PRÁCTICAS METAFÍSICAS:
La Mente
Todos los problemas que el hombre tiene que resolver; todos los sufrimientos de la vida; todos nuestros deseos y pasiones; todas nuestras amarguras residen en la mente. Si alguien tira una piedra en un lago cristalino, vemos entonces surgir una gran cantidad de ondas que van del centro a la periferia. Esas ondas son la reacción del agua contra el impacto exterior.
Así es nuestra mente, los impactos externos caen en el lago de nuestra mente, haciéndonos reaccionar hacia el mundo exterior, con ondas de ira, deseo, envidia, maledicencia, etc., etc.
Por ejemplo: vemos una estampa pornográfica, la imagen hiere nuestra retina, pasa al centro cerebral de las sensaciones y luego va a la mente. Entonces la mente reacciona sobre la imagen exterior con ondas de pasión carnal. Alguien nos insulta, entonces sus palabras llegan a nuestros sentidos y pasan a la mente, y ésta reacciona contra el insultador con ondas de cólera y de violencia.
La mente es, pues, la causa de todas nuestras amarguras; es el potro cerrero que arrastra nuestro carro, y si no lo dominamos con el látigo de la voluntad, arrastrará nuestro carro al abismo. El mago debe aprender a manejar la mente; el mago debe controlar la mente por medio de la voluntad.
Cuando nuestra mente está llena de deseos pasionales detengámonos un momento y ordenemos imperiosamente a la mente: cuerpo mental, retírame esos pensamientos, no te los admito. Cuando nuestra mente esté llena de cólera, ordenémosle así: cuerpo mental, retírame esa cólera, no te la admito. Cuando nuestra mente esté llena de odio, ordenémosle al cuerpo mental: retírame ese odio, no te lo admito, etc., etc.
El SER no es la mente, el SER es el SER, el SER es el INTIMO, y éste puede controlar a la mente por medio de la voluntad. La cueva del deseo está en la mente. El cuerpo de deseos es tan solo un instrumento emotivo de la mente. En los mundos internos podemos conversar con la mente cuando nos hemos despojado de ella momentáneamente. Entonces la mente parece un sujeto casi independiente, que frente a frente se sienta a conversar con nosotros.
Este interesante experimento se realiza en la siguiente forma:
Sálgase el mago en cuerpo Astral.
Siéntase con corazón de niño.
Ordénele a su cuerpo Astral: CUERPO ASTRAL, SALID FUERA DE MÍ.
Trate de arrojar su cuerpo Astral fuera de sí, por la Columna Espinal.
El cuerpo Astral caerá hacia atrás, saldrá fuera.
El discípulo quedará en cuerpo Mental.
Ordénele ahora a su cuerpo Mental: CUERPO MENTAL, SALID FUERA DE MÍ.
Arroje el discípulo su cuerpo Mental hacia atrás.
Sentirá ahora el mago que algo se mueve dentro de su propio SER.
Ahora sale por la Columna Espinal un raro personaje.
El discípulo debe llamar a ese personaje: ¿Quién eres?
El sujeto contestará así: Soy tu cuerpo Mental, ¿no me conoces?
Invite ahora el discípulo a su Mente, a sentarse.
Ahora es el instante preciso en que el discípulo puede conversar con su Mente, cara a cara, frente a frente.
Después de esa profunda investigación, el discípulo se dará cuenta de que su mente es un potro cerrero, es un hombre salvaje al cual debe controlar, mandar y dirigir con el látigo de la voluntad. Todas las tormentas de nuestra existencia son del cuerpo mental.
Ningún insulto, ninguna amargura puede llegar al INTIMO. Todas las amarguras, todos los insultos llegan hasta el cuerpo mental, y es la mente la que reacciona hacia el mundo exterior con tempestades de dolor y de amargura. El INTIMO no puede sufrir, el INTIMO sufre únicamente cuando se identifica con la mente, cuando no se ha aprendido a controlar la mente por medio de la voluntad. Las tempestades de nuestra existencia son de afuera, del mundo de la mente; no de adentro, de la profundidad del infinito donde vive el INTIMO siempre lleno de felicidad.
Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica
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Es necesario comprender profundamente todos los procesos de la Mente, todas las reacciones, ese MÁS psicológico que acumula, etc. Sólo así brota en nosotros en forma natural y espontánea la llamarada ardiente de la INTELIGENCIA. Samael Aun Weor