¿Porque una de las primeras tareas en el camino interior es el dominio de sí mismo y de nuestro cuerpo?

Respuesta del Maestro Samael Aun Weor

El clásico arte taurómaco, es ciertamente algo Iniciático y relacionado con el culto misterioso de la Vaca Sagrada.

Ved; el ruedo atlante del templo de Neptuno y el actual, ciertamente no son, sino un zodíaco viviente, en el que consternado se sienta el honorable público.

El Iniciador o Hierofante es el Maestro, los banderilleros de a pie, son los compañeros. Los picadores a su vez, los aprendices.

Por ello estos últimos van sobre el caballo, es decir, con todo el lastre encima de su no domado cuerpo, que suele caer muerto en la brega.

Los compañeros al poner las banderillas o bastos ya empiezan a sentirse superiores a la fiera, al Ego animal; es decir, que son ya a manera del Arjuna del Bhagavad Gita, los perseguidores del enemigo secreto, mientras el Maestro con la capa de su jerarquía o sea con el dominio de Maya y empuñando con su diestra la espada flamígera de la voluntad, resulta a la manera del Dios Krishna de aquel viejo poema, no el perseguidor, sino el matador del Yo, de la bestia, horripilante monstruo bramador que también viese en el KAMELOC o KAMALOKA el propio Rey Arthus, jefe supremo de los insignes caballeros de la mesa redonda.

Samael Aun Weor. El Parsifal develado.

Respuesta de la Revista

Un verdadero guerrero no es el que mata a un semejante, sino el que se conquista a sí mismo, dejando de mentir para alcanzar la verdad del Padre y eliminando el odio, resentimiento y deseos de venganza de nuestras emociones para lograr el amor de nuestra Madre Divina.

También podríamos interpretar al caballo como el cuerpo físico, esto por ley de las correspondencias, ya que el caballo es como un vehículo de transporte, como lo es el cuerpo para el alma.

“Caballo: Cuerpo físico. Jinete: Íntimo. Caballo desbocado: Mal plano espiritual, Íntimo no domina cuerpo físico. Caerse del caballo: Salirse de la senda”. (Samael Aun Weor, Significado Oculto de los Sueños).

Desde este punto de vista tendremos que el caballo en las piezas blancas sería el control de sí mismos, del cuerpo, la mente y las emociones; lo que Buda nos instruye encarecidamente como el autocontrol.

“Uno mismo es su propio refugio. ¡Qué otro refugio podría haber! Habiéndose controlado a uno mismo, se obtiene un refugio difícil de conseguir” (Dhammapada).

En las piezas negras el caballo representaría el dominio que tiene sobre nosotros, nuestra parte animal (nuestros defectos psicológicos) dominando nuestra mente y corazón.

Revista la Sabiduría del Ser 97, capítulo: “El Caballo”.

Respuesta de Alumnos del ICQ Gnosis

Alexis Florián Herrera Araya. | Ciudad: Chile, San Felipe. | Porque la primera batalla que debemos enfrentar para que la introspección sea efectiva es contra nuestras pasiones, la tendencia a desenvolvernos de acuerdo a las sensaciones que nuestros deseos carnales manifiestan en todo sentido, también a la cultura social que enfrentamos en donde todo lo exterior es lo que lleva más importancia, sin saber que para poder manifestar en el exterior debemos empezar por nuestro interior, conocer y entender la verdadera realidad, separada del ego, del yo.

Lidia | Ciudad: Barcelona España | Tenemos que trabajar nuestros adentros tributos divinos que tenemos el Padre interior y la Madre Divina tendremos una enseñanza trascendental que no existe diferencia alguna-, entre los seres humanos tenemos que orar, querer, saber y callar.

Rufino Santillán Vargas | Ciudad: México | El autoconocimiento de si mismo, implica a la vez el dominio de nuestro cuerpo y por lo tanto, controlar no solo nuestra mente, sino también nuestras emociones. Es así que una de las condicionantes para lograr nuestra auto realización, es dominar nuestras emociones, es decir, nuestra parte animal representada por los defectos psicológicos. Por lo tanto, resulta primordial no solo controlar las emociones, sino tener el valor de enfrentarnos a nosotros mismos, para poder erradicar nuestros propios errores.