La Sabiduría del Ser No. 74 Mitología Griega Ciencia Arte Filosofía y Mística-Trimestre: julio, agosto, septiembre de 2017 Material didáctico para uso interno y exclusivo de estudiantes Del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samalegnosis.net ? www.samaelgnosis.org www.samelgnosis.us ?www.samelgnosis.net/fr Contenido: Las Nueve Musas 3 Orfeo y Eurídice 5 Las Tres Furias 7 Prometeo 10 El Oráculo de Delfos y Apolo 12 Teseo y el Hilo Ariadna 14 Los Doce Dioses del Olimpo 16 Arcano Nº 74. La Ofrenda 19 Portada: Diana cazadora. Guercino. 1658 Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos. Perseo y Medusa. Baldassare Peruzzi. 1511 Las Nueve Musas L a cultura griega ha sido fuente de conocimiento e inspiración para la humanidad desde el inicio de la historia. Filósofos, escritores, pensadores, políticos, matemáticos, investigadores…, se remiten a sus enseñanzas y de una manera tal vez inconsciente, evocan su sabiduría e iluminación. Si en el templo de Delfos los griegos inscribieron la imperecedera frase “Homo, nosce te ipsum”, (Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los Dioses), fue para que, aún en este tiempo y en el que viene después, el ser humano sepa que la clave de la felicidad y el principio de la autorrealización, se encuentra en el autoconocimiento. Ciertamente el ser humano espera que la vida le brinde felicidad, libertad, paz, amor, armonía, y entonces se enfoca en el esfuerzo y el trabajo, busca en el mundo exterior cosas que le satisfagan, títulos que le engrandezcan, personas que le reconozcan, riquezas que le den placer. Y después, cuando las llega a obtener, se da cuenta, por cierta inquietud de la conciencia, que algo le falta, que no es fácil estar satisfecho, que siempre falta algo más, que el placer es insaciable y luego busca distracciones virtuales, amigos ficticios que aprueben lo que hace y dice, vicios que le hagan perderse y olvidar…, aunque ello conlleve al quebranto de su propia identidad e integridad. Lejos se está de percibir que la felicidad tiene otro camino, que ese camino implica el auto-conocimiento y que para recorrerlo se requiere paciencia, voluntad, fe y comprensión. Comprender lo que es real y diferenciarlo de lo pasajero, que quienes alejan al ser humano de la felicidad son los elementos inhumanos que viven en la mente y se alimentan del deseo. “Imaginación, inspiración e intuición, son los tres pasos obligatorios del camino de la comprensión”. Dice el Maestro Huiracocha lo siguiente: “primero es preciso ver interiormente las cosas espirituales y luego hay que escuchar el verbo con la palabra divina para tener nuestro organismo espiritual preparado para la intuición”. Imaginar es ver, para imaginar se necesita meditar, concentrar la mente en una sola cosa. Con el conocimiento imaginativo se pueden ver imágenes, ideas, símbolos, pero no se entienden; para entenderlos se requiere la inspiración. La inspiración es un paso más, por eso los griegos invocaban a las musas, quienes elevan el conocimiento a otro nivel, donde se comprende que los fenómenos psicológicos y de la naturaleza se relacionan íntegramente, que todo objeto es positivo y negativo a la vez, (así como el fuego, el cual es indispensable, pero fuera de lugar es muy peligroso). La inspiración percibe la vida como un todo, nada está aislado. Las musas, Hijas de Zeus y Mnemosine (memoria) son diversas partes superiores del Ser (Dios), que se pueden manifestar en el hombre cuando se cumple con el primer paso de la imaginación. Sus nombres revelan el alcance del prodigio de la inspiración. Quienes experimentan su influencia trascienden el conocimiento. 1. Calíope, la mayor de las musas, es la musa de la elocuencia y de la poesía épica, “la de la bella voz”. Se le representa con un libro, corona dorada, una tablilla para escribir y una trompeta. La poesía es el lenguaje del alma, permite interpretar la verdad de las emociones. 2. Clío, la musa de la Historia, se le representa con corona de laurel, un estilete y un cisne. Accede a descubrir el desenvolvimiento del ego a través del tiempo. 3. Erato, la musa de la poesía inspiradora, lírica y amorosa, con corona de mirto y rosas, lleva las flechas de Eros, el dios del amor. Porque es a través de la comprensión, el amor, como eros puede lanzar sus flechas y eliminar los agregados psicológicos. 4. Euterpe, con corona de flores y flautín, es la inspiradora de la música. Todo iniciado es un artista, el auto-conocimiento devela los misterios del sonido que proviene del mundo de las causas, así como inspiró a Mozart o a Beethoven. La inspiración es capaz de conmover. 5. Melpómene, “la melodiosa”, musa de la tragedia, se le representa con máscara teatral trágica y mazo, para recordar al individuo que no debe confiarse, el ego usa máscara, engaña y ocasiona las tragedias humanas. 6. Polimnia, “la de muchos himnos”, inspiradora de los cantos a los dioses. Se le representa vestida de blanco, en actitud reflexiva y con cetro o cadenas. Solamente evocando a la divinidad, el iniciado puede salir victorioso, sin la cual es imposible el auto-conocimiento. 7. Terpsícore, musa de la danza, representada con una lira, para inspirar el arte de imitar el movimiento del cosmos, la dinámica de la naturaleza a través del baile y ofrendarlo a la divinidad. 8. Talía, su nombre significa “florecer”, es la inspiradora de la comedia, lleva una máscara teatral de comedia, porque también los placeres engañan, seducen y conducen al fracaso en el auto-conocimiento. 9. Urania, “la celestial”, musa de la astronomía, astrología y de las ciencias exactas. Se le representa con corona de estrellas, vestido azul celeste y globo terráqueo. Símbolo de la Madre Divina, gobernante del universo, reina de la inspiración. Después de la imaginación que ve, y la inspiración que conmueve, adviene la intuición que transforma: tres pasos que no tienen que ver con la mente, sino con el corazón y con el ánimo de compartir para ayudar a la humanidad. Enviado por Susana M. Rodríguez Licea. Comisión de Eventos I.C.Q. Fuentes: La Revolución de la Dialéctica. Matrimonio Perfecto. Imagen 1: Apolo en el Parnaso con sus musas. Rafael Sanzio. 1510-1511. Imagen 2: Las Musas. Frans Floris. 1560 Orfeo y Eurídice L a religión griega, con sus abundantes dioses y diosas, creó una de las más bellas y poéticas mitologías del mundo, en esta ocasión hacemos referencia a Orfeo, hijo de Apolo, Dios de la luz relacionado con el Sol y el fuego e hijo de la musa Calíope, quien tenía el poder de la elocuencia y la poesía. Orfeo fue uno de los argonautas que viajaron en busca del Vellocino de Oro. Este anhelado tesoro, es un símbolo alquimista que representa al iniciado vestido con los cuerpos de oro. Por otra parte, nuestros cuerpos son protoplasmáticos, llamados lunares, vehículos donde habita el ego. Argos significa vigilante y argonauta es el héroe griego que sale en búsqueda del Vellocino de Oro con los ojos siempre abiertos; por tanto, es indispensable mantener un estado de alerta continua, de auto-observación, en esta travesía, lo cual implica luchas, terribles guerras contra sí mismo, ya que continuamente habrá obstáculos, tentaciones, pruebas, dudas, etc.; sin embargo, el iniciado deberá permanecer en acecho a cada momento en su trayecto, como nosotros en la vida diaria, debemos saber manejar nuestro mar interior, viviendo la sabiduría, el conocimiento adquirido; la vida es el gimnasio psicológico donde nos vamos a entrenar y adquirir el auto-conocimiento. La liberación final es el primordial objetivo de “Los Argonautas”. Leyenda de Orfeo y Eurídice. Hace muchos años vivía en Tracia, Orfeo, poeta y músico dotado con un maravilloso talento, cantaba y tocaba la lira en forma tan armoniosa y perfecta que embelesaba a todos cuantos le escuchaban, se conmovían los mismos árboles y hasta las piedras; por tanto, se decía que los mismos dioses le habían regalado su lira. Después del viaje de los argonautas, Orfeo regresó a Tracia en donde se enamoró de la ninfa Eurídice. Se amaban, eran felices y se unieron en matrimonio, pero el día de su boda una serpiente venenosa mordió en el talón a Eurídice y ella murió. Inmensa era la pena de Orfeo, su desgracia lo llevó a la terrible decisión de bajar a los infiernos y suplicar a Hades le devolviera a su amada esposa. Al llegar al final de un camino subterráneo, se encontró en la laguna de Estigia (la que separa el mundo de los muertos del de los vivos) donde navega la barca de Caronte. Entró a la sala donde reinaban Hades y Perséfone, el Rey se molestó con Orfeo por haber entrado sin ser llamado y Orfeo sin responder palabra, tomó su lira y expresó su dolor con conmovedores acordes y cantos, era todo tan patético que Hades se dejó convencer y permitió que Eurídice volviera a la Tierra, pero con una advertencia: Que Orfeo no volvería su cabeza hacia atrás antes de abandonar esas regiones abismales, si desobedecía, la perdería para siempre. Grande fue la alegría de Orfeo, que decidió no mirar hacia atrás, pero antes de llegar a Tierra, se angustió porque no escuchaba ruido alguno y se volvió, ahí estaba la ninfa con Hermes, el conductor de las almas que la llevaba de regreso al mundo de los muertos. Orfeo quedó desconsolado, pidió otra oportunidad a Hades, que le fue negada: debía volver a recapitular en lo que había sucedido. Sin duda alguna, ésta es una de las más hermosas leyendas de los héroes griegos. Orfeo, hijo de Apolo, es el Cristo griego con poder en el verbo, la palabra, la música, es lo que representa la lira mágica de siete cuerdas, el número siete es el número de la victoria, pero con lucha. Orfeo buscando el Vellocino de Oro, (el gran tesoro de la luz) que anhelan los alquimistas, tuvo que bajar valerosamente a los mundos infiernos, buscando en las entrañas de la Tierra a los más perversos, inhumanos, y despiadados elementos psíquicos, para después desposarse con su alma divina llamada en sánscrito: Budhi. Ella es el alma espiritual y así, de uno en uno va realizando los doce trabajos de Hércules, enfrentándose y dando muerte a los más infernales y poderosos elementos psíquicos sumergidos en las profundidades del sub-consciente e infra-consciente, con ayuda siempre de su divina Madre y su bella esposa. Orfeo (el Cristo Cósmico), como Hércules realizó los doce trabajos. Hércules, el Instructor del Mundo, cada vez que viene tiene que realizar lo mismo, un trabajo de pacificación completa, el cristo cósmico practica lo que predica, desde pequeño vienen las Serpientes Tenebrosas del Mal a atacarlo, la persecución de Herodes, etc. El Cristo Cósmico no exige sino lo que él mismo práctica, es el Maestro de todos los Maestros, realiza sus trabajos de Purificación y Disolución del Yo, del Ego. (Samael Aun Weor). Finalmente, al concluir los doce trabajos, logra el Maestro la perfección y el ascenso al Olimpo, los cielos, las dimensiones superiores, la región de los Dioses. Nosotros, como estudiantes de la Gnosis, debemos comenzar con los defectos que son visibles y, poco a poco, ahondar en los niveles más profundos del subconsciente; además, cultivar también virtudes como la serenidad, la paciencia, la voluntad, la tenacidad, indispensables para lograr el anhelado éxito. El ego o “mí mismo” es un conjunto de elementos inhumanos que personifican a nuestros errores, defectos, vicios, traumas, conceptos, complejos y todo tipo de males psíquicos, etc. Typhon, la Hydra de Lerna, la Medusa son la representación del Ego en sus múltiples aspectos psicológicos. Enviado por María Guadalupe Licea Rivera. Instructora San Luis Potosí, S.L.P. Imagen 1: Orpheus Leading Eurydice from the Underworld. Camille Corot. 1861. Imagen 2: Orfeo y Eurídice. Edward John Poynter. 1862 Las Tres Furias A preciados amigos, en esta ocasión vamos a estudiar el tema de las tres furias o Gorgonas de la mitología griega, mismas que aparecen rodeadas por hidras verdosas y tienen por cabellos pequeñas serpientes. Ahora bien, las tres furias que menciona el poeta Virgilio, son los mismos tres traidores de Hiram Abif, el Cristo de la masonería oculta; la de la izquierda es la espantosa Megera, celosa, la del centro es Alectón “discordia” y la de la derecha es Tisífona, fraudes y maldad. También alegorizan a los tres traidores del Maestro Jesús, Judas es el demonio del deseo, traiciona al Cristo de instante en instante; dado lo anterior, es urgente liberarnos de toda forma de deseo. Pilatos, el demonio de la mente, siempre justifica sus malas acciones, se declara inocente, se lava las manos. Caifás, el demonio de la mala voluntad, hace lo que le viene en gana y le importan un comino los mandamientos del bendito. El maestro Jesucristo tuvo que eliminar en sí mismo a los tres traidores antes de encarnar dentro de sí a las tres fuerzas primarias de la naturaleza. Recordemos a Mara, el Señor de los cinco deseos, (ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo) factores de muerte y enemigos de la verdad; siempre es acompañado por sus tres hijas, las tres furias, aquellas tentadoras con sus legiones tenebrosas que asaltaron al Budha. Está claro que no pueden faltar en el drama cósmico los tres traidores. Por otra parte, Dante, el de la Divina Comedia, encontró en el noveno círculo infernal a Judas, Bruto y Casio, mismos que estaban en las fauces de Lucifer. Estos tres aspectos se fundamentan en el deseo. El deseo es la causa, origen, raíz de todo defecto psicológico, cualquier agregado o trauma, sea el que sea, se fundamenta en el deseo; la mala voluntad es deseo intensificado, toda forma de la mente, estructura, representación mental, pensamiento, razonamiento, etc., tiene como base al deseo. Debemos comprender que cualquier defecto psicológico, sea de tipo emocional, mental o volitivo (causal) tiene como base al deseo. Además, tenemos que entender a fondo las diversas formas de deseo para eliminar el ego. Sólo disolviendo las diversas formas ilusorias del deseo se libera la luz contenida en las mismas. La luz es nuestra conciencia, la luz de la conciencia brilla aterradora en medio de las tinieblas interiores que se niegan a extinguirse, ya que no quieren morir. Empero si queremos despejar las tinieblas interiores, liberarnos de la terrible oscuridad y de la ignorancia en la que nos encontramos, es necesario, indispensable, sacrificar a las tres furias y a sus legiones mediante el crudo trabajo psicológico que nos impone la vida por medio de la convivencia en nuestro hogar, en el trabajo, en la calle, en los grupos esotéricos, etc. Rehuir al sacrificio del dolor que exige la muerte de cualquier agregado, es ponernos a favor de las tres furias. Es fracasar en el intento por la conquista de nuestra alma conciencia. Es darle la espalda a nuestro Ser. Amigos, recordemos que tenemos dentro de sí mismos los cuerpos internos, mismos que a la vez son lunares. Por tanto, existe una relación íntima entre el cuerpo astral, que es lunar, con el cerebro emocional, ubicado en el plexo solar, dos dedos arriba de nuestro ombligo y el demonio del deseo alegorizado por el Judas del drama cósmico, aunque debo aclarar que Judas, el apóstol del maestro Jesús, sólo representó el papel de traidor dentro de dicho drama, él no quería este papel, pero por ser el discípulo más aventajado del maestro Jesús, él se lo asignó. Dentro de los manuscritos esenios gnósticos, encontrados a orillas del Mar Muerto en las cuevas de Qumrán en 1947, está el evangelio de Judas, que nos habla acerca de la muerte del ego. Por otra parte, tenemos que el cuerpo mental, asociado a nuestro cerebro intelectual, ubicado en nuestro cerebro, este cuerpo se asocia con el demonio de la mente; dentro del drama cósmico es Pilatos, el que se lava las manos para justificar sus errores. Por último, tenemos al demonio de la mala voluntad relacionado, en el drama cósmico, con el sumo pontífice Caifás. Ahora bien, éste se expresa en nuestro cuerpo causal lunar y en el cuerpo físico tiene su asiento en el cerebro motor, instintivo, sexual. La mala voluntad es deseo intensificado. Estos tres traidores a su vez se asocian con los tres guardianes del umbral que debemos enfrentar para avanzar en nuestro trabajo del despertar de la conciencia. Cuando el Chela o discípulo es puesto a prueba en los mundos internos, tiene que enfrentarse valerosamente a estos guardianes; por tanto, si tiene miedo, huye o regresa de inmediato al cuerpo físico, fracasa en estas pruebas iniciáticas de misterios menores y, en ese orden de ideas, debe prepararse más para que el Ser le coloque de nuevo las pruebas en un futuro. Lo anterior, significa un atraso o estancamiento para el despertar de nuestra conciencia. Debo hacer notar que, si nuestro Padre que está en secreto nos somete a las pruebas de los guardianes del umbral o cualquier otra clase de pruebas, es para que demostremos nuestra calidad moral. Cualquier prueba esotérica superada exitosamente en los mundos internos implica un avance, un logro, un grado más de conciencia despierta, pero debemos tener en cuenta que a mayor avance, mayores pruebas, mayores esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios; a las tres furias no les agrada que les quiten legiones, entonces reaccionan violentas contra el iniciado. En modo alguno gustarán de la muerte psicológica. Amigos, veamos ahora unos párrafos del Apocalipsis que a la letra dicen: “Y vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas.” “Pues son espíritus de demonios que hacen señales y van a los reyes de la Tierra en todo el mundo para reunirlos en la batalla de aquel día del Dios todo poderoso.” Apocalipsis 16:13-16 (RVR1960) Y ¿Quién es ese dragón? ¿Esa bestia? ¿Ese falso profeta? Pues viene a ser Mara, el fuego luciferino, ese horrible gusano que atraviesa el corazón del mundo, el fuego sexual negativo es el padre de las tres Furias. Es claro que Lucifer Mara, el tentador con todas sus legiones es el origen, causa, raíz del dolor, la enfermedad, la vejez y la muerte. Por último, no está demás mencionar que Dante Alighieri, poeta italiano, autor de la Divina Comedia, expresó en esta obra monumental que en el núcleo de la Tierra está asentado el noveno círculo dantesco región de inmenso dolor infernal en el cual se encuentra la ciudad de Dite; las tres Gorgonas o tres Furias con serpientes sobre sus cabezas, a manera de cabellos, habitan en esta ciudad maldita. De manera simbólica describe la involución de las almas a través de los sucesivos círculos infra-dimensionales. El Maestro Samael devela en forma extraordinaria el significado esotérico de cada alegoría, a estas horas del día gran parte de la raza Atlante y una cantidad importante de nuestra raza Aria se halla en plena involución infernal. Es claro que las tres Gorgonas habitan en el fondo de nuestro infra-consciente, es indispensable descender a nuestros infiernos atómicos personales para desintegrar a estos enemigos ocultos, esto es posible mediante una sabia comprensión y un uso correcto de nuestras energías creadoras; de lo contrario, nuestras esencias embotelladas en el ego animal serán arrastradas a la involución mineral sumergida. Ahora bien, destaco que no hay castigo eterno como equivocadamente nos lo han hecho creer, ya que a un lado de la justicia está la misericordia divina, es definitivo que después de unos ocho o diez mil años de involución en esas regiones sumergidas, las chispas virginales quedan libres de toda impureza egoica para reiniciar su ascenso evolutivo por los distintos reinos de la naturaleza; bajo el aspecto de hermosos seres elementales con forma de niños. Pues bien, estimados amigos, hasta aquí mis reflexiones sobre este tema, deseando que les sean de utilidad y que llevemos a nuestra conciencia los conocimientos vertidos en esta revista para vivir la auto gnosis de instante en instante, de momento en momento. Fraternalmente: Virgilio Cuautle Roldán. Instructor gnóstico de Nochistlán Zacatecas. Imagen 1: Tres Furias. Paul Gustave Doré. 1832-33. Imagen 2: Orestes perseguido por las Furias. Carl Rahl. 1852. Imagen 3: Orestes y las furias. Wiliam Bouguereau. 862 Prometeo P rometeo, uno de los titanes creados por los dioses, cuyas actitudes, frecuentemente parece como si desafiaran a sus mismos creadores, los dioses, ya que como eran titanes, una grandeza en ellos los identificaba. Prometeo tenía la facultad de entrar y salir a las regiones del Olimpo; es decir, a las diferentes secciones o dimensiones superiores: astral, mental, causal, del alma y del Ser. Siendo que la mitología griega representa de alguna forma muchos aspectos internos del ser humano para su autoconocimiento y liberación interior, la historia de Prometeo, es una de éstas. A la luz de la antropología gnóstica, podemos interpretar que Prometeo ha sido una creación de los mismos dioses y que éste mismo viene a manifestarse en los seres humanos como algo grandioso, es decir, como esas facultades inherentes al ser humano con las que puede indagar y conocer las dimensiones superiores. Se dice que, en cierta ocasión, los seres humanos que otrora gozaran de dicha y conciencia, debido al mal uso del fuego sagrado, lo perdieron y el afán desafiante del titán Prometeo, que yace dentro del ser humano, prometió a los hombres recuperar ese fuego divino. Esto es semejante a los misterios de la supra sexualidad, y a esa facultad que tiene el ser humano de transmutar el fuego sexual en conciencia. Se dice que, en cierta ocasión, aprovechando un descuido del Dios del Sol, Helios, Prometeo logra robar ese fuego y entregárselo nuevamente a los seres humanos, gracias al cual, ellos podrían nuevamente, utilizando el fuego divino, iluminar todas las regiones de la Tierra. Compréndase que la Tierra es la representación de nuestra propia naturaleza humana y que el fuego divino es con el que se podrían iluminar los estados del inconsciente, subconsciente, así como el supra consciente o conciencia despierta, para iluminar y rescatar la sabiduría haciéndola propia. Esto conllevaría a que todo ser humano tendría la oportunidad de llegar a convertirse en un hombre superior o auto realizado, que disfrutaría de la dicha, de la felicidad en las dimensiones superiores, como era en un principio, antes de perder el fuego sagrado. Y que, en esa travesía, estaría guiado por el Prometeo interior, personificado por el jaguar entre los mayas, que así mismo representa esa psicología revolucionaria y la capacidad o sagacidad del tigre para auto observarse en todas las situaciones de la vida, venciendo las pruebas, venciendo las situaciones adversas de la vida, resolviéndolas con sabiduría, equilibrio y entendimiento superior. Obviamente las situaciones adversas de la vida, podrían parecer que están en contra del desarrollo humano; sin embargo, es ese mismo gimnasio psicológico de lucha y de batalla en el que se vence a las tentaciones, en el que se vence a la ignorancia, en el que se vence al Ego. En síntesis, podemos decir que Prometeo es el mismo tentador, que parece enfrentar al Ser, pero que es la misma proyección del Ser para nuestro desarrollo en este mundo. Como mencionara el V. M. Samael Aun Weor: “lucharemos con nuestro entrenador psicológico”, el que nos pone las duras pruebas en la vida para pasarlas, pero que sin su ayuda o manifestación, éstas nunca podrían ser vencidas. Sobre todo, la máxima prueba que es la sexualidad, pues Prometeo quedó encadenado, como castigo, a una dura roca o piedra, que representa esa dura prueba. Lamentablemente, en el transcurso de la humanidad, el yo de la lujuria se ha ido complicando, y el ser humano ha quedado encadenado a esa baja pasión, a esa “piedra”. A Prometeo, de la roca lo libera el hijo de Zeus, Hércules, quien con una flecha, derriba el águila que diariamente carcomía su hígado cuando estaba encadenado, sufriendo lo indecible porque al ser inmortal, renacía cada mañana. Así es como la pasión devora las entrañas del ser humano perpetuamente; sin embargo, se puede liberar con el trabajo de nuestra conciencia Cristo, que es nuestro Hércules interior, con las flechas de la conciencia, del auto conocimiento. Siempre es premiado el anacoreta que trabaja internamente, de hecho, Zeus levanta el castigo de Prometeo al ver que su propio hijo, Hércules, es quien libera de las bajas pasiones al ser humano. Ismael Moreno Luna. Comisión Calmécac "Aunque un hombre, venza mil veces en batalla a otros mil hombres, quien se vence a sí mismo es el mayor guerrero." Dhammapada Imagen: Prometeo trayendo fuego. Jan Cossiers. 1637. Imagen 2: Prometeo encadenado. Jacob Jordaens. 1640 El Oráculo de Delfos y Apolo E l Maestro Jesús dice: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra de Dios" El Maestro Samael Aun Weor expone: “El hombre está tan cerca de Dios, que de por medio sólo está la Mente”. El hombre nunca ha estado solo en su paso por este mundo, ni en su estancia como alma en las regiones suprasensibles de la naturaleza. No hay ni un sólo instante en que el hombre no esté acompañado por Dios, por la Divinidad la cual, en su inmensa misericordia, está dispuesta a ayudarnos en todo momento cuando sabemos pedir con fe verdadera y arrepentimiento real por nuestras malas acciones. Dios, de una forma u otra, nos proporciona los medios para que nos podamos comunicar con él y ser guiados por sus sabias palabras. Éste es el caso de los oráculos, templos custodiados por las pitonisas que, por su pureza, tenían el poder de escuchar las respuestas u oráculos que la Divinidad daba a los fieles que esperanzados en saber qué decisión tomar ante hechos relevantes en la vida, hacían la pregunta o consulta a la Divinidad, a cambio de tener un recto sentir, un recto actuar y una recta forma de ganarse la vida, la Divinidad nos orienta para que podamos marchar con éxito en nuestro proyecto de vida: Vocación, matrimonio, negocios, decisiones muy importantes, etc., etc. Los oráculos más mencionados por la historia son los griegos y romanos, destacándose entre los griegos el Oráculo de Delfos, yacente en el Santuario de Delfos, ubicado en el sagrado Templo dedicado al Dios Apolo, en primerísimo lugar, y también a las cultas musas encargadas de hacer de las mujeres y hombres con inquietudes relevantes, verdaderos pozos de sabiduría en el estudio y, sobre todo en la práctica de la ciencia, el arte, la filosofía y la mística; no podría ser de otra manera, pues Apolo junto con La Diana Cazadora (la que caza a los yoes) son las dos columnas fundamentales del Templo de la Sabiduría. En los misterios griegos, el Sol espiritual, la estrella de Navidad, el Demiurgo o Dios Creador, fue siempre representado por Apolo, en tanto que su sombra, su Lucifer, su Satán, su Reflexión divinal, se alegoriza definitivamente por Pitón. Estamos pues, ante las dos serpientes. La primera asciende victoriosa por el canal espinal del organismo humano; la segunda desciende, se precipita desde el coxis hacia abajo, hacia los infiernos atómicos del hombre. La primera es la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto. La segunda es la serpiente tentadora del Edén, el ego el yo, el Lucifer, la horrible culebra Pitón que se arrastraba en el lodo de la tierra y que Apolo (Dios del fuego) irritado hirió con sus dardos. Ésa es la lucha entre Miguel contra el Dragón Rojo; San Jorge contra el Dragón Negro. Lucha de Apolo y Pitón, de Osiris y Tiphón, de Bel y el Dragón, etc.; ésa es la lucha del estudiante gnóstico contra sí mismo, a fin de dar muerte al ego animal. Pelear contra el Dragón significa vencer a las tentaciones y eliminar a todos y cada uno de los elementos inhumanos que llevamos dentro: ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc., etc., etc. Es la lucha que deben de librar también los Hijos de la Llama. En el fuego universal moran dichosos los "Hijos de la Llama", los dioses del elemento ígneo, los genios antiguos: Apolo, Minerva, Horus, etc. Esas Llamas inefables y terriblemente divinas ciertamente están mucho más allá del bien y del mal. Ése es el estado que debe alcanzar el estudiante gnóstico. ¡Alegraos!, no estamos solos en la vida ni en el trabajo interior, en estos tiempos aciagos, cualquier libro sagrado, sea la Santa Biblia, sea el Libro del Tarot, sea el Bhagavad-g?t?, sea el Chilam Balam o Popol Vuh mayas, etc., etc., son nuestros guías, verdaderos oráculos de consulta a donde, previa instrucción de sus instructores, deben acudir los estudiantes gnósticos que, con pureza de corazón y nobles propósitos quieran orientarse para salir victoriosos en la vida y en hollar la senda del Camino Iniciático, el camino hacia la Luz. “Pedid y se os dará”. “Tocad y se os abrirá”. Bibliografía: Tratado Esotérico de Magia Rúnica, Sí hay infierno, sí hay diablo, sí hay karma, Doctrina Secreta de Anáhuac, Mi Regreso al Tíbet. Enviado por José Isabel Mauricio Vargas. Loreto, Zacatecas. México. Quien extirpa todo deseo y vive libre de egoísmo, aflicción y vanidad, obtiene la suprema paz.” Bhagavad Gita 2:71 Imagen: La Sibila de Delfos. Miguel Ángel. 1509. Imagen 2: El oráculo de Delfos. Heinrich Leuteman. 1850 Teseo y el hilo de Ariadna L a finalidad de los mitos y las leyendas tiene siempre la característica de entregar la enseñanza de una manera fácil de comprender y de recordar; en este artículo vamos a reflexionar en el simbolismo de cada uno de los personajes y objetos que intervienen en el mito de Teseo y el hilo de Ariadna. Resumen de la leyenda mitológica del combate entre Teseo y el minotauro y el hilo de Ariadna. Cuenta la mitología griega que el rey Minos de Creta recibió un hermoso toro blanco para que fuera sacrificado y ofrecido a Zeus. Cuando el rey Minos vio la majestuosidad y belleza tan sin igual del toro blanco sintió un gran deseo de esconderlo y en su lugar ofreció otro animal. Zeus, al darse cuenta, encolerizó y castigó al rey Minos haciendo que Pasífae, esposa de Minos, se enamorara del toro blanco y procreara una bestia con cuerpo humano y cabeza de toro, éste es el famoso “Minotauro”. Minos le pide a Dédalo, el arquitecto ateniense desterrado a la isla de Creta que construya un laberinto, donde hizo encerrar al Minotauro. Cuentan las tradiciones que hubo una guerra entre el rey Minos de Creta y el rey Egeo de Atenas, de la cual sale victorioso el rey Minos; éste impone como tributo que cada nueve años Egeo tiene que enviarle siete doncellas y siete jóvenes, mismos que serán devorados por el Minotauro para aplacar su hambre. Teseo es un joven valiente hijo de Egeo el rey de Atenas, planea ponerle fin a la bestia salvaje. Y para ello, decide ofrecerse como voluntario para ser parte de los siete jóvenes que junto con las siete doncellas serán enviados por tercera ocasión para que sean devorados por la bestia. Cuando el joven Teseo llega a la Isla de Creta, conoce a Ariadna, hija del rey Minos y hermana del Minotauro, y ambos se enamoran el uno del otro. Ariadna ofrece su ayuda a Teseo para que éste entre al laberinto sin perderse y llegue hasta el centro donde se encuentra el Minotauro y pueda darle muerte; para ello, Ariadna le entrega un ovillo o carrete de hilo a Teseo y le indica que amarre la ´punta del hilo en la entrada y que vaya desenrollándolo por todo el camino, para que a su vez le sirva de guía para saber cómo regresar. Una vez frente a frente, Teseo y el Minotauro luchan a muerte cuerpo a cuerpo hasta que Teseo acaba con la vida de la bestia, una vez victorioso, se encuentra con Ariadna y se embarcan juntos a Atenas. Síntesis del simbolismo y reflexión en la enseñanza entregada en el mito. Todos tenemos que ofrecer nuestros logros al Padre, trabajar con los tres factores de la revolución de la conciencia: 1.- Morir en nuestros defectos psicológicos, 2.- Nacer en virtudes con las aguas puras de vida (cada vez que comprendemos un defecto y lo eliminamos, nace una virtud) y 3.- Sacrificarnos por nuestros semejantes, ayudando al necesitado sin esperar nada a cambio; no quedarnos con la enseñanza adquirida en estos estudios, sino difundirla y hacer que más seres encuentren la luz, encuentren el hilo de Ariadna. El toro blanco representa un atributo de nuestro Ser interior, es lo mismo que el elefante blanco del hinduismo quien gestara al Buda. El Minotauro gestado en el vientre de Pasifae, simboliza las virtudes acumuladas que se deforman en codicia y avaricia de Minos que escondió al majestuoso y bello toro blanco, es el ego que todos llevamos dentro, simboliza la acumulación de virtudes y conocimientos sin permitir que éstos fluya hacia los demás. Teseo es el guerrero interior que todos tenemos que desarrollar dentro de nosotros mismos y enfrentarnos a cada instante con las bestias que cargamos dentro. El minotauro es precisamente el ego que debemos eliminar obviamente con la ayuda de nuestra Madre Divina representada en este mito por Ariadna. Teseo recibe de Ariadna no sólo el Hilo (trabajo alquimista), sino también una espada mágica con la que da muerte al Minotauro. La espada es la voluntad que debemos desarrollar para llevar a cabo nuestro trabajo interior. El laberinto representa todo aquello con lo que el buscador se topa en el camino que recorre tratando de encontrar la verdad; un camino confuso, lleno de teorías, de religiones, de instituciones, de organizaciones, de sectas, de escuelas pseudo-esotéricas; “Todas diciendo que tienen la verdad”. El buscador sin darse cuenta pierde su tiempo, su vida y su alma al seguir líderes que son a veces sinceros equivocados y otras veces líderes mal intencionados. En Francia, las catedrales de Notre-Dame de París, de Chartres, de Reims, entre otras, tienen el símbolo del laberinto, representado en su pavimento. Las siete doncellas y los siete jóvenes devorados por el Minotauro son las siete virtudes devoradas por los siete defectos capitales; el plazo de nueve años de tregua entre una entrega de jóvenes y doncellas simboliza el trabajo alquimista de transmutación de nuestras energías con las que podemos recuperar las virtudes. Para no perdernos entre tantas teorías, entre tantas escuelas pseudo esoteristas que sólo confunden más a la humanidad, es necesario y urgente despertar conciencia. De esa forma podremos conocer la Verdad. La “verdad” está dentro de nosotros mismos, la verdad no se debe de buscar afuera. “Hombre conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los Dioses”. Enviado por Instructora Nelly López Villa. Hermosillo, Sonora. "Uno de los problemas más difíciles de nuestra época ciertamente viene a ser el intrincado laberinto de las teorías." V.M. Samael Aun Weor Imagen: Teseo y el Minotauro. Antonio Canova. 1781-83. Imagen 2: Ariadna y Teseo. Niccolo Bambini. 1651-1736 Los Doce Dioses del Olimpo H ablar de los dioses griegos no es hablar de creencias o mitos infundados, sino de realidades intangibles para los corrompidos sentidos humanos; pero que existen ya como fuerzas de la naturaleza, como partes espirituales del ser humano o como verdaderos maestros espirituales. La mitología no debemos leerla como letra muerta, sino ver el espíritu que vivifica. Por tanto, no pueden interpretarse los mitos literalmente y a cada divinidad griega debemos buscarla en las profundidades de nuestro sí mismo, en el universo interior, quien no las encuentra en sí mismo, no las hallará en ninguna otra parte. De la misma forma en que es incongruente pensar en el rey Salomón con varias esposas y concubinas, también lo es pensar en Zeus con muchas aventuras amorosas; debemos tener la capacidad de ver más allá, de ver el símbolo que envuelve una idea, una actitud, una fuerza espiritual. Que hemos perdido el rumbo espiritual, eso es muy obvio; que solemos proyectar nuestra miseria interior en las enseñanzas más sagradas, eso es clara demostración de la involución en que estamos. En consecuencia, es momento de dejar a un lado esa forma caduca del pensamiento y tener la osadía de ver en la mitología una enseñanza de tipo superior y, sobre todo, de aprender a aplicarla en nuestra vida, para hacer de ella algo mejor. El mundo está constituido por tres grandes regiones, dos de ellas completamente desconocidas para la ciencia moderna: La región tridimensional en donde habitamos los seres humanos, la región supra dimensional habitada por seres que han disuelto sus miles de defectos y la zona infra dimensional donde vamos si fracasamos en las 108 oportunidades que nos asignan para nuestra auto realización íntima del ser. El Olimpo entre los griegos, es el simbolismo de las regiones superiores de la naturaleza, los mismos cielos de las distintas religiones, el Tlalocan de los aztecas o el nirvana de la India, allí es donde habitan los dioses o seres iluminados, que han terminado con toda la posibilidad de delinquir, región de los ángeles (hablando en lenguaje cristiano). Que sean doce los dioses principales del Olimpo, no es ninguna idea creada al azar; pues, doce son los apóstoles de Jesús, doce las tribus de Israel, doce los signos zodiacales, doce las piedras de la ciudad santa. Precisamente, que sean doce los dioses principales, nos indican que quieren destacar doce potestades, poderes o fuerzas, que existen dentro de nosotros. Veamos cada una de esas divinidades: Zeus (Júpiter): El dios del cielo y del trueno, padre de todos los dioses, es la representación clara del Padre que está en Secreto, del bendito anciano de los días, del Real Ser interior que cada uno tiene. Sus símbolos con los que se le asocia nos indican cualidades, atributos del Padre, como el rayo que nos indica que está más allá de la ley; la balanza es atributo claro del padre pues es la misericordia; el águila es símbolo de máxima espiritualidad; el roble de la fortaleza y el cetro de mando. Él tiene la infinita sabiduría para guiarnos en todos los aspectos de nuestra existencia. Hera (Juno): Diosa del matrimonio y la familia, perfecto símbolo del eterno principio femenino divinal, emblema de la Madre Divina, que cada ser humano tiene. Los tres Logos le entregan sus atributos, el Padre le da la sabiduría (la corona con que se le asocia), el hijo le da el amor (el granado, pues la magia elemental del granado es el amor) y el Espíritu Santo le da el Poder (el león con quien también se le relaciona). La vaca tanto en Grecia como en la India es un símbolo sagrado de la Madre, pues ella es la sabiduría oculta, la leche de la cual nos podemos y debemos de alimentar. Poseidón (Neptuno): La divinidad regente de los mares, internamente nos simboliza la necesidad de saber gobernar nuestras aguas internas, el urgente trabajo que debe realizarse transmutando las aguas puras de la vida, esto significa dominar nuestras tempestades pasionales. Externamente, nos habla de las fuerzas inteligentes que gobiernan las aguas, los devas elementales de la milenaria India, al estilo de un Varuna o un Tláloc mexicano. Uno de sus símbolos más representativos, de Neptuno, es el tridente, emblema del dominio de la mente y de las tres fuerzas primarias de la creación. Es importante recordar que en la antigua Atlántida un maestro con este nombre estuvo orientando y enseñando la sabiduría del Ser. Dionisio (Baco): Dios del vino, las celebraciones y el éxtasis. No debemos irnos con nuestra mente a pensar en el vino de emborracharse, más bien se refiere a una embriaguez espiritual, a estados que sólo podemos experimentar en la meditación profunda y en la transmutación de nuestras energías creadoras, es por ello que Dionisio es un mantram que sirve para esto. Es lógico pensar que se relacione con los procesos de transmutación de las energías, ya que es muy similar la destilación del vino y lo que ocurre en nuestro interior al transmutar nuestras energías. Es por ello muy interesante señalar que la vibración de esta Era de Acuario se llame dionisiaca. Apolo (Febo): Dios del Sol, la luz, la música, el conocimiento, la poesía y la profecía. Se trata de un maestro relacionado con el elemento fuego, al estilo de Huehueteotl azteca o Agni de la India, el maestro Samael Aun Weor nos dice: «En Grecia, el gran elemental ígneo conocido con el nombre de “Apolo”, iluminó ésta y muchas otras naciones a través de sus oráculos, pronunciados por boca de las pitonisas de “Delfos”», se trata de un iniciado, un maestro. Artemisa (Diana): Diosa de la caza, uno de sus símbolos es la luna, el cual nuevamente nos lleva al principio eterno femenino, pero al relacionarse con la caza se relaciona en su aspecto de ser la única capaz de desintegrar los elementos psicológicos indeseables, que previamente hayamos comprendido. Es la enseñanza de la didáctica para la muerte de nuestros defectos psicológicos. Hermes (Mercurio): El mensajero de los dioses; por un lado, simboliza todo lo que representa el planeta que lleva su nombre, es decir: la sabiduría, la razón, la medicina, y por otro lado nos representa el metal que también lleva su nombre, siendo en la alquimia el símbolo del mercurio filosófico. Por tal motivo, es que se le representaba con los perros cuidadores del ganado celeste. Se le llama el nuncio o lobo del Sol, indicando que trabajando con el mercurio filosófico nos acercamos al Padre interior o Sol. Dante, en su Divina Comedia, lo coloca llamando con su caduceo a las almas que todavía no cumplen su ciclo de 108 existencias para reingresar a un nuevo cuerpo. Atenea (Minerva): Diosa de la sabiduría. Existe una maestra que realmente recibe este nombre y está especializada en la sabiduría, en los mundos superiores de conciencia puede limpiar al estudiante gnóstico que así lo pida, de microorganismos ultrasensibles que se adhieren a sus cuerpos vital y astral, los cuales causan enfermedades. Pero, también, es una parte de nuestro propio Ser, que tiene la misión de darnos sabiduría, basta invocarla en meditación y ella nos asistirá siempre. Ares (Marte): Dios de la guerra, igual que en México el Dios Huitzilopochtli (Colibrí Zurdo). Nos muestra la sabiduría del arte de la guerra contra sí mismos, enseñanza sabiamente transmitida en todos los pueblos del mundo en sus épocas de oro. La guerra es contra las pasiones humanas, contra la ira, la lujuria, el orgullo, la pereza, la gula, etc., Marte es la voluntad dirigida correctamente hacia el trabajo interior. Afrodita (Venus): Diosa del amor. Nos representa muchas cosas a la vez: por un lado, es la misma Madre Divina en su aspecto de amor; pero también es la mujer como símbolo de la esposa, digna de toda veneración por todos aquellos candidatos varones a la iniciación que anhelen el adeptado. Es por ello, que Marte baja al inframundo para retemplar su espada y así conquistar el corazón de Venus. Hefestos (Vulcano): El herrero de los dioses; dios del fuego y la forja. Nos representa el trabajo con el fuego sagrado, que no debe buscarse fuera de sí mismos, sino dentro. Corresponde tal fuego al azufre de los alquimistas medievales. Es por ello que se habla mucho en la gnosis de aprender a trabajar en la Fragua encendida de Vulcano. Pues, en esta fragua se podrían hacer las armaduras de los dioses o cuerpos solares, ya que los que tenemos ahora, son de naturaleza lunar o fría, vehículo del ego y el tenerlos de tipo solar, es en donde el Ser puede manifestarse. Tenía cíclopes ayudantes, por eso, es que también al trabajo con el fuego sagrado se le denomina: “La Forja de los Cíclopes”, siendo estos las partes de nuestro Ser que intervienen en dicho trabajo alquimista. Deméter (Ceres): Diosa de la fertilidad, la agricultura, la naturaleza y las estaciones del año. Los griegos iniciados, sabían que el hijo ingrato, el que se olvida de su Madre Divina, se extravía y cae en el error; es por ello que tiene tantas alusiones en el panteón griego. Ahora, es la clara enseñanza de Dios Madre, en su aspecto de la Madre Naturaleza, la que nos da pan, abrigo y refugio, la que nos entrega plantas para curarnos, la artífice de nuestro mismo cuerpo físico. Todo esto, nos invita a reflexionar, que el culto a los dioses en el pasado, lejos de ser una mera idolatría, era realmente un vasto conocimiento de la naturaleza interior y al trabajo esotérico, en búsqueda del camino secreto para transitar a la verdad. Jenaro Reyes y Lupita Rodríguez. Comisión de cursos por Internet Imagen: Concilio de los Dioses en el Olimpo. Rafael Sanzio. 1513-14. Imagen 2: Reunión de los Dioses en el Olimpo. Rubens. 1636-38 Arcano Nº 74. La Ofrenda AM: El Principio del Amor Reverente. AT: “Ofrenda de flor de harina en el mejor de tus platos, sea tu dádiva al corazón afligido”. AV: Luna. Letra: Q. Nº 2 EG: Obsequio deslumbrante; íntimo regocijo; fiesta. D: Devoción; adoración; pasión amorosa; armonía; inspiración. R: Discordia; más disipación que conducta edificante. L a ofrenda: Entiéndase por «ofrenda», en este caso, algo que se ofrece o se dedica a Dios. En los enigmáticos poemas solares de los Sabios Nahuas del México pre-hispánico, citados por el V.M. Samael en su libro «La Doctrina Secreta de Anáhuac», encontramos una referencia a este tema de los ofrecimientos, y ahora transcribimos parcialmente uno de ellos con propósitos de ilustración. «¡Oh, glorioso mancebo, digno de todo loor, que ofreciste tu corazón al sol, limpio como un sartal de zafiros, otra vez tornarás a brotar, otra vez tornarás a florecer en el mundo, vendrás a los areitos y entre los tambores y tamboriles de Huejotzingo, aparecerás a los nobles y varones valerosos, y te verán tus amigos»... “Cuantos cayeron muertos entre magueyes y cactus, entre espinosas acacias, y cuantos han ofrecido sacrificios a los Dioses, pueden contemplar al Sol, pueden llegar hasta él”... «Ofrecer el corazón al sol», al Cristo, (al Logos Solar, al Quetzalcóatl mexicano y maya) implica supremos sacrificios y muerte del Ego de instante en instante, y así queda expresado esotéricamente por aquellos hombres despiertos: «Cuantos morían en la "guerra" -afirmaban ellos- o en el "altar del sacrificio", iban a la Casa del Sol»... El Íntimo necesita tragarse el corazón del hombre, es decir, asimilarse, absorberse, devorarse a la humana personalidad que ha fabricado eso que se llama «Alma». El trabajador esoterista, tanto el aspirante como el Adepto, puede y debe hacer ofrendas sepulcrales a su Mónada Divina, a su padre-madre interior. Este Arcano encierra el principio del amor reverente, del amor a dios; con este Arcano hemos de revalorizar todo lo concerniente al 3er estado de consciencia: el del Recuerdo del propio Ser. El incienso es un gran vehículo para las ondas espirituales de la pura devoción y ayuda al recogimiento místico, porque sirve de instrumento devocional. La devoción y veneración, abren la puerta de los Mundos Superiores a los devotos del sendero. La ofrenda: La Ofrenda, como acto propiciatorio, simboliza la virtud humana de rendir culto a lo superior. El principio del amor reverente. Aparece en el centro de la lámina y frente a las puertas de un Templo (el Templo Interior, el Santuario de nuestro propio Ser), un iniciado en actitud de prosternación, de adoración. Las puertas son cuatro y esas cuatro puertas del Templo nos recuerdan a los cuatro elementos de la naturaleza (Tierra, Aire, Agua y Fuego) también a los cuerpos existenciales superiores del Ser, a los cuatro colores de la Alquimia. Un antiguo Ritual Egipcio nos habla de esas 4 puertas: "Cuatro entradas tiene un palacio. El piso de aquel palacio es de lapislázuli y jaspe, y allí se aspira una variedad de aroma de rosas y jazmines. Pero en mitad de todo sopla un hálito de muerte"... Nosotros debemos adorar, venerar las cosas santas, ofrecer lo mejor de nosotros a nuestro Ser. Pero no sería posible tener respeto, veneración y hacer ofrendas sepulcrales a nuestro Dios Interior, si no vamos muriendo en sí mismos. Es indispensable que nuestros discípulos cultiven la bella cualidad de la veneración. Debemos venerar profundamente todas las cosas Sagradas y Divinas. Debemos venerar profundamente todas las obras del creador. Debemos venerar profundamente a los Venerables Maestros de la Fraternidad Universal Blanca. El respeto y la veneración, nos abren completamente las puertas de los mundos superiores. No debemos tener preferencia por nadie, debemos atender con el mismo respeto y la misma veneración, tanto al mendigo como al gran señor. Debemos cultivar la misma cortesía para atender igualmente al rico y al pobre, al aristócrata y al labriego, sin preferencias para ninguno… Nosotros, los estudiantes gnósticos, debemos en meditación profunda buscar a nuestro Real Ser interior y orarle, adorarle, suplicarle. Hay que cuidar el tipo de alimentos de la mente: Como prensa, televisión, películas. No alimentarse con basuras, porque no sirven, carroña de la Mente: mala literatura, mal cine, mala televisión, malas palabras. Al que vence, al victorioso, se le entregan los cuatro pilares secretos, ocultos, adquiriendo poder sobre las cuatro Regiones del Cosmos: 1. Mundo mineral sumergido. 2. Mundo físico. 3. Mundo molecular. 4. Mundo electrónico o espiritual. Por eso aparece en la parte superior el signo Seps, (persona sagrada, poderosa), representando a nuestro Real Ser Interior Profundo, y en la parte inferior, mirando hacia atrás, aparece una figura que nos representa el morir hacia todo lo ilusorio y terreno, hacia la vanidad pasajera de este mundo, hacia todo lo material. Debemos hacer ofrendas sepulcrales de momento en momento a nuestro Real Ser, es decir, morir de momento en momento, aquí y ahora. Letra hebrea Lamed: Quiere decir “aguijada, leonada, desplegamiento de alas”. El vocablo significa: “Enseñanza, Estímulo, Domesticidad”. Representa el principio del movimiento expansivo. Despierta aptitud para servir. Fonograma Egipcio: Como letra es la “L”, “R”, “Ru”, “Re”. Su símbolo el León yaciente, el fuego que necesita ser despertado. La Ley que le permite subir (méritos en el corazón). Los 2 leones alquimistas. Esplendor, llama, corazón. El símbolo alquimista: Este fonograma representa a la sal, no precisamente como el cloruro de sodio, sino como representación de uno de los 3 elementos filosófico-alquimistas, según Paracelso, constituyentes de la materia universal: La sal (lo fijo), el fuego (lo ardiente) el mercurio (lo volátil). “Vosotros sois la Sal de la Tierra”, dijo Jesús. Recordemos que existen 12 Sales Zodiacales. En la Escritura Pasaje del Rio aparece representando a la misma letra hebrea Lamed. Letra Q: Se relaciona con el número 20 y el Planeta Luna. Está simbolizada por un acólito, atributo de servicio espiritual. Planeta regente: Luna; Gabriel, “el Ángel del Señor que anunció a María”, es el rector de la Luna, planeta que a su vez gobierna la mágica constelación de Cáncer. Los ángeles de la vida (Principios inteligentes que pertenecen a este departamento o rayo de creación), están bajo la conducción de Gabriel, “la 1ª Voz, el 1er Auxiliar” de que nos habla el Maestro Jesús en “Pistis-Sophía. Ellos tienen la grandiosa misión de dotar de cuerpo vital a todo ser humano que retorna, que regresa, que se re-incorpora a este mundo físico. De modo que, tales Devas tienen poder sobre las aguas amnióticas y en general sobre toda materia. También los Ángeles de la Vida se encargan de conectar el cordón de plata con el zoospermo fecundante, que igualmente navega entre las aguas espermáticas. “Las aguas, pues, son nuestras madres”, tal como reza la portentosa sabiduría gnóstica oriental. Hemos de estudiar los misterios de la vida y de la muerte: De la vida que comienza con la Luna y de la misma vida que la Luna se lleva (con la muerte), para luego volverla a traer. Gabriel conjuntamente con Miguel, es el encargado de producir dentro de nosotros una transformación radical. Así como Miguel y Gabriel existen en el Macrocosmos, también existen dentro del Microcosmos-Hombre. Miguel y Gabriel son dos partes Autónomas y Auto-Independientes de nuestro propio Ser, hábiles en la Ciencia de la Alquimia... Cualidad o virtud: La renunciación, la abnegación, el sacrificio, la veneración. El defecto: La identificación y afirmación egoica, la negligencia y la pereza, la falta de respeto. Prueba iniciática: Todas, puesto que en cada una de ellas hay renunciación, abnegación, sacrificio. ¡De pronto! Me acordé de mi Divina Madre Kundalini y entonces desvié esa corriente del Amor hacia adentro y hacia arriba, hacia mi Madre adorable... En esos momentos exclamé con todas las fuerzas de mi Alma: "¡Este Amor es para mi Madre!"... Samael Aun Weor Axioma trascendente: “Ofrenda de flor de harina en el mejor de tus platos, sea tu dádiva al corazón afligido”. El corazón afligido del esoterista gnóstico encuentra consuelo al ofrendar sus trabajos conscientes y sus padecimientos intencionales al Dios Íntimo. El Axioma Trascendente de este Arcano Menor se refiere a ello con los siguientes términos. «Ofrenda de flor de harina en el mejor de tus platos, sea tu dádiva al corazón afligido» 7 + 4 = 11, «La Persuasión», Arcano mayor del Tarot cuya lámina nos habla del dominio del fuego para extraer de él la «flor de harina», el producto de la transmutación del trigo, de la simiente, ofrendada luego al Cristo-Sol «en el mejor de los platos». Elemento de predicción: Promete: Devoción, adoración, fervor, pasión amorosa, armonía, pensamientos inspirados, actos de prodigalidad, iniciativas variables; más disipaciones que logros edificantes, discordia. “¡Oh, glorioso mancebo, digno de todo loor, que ofreciste tu corazón al sol, limpio como un sartal de zafiros, otra vez tornarás a brotar, otra vez tornarás a florecer en el mundo, vendrás a los areitos y entre los tambores y tamboriles de Huejotzingo, aparecerás a los nobles y varones valerosos, y te verán tus amigos”... Samael Aun Weor. Enviado por: Cesar Owen, España. Revistas anteriores: http://www.samaelgnosis.net/revista/ La Sabiduría del Ser 14 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 10 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 22 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis