yoes" dentro de nosotros continuarían existiendo.

Algunos anacoretas cavernarios a base de rigurosas disciplinas llegaron al éxtasis de los santos y fueron llevados a los cielos, donde vieron y oyeron cosas que a los seres humanos no les es dable comprender; sin embargo los "Yoes" continuaron existiendo en su interior.

Incuestionablemente la Esencia puede escaparse del "Yo" a base de rigurosas disciplinas y gozar del éxtasis, empero, después de la dicha, retorna al interior del "Mí mismo".

Quienes se han acostumbrado al éxtasis, sin haber disuelto el "Ego", creen que ya alcanzaron la liberación, se auto-engañan creyéndose Maestros y hasta Ingresan a la Involución sumergida.

Jamás nos pronunciaríamos contra el arrobamiento místico, contra el éxtasis y la felicidad del Alma en ausencia del EGO.

Sólo queremos poner énfasis en la necesidad de disolver "Yoes" para lograr la liberación final.

La Esencia de cualquier anacoreta disciplinado, acostumbrado a escaparse del "Yo", repite tal hazaña después de la muerte del cuerpo físico, goza por un tiempo del éxtasis y luego vuelve como el Genio de la lámpara de Aladino al interior de la botella, al Ego, al Mí Mismo.

Entonces no le queda más remedio que retornar a un nuevo cuerpo físico, con el propósito de repetir su vida sobre el tapete de la existencia.

Muchos místicos que desencarnaron en las cavernas de los Himalayas, en el Asia Central, ahora son personas vulgares, comunes y corrientes en este mundo, a pesar de que sus seguidores todavía les adoren y veneren.

Cualquier intento de liberación por grandioso que este sea, si no tiene en cuenta la necesidad de disolver el Ego, está condenado al fracaso.

Ya algunos poetas escribieron líneas para invocar a esta parte divina poderosa tal como Dante Alighieri donde dice:

Eres aquí para nosotros meridiano Sol de caridad, y abajo para los mortales vivo manantial de esperanza. Eres tan grande, señora, y tanto vales, que todo el que desea alcanzar alguna gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alma. Tu benignidad no solo socorre al que te implora, sino que muchas veces se anticipa espontáneamente a la súplica. En ti se reúnen la misericordia, la piedad, la magnificencia, y todo cuanto bueno existe en la criatura. Este, pues, que desde lo más profundo he deseado ver más de lo que deseo que él vea, te dirijo todos mis ruegos, y te suplico que no sean vanos, a fin de que disipes con los tuyos que pueda elevarse con los ojos hasta la salud suprema. Y yo, que nupcias espirituales, te suplica le concedas la gracia de adquirir tal virtud, la laguna del Universo hasta aquí ha visto una a una todas las existencias, todas las nieblas procedentes de su condición mortal, de suerte que pueda contemplar abiertamente el sumo placer. Te ruego, además, ¡Oh Reina! que puedes, cuanto quieres, que conserves puros sus efectos después de tanto ver; Que tu custodia triunfe de los impulsos de las pasiones humanas: mira a Beatriz como junta sus manos con todos los Bienaventurados para unir sus plegarias a las mías". (DANTE ALIGHIERI)

"Gloria, Gloria a la MADRE KUNDALINI, que mediante su infinita gracia y poder conduce al SADHAKA en chacra e ilumina su intelecto identificándole con el supremo Brahmán. ¡Puedan sus bendiciones alcanzarnos! (Sivananda)

 Innumerables seres humanos no sabemos guiar nuestro barco de la existencia, más dentro de nosotros existe una parte de nuestro Ser que tiene la capacidad de hacerlo, es por eso que entre los alquimistas medievales se le llamó a la Madre Divina “Stella Maris”, la virgen del Mar, quien guía a los trabajadores de la Gran Obra. Si queremos una guía real para encauzar correctamente nuestra vida, afortunadamente existe y lo mejor de todo es que está en nuestro interior. Dicen tradiciones antiquísimas que se pierden en la noche aterradora de todas las edades, que “El hijo infiel, quien se olvida de su Madre, se extravía y cae en el error”

Bienaventurados aquellos que comprenden el misterio de su propia MADRE DIVINA. Ella es la raíz de su propia MONADA; en su seno inmaculado se gesta el niño que lleva en sus brazos, nuestro BUDDHA INTIMO.

Cada vez que estemos por hacer algo importante, que tomemos una decisión trascendental, siempre es conveniente que relajemos nuestro cuerpo y mente y concentremos la atención en nuestra Madre interior para que nos guíe, nos oriente y podamos orientarnos de la mejor forma.

Las tres fuerzas primarias de la naturaleza, conocidas como la trinidad en las distintas religiones del mundo, depositan en la Madre Divina todos sus atributos. El Padre que está en secreto que es Sabiduría se la entrega a la Madre Divina para que a su vez nos la de. El Hijo muy amado, el Cristo Cósmico que es Amor, le entrega ese atributo para que nos inunde con esa fuerza maravillosa y el Espíritu Santo que es Poder le otorga esa facultad para que la entre a su hijo cuando lo merece. Eso es la Madre Divina: Sabiduría, Amor y Poder.

Por ello está dicho que tres errores, pecados o defectos son los que nos separan de la divinidad, la mentira pues es lo contrario a la verdad, el odio pues es lo contrario al amor y el abuso de nuestras fuerzas creadoras que nos separan del poder.

Así que junto a la Biblia diremos “Tocad y se os abrirá, pedid y se os dará”, supliquemos a la Divina Madre Sabiduría, Amor y Poder y ella con todo gusto lo entregará.

Presentación en Power Point (4.72 Mb) <haz clic aquí>

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