Medicina Gnóstica
Hígado enfermo
El Hígado enfermo se cura con el siguiente te:
Un puñado de hojas de boldo, otro puñado de hojas de cedrón, raíces de la planta llamada mil hombres, hojas de carqueja y cepa de caballo.
Se hierven todas estas plantas y se beben tres vasos diarios, uno antes de cada comida.
Es claro que hay que cocinar todas las plantas revueltas y bendecir a los elementales ordenando la curación del paciente.
Nunca deben olvidar los médicos gnósticos, los trabajos con el Intercesor Elemental; este último es quien debe ordenar a los elementales de las plantas la curación.
Inmediatamente el intercesor elemental obedece al Padre que está en secreto.
Oremos pues al Padre para que el intercesor elemental trabaje.
Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica.
El discípulo insolente
Un discípulo insolente visitó a su Maestro, Queriendo impresionarlo, dijo: "No hay mente, no hay cuerpo, no hay Sufi. No hay mejor, ni hay peor. No hay Maestro, ni discípulo. No hay dar, no hay recibir. Lo que pensamos que vemos y sentimos no es real. Ninguna de estas cosas aparentes existe en realidad".
El maestro había estado sentado tranquilamente fumando, sin decir nada. De repente, cogió su bastón y dio al discípulo un golpe terrible. ¡Éste saltó de ira! Y su maestro le dijo: "Ya que ninguna de estas Cosas existe realmente, y todo es vacío... ¿De donde viene tu ira?... Reflexiona en ello..."