¿Cómo vencer las leyes mecánicas de Retorno y Recurrencia?

Respuesta de la revista

A su tiempo y a su hora, regresamos, volvemos a este mundo, no es muy grato volver, pero volvemos. Así es la ley del eterno retorno de todas las cosas, regresan las plantas a su punto de partida después de unos cuantos años, los átomos dentro de la molécula regresan a su punto original de partida. Las estaciones de primavera, verano, otoño e invierno regresan cada año, todo retorna, todo vuelve, ¿Porque habríamos de ser nosotros una excepción? Incuestionablemente retornamos, nos reincorporamos en un nuevo organismo.

No estamos hablando de reencarnación, eso es más elevado, este es la ley del eterno retorno de todas las cosas y esa ley está demostrada.

La vida de cada uno de nos en particular, es una película viviente que al morir nos llevamos a la eternidad. Cada uno de nosotros se lleva su película y la vuelve a traer para proyectarla otra vez en la pantalla de una nueva existencia.

La repetición de dramas, comedias y tragedias es un axioma fundamental de la ley de recurrencia. En cada nueva existencia se repiten siempre las mismas circunstancias. Los actores de tales escenas siempre repetidas son esas gentes que viven dentro de nuestro interior, los “yoes”.

Si desintegramos esos actores, esos “yoes” que originan las siempre repetidas escenas de nuestra vida, entonces la repetición de tales circunstancias se haría algo más que imposible.

Obviamente sin actores no puede haber escenas; esto es algo irrebatible, irrefutable.

Así es como podemos liberarnos de las leyes de retorno y recurrencia; así podemos hacernos libres de verdad.

Obviamente cada uno de los personajes (yoes) que en nuestro interior llevamos, repite de existencia en existencia su mismo papel; si lo desintegramos, si el actor muere, el papel concluye.

Más información: Revista la Sabiduría del Ser 90, capítulo: “Retorno y Recurrencia”.

Respuesta del maestro Samael Aun Weor

La humana persona no es más qué una máquina al servicio de estos yoes con tantos compromisos. Lo peor de toda esta cuestión es que todos estos compromisos de la gente que llevamos en nuestro interior se cumplen sin que nuestro entendimiento tenga previamente alguna información. Nuestra personalidad humana en este sentido parece un carro arrastrado por múltiples caballos.

Hay vidas de exactísima repetición, recurrentes existencias que nunca se modifican. En modo alguno podrían repetirse las comedias, dramas y tragedias de la vida sobre la pantalla de la existencia, sino existiesen actores. Los actores de todas estas escenas son los yoes que en nuestro interior cargamos y que vienen de antiguas existencias. Si nosotros desintegramos a los yoes de la ira, las escenas trágicas de la violencia concluyen inevitablemente.

Si nosotros reducimos a polvareda cósmica a los agentes secretos de la codicia, los problemas de la misma finalizarán totalmente. Si nosotros aniquilamos a los yoes de la lujuria, las escenas del prostíbulo y de la morbosidad finalizan. Si nosotros reducimos a cenizas a los personajes secretos de la envidia, los eventos de la misma concluirán radicalmente.

Si nosotros matamos a los yoes del orgullo, de la vanidad, del engreimiento, de la auto-importancia, las escenas ridículas de estos defectos finalizarán por falta de actores. Si nosotros eliminamos de nuestra psiquis los factores de la pereza, de la inercia y de la flojera, las horripilantes escenas de esta clase de defectos no podrán repetirse por falta de actores.

Si nosotros pulverizamos los yoes asqueantes de la gula, de la glotonería, finalizarán los banquetes, las borracheras, etc. por falta de actores. Como quiera que estos múltiples yoes se procesan lamentablemente en los distintos niveles del ser, se hace necesario conocer sus causas, su origen y los procedimientos Crísticos que finalmente habrán de conducirnos a la muerte del mí mismo y a la liberación final.

Samael Aun Weor. Libro: La Gran Rebelión.

Respuesta de los alumnos del ICQ

Franco Rovegno | Ciudad: Lima, Perú. | Respuesta: Despertar consciencia en el aquí y ahora. Los problemas lo fabricamos con ubicarnos en el pasado y en el futuro, cuando analizamos a profundidad nos damos cuenta de lo que fabricamos con nuestro pensamiento y eso resulta de la actuación inconsciente fabricada por uno mismo y ajena a la realidad.

Rita | Ciudad: Barcelona, España. | Podemos evitar el retorno si tratamos de revolucionar en esta encarnación para trascender la rueda del samsara y no seguir el ciclo de evolución. La recurrencia se puede trascender dependiendo de cómo reaccionamos a las experiencias diarias, ya que en esta vida se repiten procesos y vivencias de vidas pasadas (karma/dharma). Si hacemos clave de sol y detectamos el yo psicológico en manifestación, podemos aniquilarlo con la ayuda de la Madre Divina, así se trasciende la recurrencia. También con sacrificio desinteresado por la humanidad podemos cambiar lo que está predestinado a suceder, porque se trasciende.

Víctor Emilio Alomias Armijos | Ciudad: Machala, Ecuador. | Si desintegramos esos autores, esos yoes, que originan las siempre rápidas escenas de nuestra vida, entonces la repetición de todas las circunstancias se haría algo irrebatible, irrefutable, así es como podemos liberarnos de las leyes del retorno y recurrencia, así podemos hacernos libres de verdad. Gracias.