Ganesha

Ganesha

La sagrada India de los Vedas ha obsequiado a la humanidad un maravilloso conocimiento respecto al panteón sagrado que fue adorado durante la época de su esplendor. Hemos de resaltar que la India no perteneció a la antigua raza Atlante, sino que se desarrolló como una de las siete subrazas de esta actual raza Aria.

Después del sumergimiento de la raza Atlante, cuarta raza raíz, surgieron las siguientes subrazas: La primera en la meseta central de Asía, la segunda sub-raza floreció en el sur de Asia en la época pre-védica con la sabiduría de los Rishis del Indostán y los esplendores del antiguo imperio Chino; la tercera subraza se desarrolló en el Egipto, Persia, Caldea, Babilonia, etc.; la cuarta sub-raza se manifestó con las civilizaciones de Grecia y Roma. La quinta fue manifestada con Alemania, Inglaterra y otros países. La sexta resultó de la mezcla de los españoles con las razas autóctonas de Indo-América. La séptima ahora es el resultado de todas las mezclas diversas de razas evidenciadas en el territorio de los Estados Unidos.

Es muy sabido que el mismo maestro Jesús, después de salir de Egipto viajó por la India, Tíbet, Persia, etc., y luego de regreso a la Tierra Santa recibió la Iniciación Venusta en el Jordán. “Dios es Dioses” en la India al igual que en las culturas directamente descendientes de los atlantes (como las de Mesoamérica: mayas, olmecas, mixtecos, etc.).

No se trata de idolatría, sino de la manifestación de Dios en muy diversas formas, como es el caso en el cristianismo de los ángeles, arcángeles, potestades, etc. Cada uno de los Dioses representados tiene alguna característica muy especial y alguna relación específica dentro del ser humano.

Los Dioses del panteón Hindú están íntimamente relacionados con el trabajo interior que cada quien debe realizar en su proceso de iniciación. Ese es el caso del Dios llamado Ganesha, reconocido por su característica cabeza de elefante. La posición de loto en la que generalmente se le encuentra indica la trascendencia de la meditación.

Los yoguis de la India practican meditación cuatro veces al día. En nuestra región occidental debido a la preocupación por el diario vivir, se recomienda practicar la meditación al menos una vez diaria. Lo importante es la continuidad, pues la repetición incesante, tenaz, continua, hace girar los chacras o centros magnéticos en forma positiva y amplía el grado de conciencia; además de que permite el desarrollo de la capacidad para orar o comunicarse con Dios.

Ganesha también es conocido como Vignesha o Vignesuara, quien es regente del arte y la ciencia, deva de la mente y de la sabiduría, (también representado por el símbolo sobre su cabeza) por lo que en algunos rituales se le invoca para la interpretación de los textos sagrados.

 En la India la auto-observación y estudio de nuestra propia mente es llamada PRATYAHARA, que implica observar la mente hasta que quede en perfecto silencio y entonces permita la comunicación directa con el Ser interior profundo.

El nombre del Dios Ganesha alude a multitudes o categorías (del sánscrito gana) y a amo o señor (isha en sánscrito); que tanto puede representar la idea de “La diversidad es la unidad y la unidad es la diversidad” (Dios es uno y es muchos), como señalan las diferentes categorías que existen en la divinidad traducidos como niveles de conciencia.

Las tradiciones narran que Ganesha es hijo del señor Shiva, quien descendió de los mundos superiores teniendo como padres físicos al Rey Varenya y la Reina Pispika, quienes, según algunas interpretaciones, abandonan a su hijo por que tenía rostro con forma de elefante, y entonces un sabio de nombre Parashara y su esposa Vatsala lo adoptan e instruyen. Más adelante cumple con la misión de derrotar al demonio Sindura y difundir una doctrina trascendental junto con 12 discípulos.

En la mayoría de las representaciones del Dios Ganesha, aparece mostrando diferentes atributos en sus cuatro manos, como el hacha, el caracol, oro y una mano vacía. Estos elementos pueden traducirse como las herramientas que el citado Dios muestra al ser humano para alcanzar la felicidad y perfección del alma, la iniciación y la unión con la divinidad.

Por su parte el hacha es un elemento altamente simbólico, pues recuerda el “hacha de doble filo” de los antiguos misterios, en los cuales se enseña que tenemos la libertad de decidir ante el dilema del “Ser o No Ser” de la filosofía; es decir, debemos escoger entre eliminar voluntariamente los agregados psicológicos, debilidades y pasiones humanas, o la Naturaleza se encarga de desintegrarlos en el Avitchi Indostán (Infierno).

El Ego jamás es inmortal. Tiene un principio y un fin: O lo disolvemos con esfuerzos voluntarios y la ayuda de Kali (Madre divina), o la misma Kali (Naturaleza) se encarga de hacerlo a través de indecibles sufrimientos. Es claro que la elección es de momento en momento, de instante en instante; pues ante cada circunstancia de la vida se tiene la opción de identificarse con los sucesos y dar rienda suelta al agregado psicológico, o anteponer la conciencia para observar el suceso y después llevarlo a la comprensión mediante la meditación.

Muy interesantes resultan los procesos voluntarios de la disolución del Yo, aquí y ahora. El hacha tiene también una representación sexual, ya que la energía creadora sabiamente utilizada es indispensable para la desintegración de los defectos psicológicos. Es por eso que antiguamente a quienes divulgaban tales secretos eran decapitados precisamente con un hacha.

Los mayas representaban el hacha como un cetro, una especie de barra pesada con dos alas laterales que indicaban las dos fuerzas, positiva y negativa. Mientras que los esoteristas mencionan a los “hermafroditas leñadores”, una orden muy antigua de seres perfectos llamados leñadores porque con el hacha quebrantaban árboles que personifican o tipifican nuestros errores del pasado, egos muy fortalecidos. El hacha implica destrucción.

El caracol recuerda la ley de recurrencia y retorno de todas las cosas, que debe trascenderse mediante el despertar de la conciencia, el oro implica los atributos que se ganan al eliminar los agregados psicológicos y liberarse de las leyes del caracol y finalmente, la mano vacía para pedir la ayuda de la divinidad en el trabajo interior y agradecer infinitamente la oportunidad de conocer la doctrina gnóstica que nos permite trabajar en la autorrealización.

El maestro Samael no entrega una oración donde se invoca al Dios Ganesha que sirve para salir en cuerpo astral.

“Es indispensable aprender a salir conscientemente en Cuerpo Astral. Recordemos que dentro del astral se halla la mente. Es urgente visitar conscientemente los templos de la Logia Blanca. En el astral podemos estudiar a los pies del Maestro.

Estos mantrams están en idioma sánscrito y lo usan los Yoguis de la India para salir en astral”.MANTRAM PARA LAS SALIDAS ASTRALES

“Hare Ram. Hare Ram, Ram Hare Hare. Hare Cristo. Hare Cristo, Cristo Cristo, Hare, Hare”.

“Hare Murare Modup Coiptus Care Copal Govind Mukum Sonre”.

Mage Prage Yodi Kolpi Basi Parvot Tullo Hiro No Dane En Bai de Nem”.

“Sri Govind, Sri Govind. Sri Govind. Sri Govind. Ganesha Namap”.

“El devoto debe dormir con la cabeza hacia el Norte o hacia el Oriente. Es necesario que el devoto se aprenda primero de memoria esos Mantram de la India. Acuéstese el devoto en decúbito dorsal (boca arriba). Suplique, llame e invoque con toda su alma al Maestro Lakshmi para que lo saque en Cuerpo Astral consciente y positivamente. Es necesario llamar a Lakshmi en nombre de Cristo”.

Matrimonio perfecto

“Sólo mediante los Misterios de la Virtud es posible heredar el Reino de la Luz” Samael Aun Weor. Pistis Sophia

 Enviado por: Susana Margarita Rodríguez Licea. Calmecac. Imagen: Ismael Moreno Luna


Imágen: Ganesha, Gnosis ICQ (Ismael Moreno Luna).

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